UN MATRIMONIO BIEN AVENIDO
Carlos Saura y Antonio Gades trabajan juntos por tercera vez con "El amor brujo" de Falla"
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Primero fue "Carmen" la película, y después "Carmen" pieza de teatro y ballet. Ahora es "Carmen, el sueño del amor absoluto": un libro publicado por el Círculo de Lectores de España, un volumen "lujurioso " con la novela de Mérimée, el guión cinematográfico del director Carlos Saura, un texto del coreógrafo y "bailaor" de flamenco Antonio Cades, un ensayo del crítico Antonio Galán, y una serie de dibujos del pintor Antonio Saura, hermano del cineasta y valor muy destacado de la plástica española. Antes del éxito del tandem Saura Cades con "Carmen" vino "Bodas de sangre "; película sobre la obra de García Lorca. Y ahora, un tercer proyecto andaluz, sobre el "Amor brujo" de Manuel de Falla, vuelve a reunir a estos dos artistas tan españoles. ¿Coincidencias de concepción entre dos creadores? O, simplemente ¿una fórmula oportunista de explotación comercial? SEMANA lo preguntó directamente a los dos personajes, en esta entrevista exclusiva de Enrique Romero Cano, corresponsal en Barcelona:
SEMANA: Ahora que "Carmen " acaba de ganar el "Oscar Inglés", vendría bien una precisión de parte de ustedes sobre los aspectos que diferencian su película de las otras que se han hecho sobre el tema.
CARLOS SAURA: Nosotros hemos querido ser más fieles a la novela de Mérimée. En nuestra opinión la ópera de Bizet es más suave que la novela, no tiene la misma fuerza y traiciona un poco al libro. Nosotros hemos preferido conservar ciertos personajes, aunque es una versión muy nuestra tanto teatral como cinematográficamente.
ANTONIO CADES: Nuestra versión tiene de válido, sobre todo, el énfasis que hacemos en el tema de la libertad de la mujer. Le damos un enfoque moderno al mito recogiendo una reivindicación feminista.
S.: Pero en "Carmen " la pasión es un protagonista destacado también, una pasión que lleva a la muerte. ¿ Ustedes creen que la pasión tiende a desaparecer en la relación de pareja?
C.S.: Esos amores pasionales a mí me interesan mucho, aunque algunos dicen que tienden a desaparecer, que las relaciones hombre-mujer serán diferentes y que no habrán estas pasiones volcánicas tremendas, pero como yo soy un apasionado siento muy hondamente este drama. A pesar de la modernidad y de todo, yo creo que va a existir siempre esa relación conflictiva entre un hombre y una mujer, y siempre habrá un ser querido y un ser que no quiere. No hay que perder de vista que Carmen es Carmen por la relación que tiene con Don José, y tanto ella como él son trágicos, y no hay tragedia sin muerte. Esto no lo he inventado yo, esto lo sabemos desde los griegos. La vida es así.
Sin las situaciones límite, la vida no tendría sentido. La historia de Carmen se convierte en mito porque hay una tragedia. Yo creo que "Carmen" es hoy un mito moderno y que va a pervivir precisamente porque es una tragedia de pasión y de amor.
A.G.: Yo amo a todo el mundo que es capaz de morir antes que perder la libertad y ésta es una faceta de Carmen. En este sentido a mí me gustaría que todas mis hijas fueran Carmen. En cuanto a la pasión, en Carmen no se trata de la pasión de ella, sino de ella y Don José, las pasiones no son femeninas ni masculinas, ¡ son pasiones!
S.: El Flamenco es la expresión de la cultura andaluza más apreciada en el extranjero. Películas como "Bodas de Sangre" y "Carmen" son temas netamente andaluces que tienen por anticipado un éxito ganado. ¿Están ustedes aprovechando esta circunstancia para explotarla comercialmente y obtener el aplauso del mundo entero por la vía más fácil y más rápida?
