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TEMA ESPINOSO

Después de récord de audiencia en todo el mundo, los amores imposibles y escandalosos de "El pájaro espino" llegan a la T.V. colombiana en medio de polémicas

8 de septiembre de 1986

Es una historia que abarca medio siglo de amores y de frustraciones, de poder y de soledad, de religión y de sexo clandestino, con todos los elementos para un éxito que comienza por su nombre sugestivo y misterioso: "El pájaro espino".
Durante diez horas, divididas en cuatro partes, los televidentes colombianos tendrán acceso este fin de semana a esa historia que fue primero un boom literario escrito por la australiana Colleen McCullough y que, convertida en película desde 1983, ha hecho arrugar corazones y derramar lágrimas a audiencias récords en los países donde se ha proyectado, que son casi todos los del mundo.
"El pajaro espino", para explicar el nombre de la miniserie, no es una invención de la novelista, sino una curiosidad de la fauna australiana: un ave que canta sólo una vez en la vida, cuando se clava en la espina de un árbol. Y canta hasta estremecer al oyente y hasta cuando la muerte le dicta el silencio.
Pero no es en ese suicidio extraño, ruidoso e ingenuo del pájaro donde está la clave del éxito de la serie. Y un éxito de categoría: en solo Estados Unidos, también durante cuatro sesiones, tuvo a 35 millones de familias pendientes de la televisión, para lograr una cifra de audiencia calculada en ciento cuarenta millones de personas. La clave está en su historia intensa y dramática, en su nombre exótico y en la realización impecable que costó en total 20 millones de dólares.
De una inversión de esas proporciones y de un equipo de realizadores con el ojo tan avisado para el éxito parte el de esta serie. Pero no es sólo montaje, oportunidad y millones de dólares, sino que el tema de "El pájaro espino" es bastante espinoso.
Los actores son Richard Chamberlain y Rachel Ward. El primero hace el papel de Ralph y ella interpreta a Maggie y los dos viven -o, mejor, sufren- un amor prohibido e imposible. Es un amor así porque a pesar de que los dos crecen juntos y se gustan desde siempre y se aman a veces en silencio, a veces clandestinamente, a veces con bullicio, no pueden llevar una vida en común: él, para recibir una herencia enorme, debe dedicar su vida al sacerdocio. Y la ambición de la fortuna y el poder que va descubriendo en la medida en que empieza a escalar por el laberinto del Vaticano hasta llegar a ser obispo y cardenal y lo obligan a llevar la doble vida de un jerarca de la Iglesia muy circunspecto y rígido y de un hombre que no puede olvidar su gran amor, su pasión. Cuando ya se ha embarcado en el tránsito hacia las posiciones de poder, en uno de los encuentros con Maggie, esta queda embarazada.
Lo que sigue de ahí es una maternidad secreta y el final de la historia es un drama que en millones de lectores primero y de televidentes después, ha terminado en lágrimas.
La historia, que comienza en 1915 y se desarrolla en torno a la familia Cleary, dueña de una de las más grandes haciendas de ovejas del mundo, que traslada sus riquezas y también sus dramas desde Nueva Zelandia a Australia, ha sacado ampolla a las autoridades eclesiásticas de algunos países. En Estados Unidos, por ejemplo, un sector de la Iglesia protestó cuando la presentaron y en Colombia el anuncio de su proyección también causó alguna inquietud a esos niveles. Las reacciones en contra de la presentación de la serie estuvieron primero en círculos eclesiásticos, pero al final de la semana pasada llegaron a sectores femeninos. Un grupo de mujeres envió a Punch y al director de El Tiempo una carta solicitando suspender la serie por considerar que con ella las programadoras de televisión "se convierten en aliadas y abanderadas de personas que pretenden, con una historia ficticia, destruir lo bueno, lo noble y heróico que encierra la vocación sacerdotal".
Sin embargo, la miniserie había sido aprobada ya por el Consejo Nacional de Programación, que es la última y definitiva instancia para que se proyecte cualquier programa. De todas maneras, según expertos consultados por SEMANA, cualquier decisión podría esperarse debido a los caprichos con que en muchas ocasiones se imponen en estas decisiones, especialmente en estos momentos cuando las principales directivas están en interinidad o no han sido nombradas por el nuevo gobierno. Lo concreto es que esas reacciones habían ayudado a aumentar la expectativa de la teleaudiencia.
Esas protestas e intentos de provocar la suspensión de la proyección, no han tenido éxito en otros países. En cambio, la serie de televisión ha conseguido los más altos niveles de audiencia y la realización ha acaparado seis premios Emmy, en Estados Unidos, cuatro Globos de Oro y el gran premio People Choice. Para que ese éxito se prolongue a Colombia se cuenta, además del tema espinoso y de la actuación de Chamberlain (que ya tiene 50 años pero que todavía es recordado con los 25 que tenía cuando era el doctor Kildare), con la característica que tendrá la presentación: cuatro capítulos que se verán desde este viernes a las nueve de la noche y concluirá el próximo lunes, para llenar de amor imposible y prohibido, cantos de muerte y escenarios bellos, lo que pudiera llamarse el puente de "El pájaro espino" -