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Tomás Carlovich, el séptimo hijo de un inmigrante yugoslavo, era un jugador de potrero.

ÍDOLO

Antes que Maradona y Messi, el ‘trinche’ Carlovich

Nacido en Rosario, la misma ciudad del astro del Barcelona, un jugador ha trascendido de ‘crack’ a leyenda. Su nombre se desconoce. Su apodo, más sonoro. Su apellido, inconfundible. Pero sus gestas sólo se transmiten sin exageración. Un jugador del que no hay registros fílmicos, pero del que José Pekerman es su principal admirador.

5 de marzo de 2012

El fútbol no nació en Maradona ni en Messi. Eso dicen en Rosario, ciudad argentina de la provincia de Santa Fe, donde el fútbol es más que un deporte, es un estilo de vida. Allí no paran los relatos en torno a un jugador, un preciado “número 5”, que para quienes lo vieron, ha sido el que mejor ha jugado a la pelota en todos los tiempos.
 
Tomás Carlovich, el séptimo hijo de un inmigrante yugoslavo, era un jugador de potrero. Se inició en Rosario Central y sólo jugó dos partidos en la primera división de Argentina.
 
Eran los años 70, y la revolución de los preparadores físicos, que impusieron su tendencia y disciplina por encima de la del talento natural, obligaron a Carlovich al exilio hacia la primera B Nacional, donde hoy River Plate apuesta por recuperar su grandeza.
 
Allí, enfundado en los colores del Central Córdoba, Carlovich empezó a ser llamado ‘Trinche’ y a hacer legión. José Pekerman, actual seleccionador de Colombia, y en ese entonces “fino y elegante número 5” de Argentinos Juniors (Buenos Aires), confiesa que Carlovich fue su referente. Marcelo Bielsa, exseleccionador de Argentina y actual técnico del Athletic Bilbao, dice que durante cuatro años se movilizó por los campos de la B sólo a ver al ‘Trinche’.
 
Carlovich, un jugador que fue expulsado en un partido pero que el árbitro reversó su decisión para no provocar alteraciones al orden público. O que la directiva de un equipo rival le hiciera un carné para que pudiera jugar, pues su público reclamaba la devolución del dinero si el ‘Trinche’ no salía a la cancha.
 
César Luis Menotti se atrevió a convocarlo a la selección Argentina (1976), pero nunca llegó a los entrenamientos. Dicen que después se excusó con el argumento que el río estaba muy alto y no pudo llegar a la capital.
 
El Independiente de Rivadavia, un equipo de la provincia de Mendoza, lo contrató. Carlovich exigió como adelanto un carro, el cual manejó hasta su casa en Rosario, pero jamás regresó al equipo que lo había fichado.
 
Un jugador cuyas gestas se desconocen. Nadie en el mundo conserva un video, un registro audiovisual de sus jugadas. Un jugador cuyas gestas sólo se transmiten por el voz a voz. Y no de cualquiera.
 
Michael Robinson, un afamado delantero inglés de los años 70 y 80 (campeón de la Champions con el Liverpool), y hoy uno de los más reconocidos periodistas deportivos en España, lideró un reportaje que recientemente fue emitido en su espacio Informe Robinson, del Canal +.
 
A continuación la historia de la leyenda Carlovich.