C.S.: Cuando yo vi "Bodas de Sangre" quedé fascinado. Pensaba en eso de "folclore y pandereta", esos "mitos" que tenemos un poco en la cabeza de una España que no nos gusta, de pandereta y tal, pero cuando vi el montaje de "Bodas..." de Antonio Gades quedé tan fascinado que cuando Emiliano Piedra, nuestro productor, me dijo: "Oye Carlos, hagamos eso en el cine". ¡Vamos! Yo de cabeza, ¿no? Porque me dí cuenta de que ahí estaba todo lo que yo pensaba que era imposible de hacer en una obra como esa: sé podía bailar, se podía cantar, se respetaba lo popular, estaba la esencia de Lorca, había una fuerza subterránea y un ritmo y en la danza una potencia... eso me dejó fascinado y sigo estándolo. Después de esto, a mi no me da ningún rubor decir o aceptar que estamos trabajando en algo que, salga bien o mal, es una forma de bailar y de sentir que tenemos en nuestro país y que sobre todo está dirigida por Antonio Gades que es el N° 1 en eso, y yo creo que ahí hay un camino fantástico de posibilidades expresivas.
A.G.: Bueno, ¡lo mío es el flamenco! ¡Ha sido y lo será! Yo estoy desde muy niño relacionado con la cultura andaluza, pero creo que en el Estado español tenemos la cultura catalana, la cultura vasca, gallega... (Saura, que es de Aragon, le increpa: "¡ Y la aragonesa!")... si, si, la aragonesa también. Yo le he dicho a muchos coreógrafos y bailarines que hay que estudiar esas culturas que son muy ricas: hay instrumentos, pasos, trajes, mitos, música. ¡Yo creo que tenemos más, como para no estar haciendo el Aerobic ese del que la gente se muere del corazón! ¡Ja, Ja, Ja!
EL NUEVO CAMINO
S.: "Bodas de Sangre" y "Carmen" inauguran un nuevo estilo de trabajo tanto para Saura como para Gades. ¿Cómo han asumido ustedes estos nuevos roles?
CS.: En mi caso, yo creo que era una especie de segunda personalidad que estaba dormida. Para mi ha sido una experiencia fantástica y estoy dispuesto a continuar. Creo que los hombres somos muchas personas al mismo tiempo, todos tenemos siempre varios caminos. Yo primero fui fotografo, luego en el cine he hecho documental, cine intimista, otro menos intimista, he hecho "Deprisa, Deprisa"... lo que sí puedo decir es que con Antonio me siento muy cómodo y, sobre todo, revitalizado. Y mientras podamos trabajar juntos lo haremos tanto en el cine como en el teatro.
A.G.: Yo siempre he encontrado una similitud de mundos entre mis obras y las películas de Saura, aunque no lo parezca. Hay un paralelismo entre la forma que yo tengo de bailar y la forma en que Saura hace cine. Cuando nosotros presentábamos el ballet de "Bodas..." vino Emiliano Piedra y me dijo que eso había que filmarlo para que no se perdiera y yo pensé que se filmaría en video o algo así, pero de repente montó el lío, llamó a Carlos Saura y ¡bueno! Yo tengo que decir que empezamos a trabajar y cada día nos llevávamos mejor y antes de terminar el rodaje de"Bodas de Sangre" dijimos: "¡tenemos que seguir trabajando juntos!"
S.: Esa compenetración parece absoluta, ¿no ha surgido ningún enfrentamiento entre las concepciones estéticas del cineasta y el bailarín?
C.S.: En nuestro trabajo sería muy difícil saber lo que ha hecho Antonio y lo que he hecho yo. Todo el montaje lo hemos concebido juntos y nos hemos integrado tanto, tanto, que de verdad, de verdad, de verdad es casi imposible saber qué es lo suyo y qué es lo mío. Y esta integración que se dio desde que iniciamos "Bodas de Sangre" nos ha llevado a decidir trabajar juntos en el teatro y en el cine.
A.G.: Cierto, aunque parezca mentira, no hemos tenido ningún tipo de enfrentamiento en nuestro trabajo. Lo que sí hay, ¡y mucho!, en nuestra relación es un intenso intercambio de ideas. Y si antes éramos amigos y nos llevávamos bien, ¡ahora lo somos más! C.S.: Hasta ahora. Esto parece una declaración de amor, pero somos un matrimonio ¡bien avenido! Ninguno de los dos hubiera podido hacer ciertas cosas sin la colaboración del otro.
