TEATRO
Actuación para la resocialización
El grupo de teatro carcelario creado por Johana Bahamón se presenta por segunda vez este 25 de noviembre en el Teatro Nacional Fanny Mickey.
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La primera vez que Johana Bahamón visitó una cárcel fue en septiembre del 2012, cuando fue invitada a ser jurado del reinado de belleza de El Buen Pastor. Tras esa visita quiso contribuir con algo más. Hoy el proyecto de la Fundación Teatro Interno, de la mano de Victoria Hernández, ha llegado a 15 cárceles del país donde, además de haber montado obras de alto nivel, ha ofrecido programas de yoga, crecimiento interno, talleres de formación artística y musical, educación financiera, y ha generado empleo dentro de los centros de reclusión. Como si fuera poco, Johana fue seleccionada entre los 30 Mejores Líderes del 2014 por su labor en las cárceles.
Para las 11 actrices y los 22 actores que se presentarán mañana, actuar se ha convertido en una manera de evadir –o por lo menos de hacer más llevadera– la dura realidad del encierro. Un encierro que en el mejor de los casos desespera, pero que usualmente es más fuente de estigmatización y criminalidad. Construir una nueva realidad por medio de la actuación les ha permitido expresarse, sentirse reconocidos y útiles: ha sido una forma de sentir la libertad. “Yo creo en las segundas oportunidades”, ha dicho Johana Bahamón.
La segunda edición Festival de Teatro Carcelario promete ser tan sobresaliente como la primera. Se presentarán las obras Yo soy Antígona, escrita y dirigida por Victoria Hernández, con el grupo de teatro de El Buen Pastor, y Sumas y Restas, escrita y dirigida por Adrián Cardona, del grupo de la cárcel La Modelo. Las obras combinan elementos históricos con situaciones reales cotidianas en las prisiones.
Entre una y otra obra, tocará el músico Jair Espinosa, integrante del grupo de teatro Abra Kadabra de La Modelo, quien ha sido un barítono reconocido a nivel internacional.
Más de 200 internas se postularon para hacer parte de las obras. Naturalmente sus delitos y su pasado se ignoraron para la selección: aquí sólo valieron las ganas y el talento. Llevan dos años preparando las obras. Adriana Gutiérrez, la profesora de texto, ha trabajado con ellas intensamente para lograr un producto final de calidad.
La resocialización, se supone, es la finalidad de las penas de prisión en el país. Johana Bahamón y su fundación han encontrado una forma de hacer un poco más posible esa utopía.