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BAJO LA MISMA CARPA

En un intento por recuperar aficionados el béisbol de Grandes Ligas rompe una tradición de más de 90 años.

14 de julio de 1997


ESDE EL VIERnes pasado el béisbol de las Grandes Ligas no es el mismo. Ese día comenzó un experimento que no sólo terminó con una tradición de más de nueve décadas, sino que desató una polémica que ha desencadenado ríos de tinta y largas discusiones entre los fanáticos de este deporte. Se trata del inicio de los primeros juegos interligas durante una temporada regular de béisbol.
Desde 1903 las novenas de la Liga Americana se enfrentaban entre sí durante la temporada y lo mismo hacían las de la Liga Nacional. Al final, los ganadores de cada liga disputaban la Serie Mundial. Este tipo de enfrentamientos interligas sólo era usual durante los entrenamientos de pretemporada, en los cuales se enfrentaban equipos que normal mente no juegan entre sí, como los Yankees contra los Marlins o los Mets contra los Medias Rojas. Y es precisamente ahí donde está la polémica.
Los más tradicionalistas comparten la opinión de Chipper Jones, jugador de los Bravos de Atlanta, quien ha dicho que estos enfrentamientos "le quitan el misterio que provoca el encuentro de los campeones de liga en los playoffs finales, pues hasta ahora uno tenía dos ligas que sólo se enfrentaban hasta la Serie Mundial".
Aquellos que están a favor argumentan que lo interesante de la propuesta es justamente la posibilidad de ver partidos regulares entre equipos que nunca han jugado entre sí o que sólo lo habían hecho en encuentros amistosos, lo que de paso permitirá establecer cuáles son los más fuertes y sobre todo ayudará a que los aficionados recuperen el interés por asistir a los estadios. Desde la huelga de 1994 la asistencia a los campos de béisbol ha disminuido cerca de un 15 por ciento.
La propuesta, que fue hecha a finales de 1995 por el Consejo Ejecutivo de Béisbol conformado por los dueños de los equipos y que tan sólo fue aprobada en marzo pasado por la Asociación de Jugadores, tiene un claro trasfondo económico. Con la creación de nuevos enfrentamientos o al hacer realidad durante la temporada regular partidos que sólo podrían darse en la Serie Mundial los propietarios de los equipos esperan recuperar los 300 millones de dólares que perdieron durante la huelga de 1994.
Lo curioso de todo este asunto es que el béisbol era el único de los grandes deportes en Estados Unidos en el cual no se efectuaban juegos interligas regulares, pues este tipo de enfrentamientos es usual desde hace muchos años en el baloncesto de la NBA, el fútbol de la NFL y el hockey de la NHL. Lo que nadie sabe todavía es qué tan rentable pueda llegar a ser para los dueños de los equipos este experimento. Y eso es algo que sólo se sabrá cuando termine la temporada en 'la gran carpa' en octubre.