SEMANA EN BRASIL
Las 11 postales de la selección en Brasil
Estos son los momentos inolvidables que la selección y los colombianos vivieron en el Mundial.
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El himno a capela en Belo Horizonte
Cuando la selección saltara a la cancha del Mineirao, la locura explotó.
El estadio tenía un aire barranquillero, teñido completamente de
tricolor y una fiebre amarilla inatajable. Y sonó el himno, aunque la
FIFA solo había programado la primera estrofa. Miles de voces
colombianas siguieron cantando como si nada, a capela. Un momento de
emoción intensa.
El gol de Miñía
Corría apenas el minuto 5 en el partido contra Grecia en el Mineirao. De
pronto, un pase largo de Juan Guillermo Cuadrado encuentra el pie de
Pablo Armero. El balón cruza la línea en cámara lenta, con dificultad,
rozando varios zagueros giregos. Pero entró. Fue el primer gol de
Colombia en un Mundial después de 16 interminables años. En el estadio
se gritó a rabiar, como si fuera el gol de un título.
Las celebraciones
Colombia sin duda se llevará el premio a los mejores festejos,
inspirados en la salsa choke y el ritmo de Miñía. Hubo para todos los
gustos: a lo zombie, con los brazos en alto, con pasito tás tás…
Los seis de James
Lo que hizo James en Brasil es de otro mundo: por lo menos un tanto en
cada partido, varias pinturas como el que le metió a Japón, la lucha por
ser el botín de oro y nada más y nada menos que uno de los golazos del
Mundial. De puro crack.
El récord de Faryd
Tal vez sea anecdótico que Colombia tenga el récord del jugador de más edad en una Copa Mundo, pero en realidad es una muestra de respeto a generaciones anteriores y a lo que han hecho por el fútbol nacional.
Un cerrojo en la zaga
Antes del Mundial, más de uno se mostró preocupado por la defensa. La verdad es que Mario Yepes defendió como si tuviera 10 años menos, tirándose al piso, atajando, salvándola in extremis. Christian Zapata supo manejar los espacios, anticipándose al rival. Y Ospina paró de todo, estirándose, puñeteando, dio pocos rebotes. Sacó 84 % de los balones que llegaron a su portería y salvó 21 tiros. Sin él, la aventura de Colombia en Brasil podría haber sido muy diferente.
El homenaje de David Luiz
Las lágrimas de James en el Castelao marcaron la eliminación de Colombia. Pero el equipo se fue aplaudido de pie por todos los hinchas brasileños y David Luiz, autor de un golazo contra Colombia, abrazó a James y le brindó un homenaje lleno de admiración.
La hinchada colombiana en todas partes
Antes del Mundial, la cancillería dijo que viajarían máximo 12.000 colombianos a Brasil. La avalancha fue muy superior. En Belo Horizonte o en Brasilia, los estadios estaban llenos de camisetas tricolores, por momentos parecían el Metropolitano de Barranquilla. La gente se disfrazó, mandó mensajes jocosos, se tomó sus aguardientes, compartió buses, aviones, se embutió en carros para ir a ver los partidos.
Las lágrimas del ‘Profe’
José Pékerman, para bien del equipo, tomó muchas distancias de los
medios de comunicación. Celosos de su intimidad y de la de sus
muchachos, son pocos los momentos de emoción que logran franquear esa
barrera. Después del partido contra Brasil, don José no aguantó y dejó
rodar un par de lágrimas.
Los récords rotos
Colombia llegó por primera vez a cuartos de final, un jugador marcó por primera vez más de dos goles en un partido (James y Jackson), se lograron 12 puntos en cinco partidos (antes la mejor participación eran una victoria, un empate y dos derrotas), fue cabeza de grupo, 12 goles que superan todo lo que se había hecho antes (cinco en Chile '62, cuatro en Italia '90, cuatro en Estados Unidos '94 y uno en Francia '98).
La bienvenida
En Bogotá, decenas de miles de personas madrugaron el domingo para
recibir a la selección en El Dorado, acompañarla en carvana y festejar
con ella en el Parque Simón Bolívar. Imágenes impresionantes.