S.: "Amor Brujo" de Manuel de Falla es el proyecto sobre el que ahora trabajan ustedes. ¿Cómo han concebido la realización de este tema cinematográficamente y para cuándo esperan tenerlo a punto?
C.S.: Las ideas de montaje de momento no están definidas, pero en todo caso estará cerca del estilo desarollado en "Bodas de Sangre". No será una historia de doble juego como hicimos en "Carmen", ni nada parecido. De momento, pensamos en un desarrollo lineal, que sea una historia con principio y final.
A.G.: El rodaje de "Amor Brujo" lo venimos preparando desde hace mucho tiempo y estamos listos para filmar en este verano (julioagostoseptiembre). El equipo es más o menos el mismo de las dos películas anteriores, pero no tenemos definidos del todo los personajes.
S.: "Amor Brujo" es una historia de unos 20 minutos, ¿Cómo piensan resolver el tema para que alcance la duración aproximada de un largometraje?
A.C.: La historia del Amor Brujo en nuestra película no es el ballet, ahí como se vé en el teatro, sino que es otra cosa sobre la idea y sobre la obra de Falla.
SAURA, EL SUPERVIVIENTE
S.: Apartándonos un poco de la pareja Saura-Gades, ¿qué piensa Saura del cine español actual, cree que es efectivamente un movimiento homogéneo, con idénticas preocupaciones?
C.S.: ¡En absoluto! Creo, en general, que hay una especie de renacimiento, pero con obras aisladas de gran valía, pero claro, no se pueden meter todas las obras en una misma cocina, eso es muy peligroso. Hay obras estupendas, otras que lo son menos y otras que son deleznables, como pasa siempre. ¿No? Hoy día el cine es muy individualizado y hay muchos géneros en los que se puede trabajar. Yo veo que en España lo que hay son francotiradores y los autores que yo mas respeto son más francotiradores aún. Eso no quiere decir que yo no crea que el actual momento no sea favorable para el cine español y me parece que hay que aprovecharlo.
S.: Ya que estamos en Latinoamérica, cuéntenos cómo está su proyecto de realizar la película "Eldorado".
C.S.: A mi me gustaría muchísimo rodar esa película ahora. Es un proyecto muy complicado, pero creo estar en condiciones de filmarla. Lo que pasa es que nuestro productor está ahora enloquecido con el rodaje de "Amor Brujo" y hasta que no hayamos terminado ésta no sabré si empezaremos con "Eldorado".
GADES, EL APELLIDO DEL BAILE ESPAÑOL
S.: Los propios incondicionales de Cades aseguran que algunos bailes planteados por usted en "Carmen" no son muy ortodoxos.
A.G.: Eso es verdad. En "Carmen", nosotros bailamos en un momento un pasodoble popular y la gente cuando baila, el pueblo, no pone los pies a la "segón", ni estiran los empeines, sino que bailan siguiendo la música. Hay gente que queria ver en "Carmen" un ballet y se ha encontrado con lo que nosotros queríamos, que era ¡destrozarlo! No pretendíamos hacer un ballet sino presentar un baile como lo ejecuta el pueblo, un baile sin ninguna coreografía.
S.:De todas formas, el ballet que desarrolla usted es menos tradicional...
A.G.: Bueno, hay una cosa: las tradiciones, ¡mientras no las traiciones! Un poeta, cuando no encuentra la palabra que necesita para expresarse, la inventa. Yo no soy el último bailarín, hago mi trabajo lo mejor que puedo y lo mejor que he aprendido y me han enseñado. Si aporto algo, mejor. No pretendo traicionar la cultura de un pueblo, pero yo no puedo bailar la Jota, por ejemplo, como la bailan al gunos, con traje, pañuelo y todo eso. La gente no baila con atuendos especiales y si uno va a Granada, ve que la gente baila tal y como va cada día, tal y como los pilla el baile, ¡como va usted ahora!
Queda visto, Saura y Gades parecen, hoy por hoy, una misma persona, una misma voluntad creativa, "un matrimonio bien avenido", dos apellidos elevados a nombre propio del cine, el ballet, el teatro y, en fin, del arte y la cultura.