Versos del 92

ESCRIBIR POEsía, leer poesía... dos oficios, dos actitudes, que para muchos resultan irrelevantes, "mientras el país se desangra". Para otros, sin embargo, sólo la poesía puede hacer un alto en el camino. Así lo dice en la portada la revista de la Casa de Poesía Silva, cuya sexta edición empieza a circular: "La poesía lo-cura".
Tradicionalmente, esta revista se ha dedicado a recoger lo mejor que ha pasado por la Casa Silva durante un año. Es algo así como su informe de actividades. Sólo que acá no se habla con números sino con versos... en este caso, con los mejores versos que se pronunciaron en este recinto durante 1992, o sobre los cuales se armaron mesas redondas con bohemios, intelectuales, aprendices de poeta y señoras de punta en blanco.
En sus más de 250 páginas, la revista mira atrás, al parnaso, a los inmortales, a los que alguna vez provocaron aquella frase de que Colombia es un país de poetas. Mira hacia adelante, a través de la pluma de los que apenas comienzan, de los que todavía se sonrojan con sus primeros versos. Y mira alrededor, mira al mundo, a los viejos y a los nuevos poetas dc otras latitudes.
Así, en esta edición apareccn nombres como el del mexicano Gabriel Zaid, el cubano Eliseo Diego, el norteamericano Walt Whitman y el peruano Antonio Cisneros, entre muchos otros. Sus poemas, acompañados de ensayos críticos sobre su obra. constituyen -más que una antología- un estudio apto, al mismo tiempo, para especialistas y para profanos en la materia.
En cuanto a la cosecha criolla, el termómetro corre por cuenta de Giovanni Quessep, Jotamario Arbeláez, José Luis Díaz Granados, Henry Luque Muñoz y otros cuantos, que le servirán al lector para determinar si éste es, todavía, un país de poetas.
También hacen su aparición la poesía indígena, la poesía infantil, e incluso un ensayo sobre la poesía y la publicidad como lenguajes afines, a cargo de Alberto Casas Santamaría.
Al final, la revista incluye útiles apéndices sobre publicaciones y concursos.