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"YO SOY MAS DEMENCIAL QUE MIS PERSONAJES"

19 de enero de 1987

Alto, rubio, con chaqueta de cuero y botas y jeans, todo lo contrario a la imagen que la gente puede tener de un director de cine y hablando un castellano aprendido a golpes durante sus largos años en la selva peruana mientras filmaba "Aguirre" y "Fitzcarraldo", Werner Herzog estuvo varios días en Colombia buscando locaciones para su nueva película que filmará parcialmente aquí, "Cobra Verde". SEMANA habló con él:

SEMANA: La imagen que hay de usted y sus películas es que se siente fascinado con los personajes y situaciones demenciales. ¿Se siente usted así?
WERNER HERZOC: Mis personajes no son demenciales, quizás un poco desubicados, quizás un poco perdidos en distintas circunstancias pero demenciales, nunca, yo soy más demencial que ellos.
S.: La nueva película que prepara, ¿participa de ese caos, de esa demencia?
W.H.: Por costumbre hablo muy poco de las películas que preparo, que voy a filmar, prefiero quedarme callado y seguir buscando lo que quiero. Estoy buscando locaciones, actores, completando el tema que gira alrededor de un hombre que vendía y compraba esclavos a finales del siglo pasado. Un personaje llamado Cobra Verde y así se llamará la película. Como pueden ver, sigo trabajando con la mayoría de las personas que me ha acompañado durante muchos años.
S.: ¿ Volverá Klaus Kinski a trabajar con usted?
W.H.: Quizás en esta, quizás pero ya después buscaré otros protagonistas. No sé, es como por instinto, es como un acto reflejo que me indica que debo buscar otros actores. Trabajar con Kinski es grato aunque él, en persona, es difícil, pero es un profesional muy completo.
S.: Sus historias siempre reflejan una enorme obsesión con los viajes...
W.H.: Siempre he sentido una profunda curiosidad por los lugares exóticos, por los sitios que tienen que ser descubiertos y en ocasiones pienso que sería capaz de ir hasta la Luna en este afán por seguir descubriendo. Me emociona viajar aunque al final todos estemos muy cansados hasta para hablar. Soy una persona muy curiosa que goza conociendo gente y lugares extraños, aunque hay otra faceta de mi personalidad que me empuja a quedarme en un solo sitio, tranquilo, en una silla.
S.: ¿Cómo siguen sus relaciones con los sandinistas luego del documental que filmó clandestinamente sobre la situación de los indios miskitos?
W.H.: He entrado y salido de Nicaragua clandestinamente muchas veces y hace varios meses regresé, esta vez legalmente y les proyecté el documental que hice sobre la terrible situación de los miskitos y después tuvimos una discusión muy franca sobre el tema. Es que es intolerable. Los sandinistas le están haciendo a los miskitos lo que ellos sufrían con Somoza. Es una situación trágica. Los sandinistas los presionan, los persiguen, no los entienden, no quieren comprenderlos y en algunas esferas oficiales hay la sensación de que el genocidio es la única solución a este conflicto.
S.: ¿Qué relaciones sostiene usted con otros directores alemanes?
W.H.: La verdad es que han venido sucediéndose varias generaciones de directores, todos ellos dispersos como perros en el desierto, sin muchos elementos comunes y entre todos ellos al que más admiro es Alexander Kluge. Claro que hay realizadores notables, muy conocidos (Scholondorfer, Fassbinder, Von Trotta, etc.) y ahora hay otros más jóvenes que seguramente quieren que los más viejos desaparezcamos, así son las cosas, así es el proceso de la vida.
S.: ¿Conoce algo del cine latinoamericano?
W.H.: Creo que las películas del llamado Cinema Novo brasileño fueron una auténtica inspiración para muchos realizadores y no sólo alemanes, sino de muchos países. He visto numerosas películas mexicanas, cubanas y argentinas y pienso que el cine latinoamericano lo mismo que este continente, es un volcán en constante erupción, lleno de sorpresas y contrastes.
S.: Aparte de sus películas, usted es reconocido como escritór, por los diarios que escribe durante el rodaje de sus películas...
W.H.: No hay que creer mucho en lo que pongo en esos diarios porque muchas veces, por la noche, cuando estoy preocupado y tenso por algún problema, cuando necesito canalizar mis ansiedades, entonces escribo e invento y me imagino que ocurren cosas, como cuando en el rodaje de "Fitzcarraldo", en el diario, digo que el barco se soltó y rodó y mató a varias personas, todo lo cual es falso pero me ayuda a canalizar todas mis ansiedades, todas mis pesadillas. Es como un exorcismo. Los diarios son una forma de combatir el insomnio que casi siempre me sorprende.
S.: ¿Cómo le han parecido los paisajes y los actores colombianos que ha conocido durante su permanencia aquí?
W.H.: Sorprendentes.

En el rodaje de "Cobra Verde" que se inicia en marzo próximo, Herzog trabajará con dos colombianos que párticiparon recientemente como ejecutivos en "La misión", Fernando Umaña y Salvo Basile.