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Barcelona - Manchester U.: final que vale más que una copa

Ambos equipos tienen tres Champions en sus vitrinas y el partido de este sábado (2:45 p.m.) significa el desempate. Pero la herida de 2009 cuando el Barça derrotó a los de Ferguson representa para los ingleses una ansiada revancha.

27 de mayo de 2011

Dos años después, el Barcelona y el Manchester, dos de los mejores equipos del mundo, se darán cita en Wembley para disputar la final de la Champions League, un partido que está plagado de simbolismos para ambos.

El encuentro anterior se dio en el 2009, en un partido que fue dominado por el equipo de Guardiola, quien ganó en ese entonces 2-0. Mañana, tanto el Barça como el Manchester lucharán por su cuarta Champions, y por subir un peldaño más en el escalafón europeo y así igualar al Bayer Munich y al Ajax.
 
Ganando o perdiendo, el Barcelona ha demostrado que está inmerso en un ciclo victorioso. Mirando hacia atrás, su hoja de servicios en Europa demuestra que está en su mejor momento: campeón en 2006 y en 2009, semifinalista en 2008, en 2010 y finalista en la presente edición.

El Barça cuenta con todo su equipo disponible en el momento decisivo; Eric Abidal está recuperado después de que le hubieran extirpado un tumor en el hígado, y también está Puyol, que viene de sufrir continuas molestias que lo dejaron sin jugar durante tres meses. Si Guardiola quisiera, podría alinear mañana a su equipo titular.

En la alineación barcelonista no parece haber muchas dudas. Como mucho, la posibilidad de que Guardiola dé entrada en el eje defensivo a Javier Mascherano y que Abidal se quede de salida en el banquillo, siendo así, Puyol jugaría de lateral zurdo.

No hay más. Valdés, que lucirá un buzo verde en honor a la que Zubizarreta vistió en la final de hace diecinueve años, será el portero titular.

Dani Alves, que se perdió la final de hace dos años en Roma por una sanción, jugará por la izquierda; Piqué espera acompañante en el eje defensivo -seguramente Puyol-, y por la izquierda sólo la falta de ritmo de Abidal pone en entredicho su alineación.

A partir de la defensa, no debe haber sorpresas: Sergi Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, en la media. Delante Pedro Rodríguez, David Villa y Leo Messi.

El argentino está llamado a ser el elemento desestabilizador de la final. El dos veces ganador del 'Balón de Oro' europeo está ante un gran reto. No ha conseguido marcar un gol en Inglaterra y mañana tendrá una ocasión inmejorable para quitarse una de las pocas 'espinitas' que le deben quedar en el fútbol a nivel de clubes.

Por otro lado el Manchester United, que también conquistó su primera Copa de Europa en el viejo Wembley -en 1968- jugará pensando en lo ocurrido hace dos años en Roma.

En la ciudad eterna, salvo los primeros diez minutos en los que un explosivo Cristiano Ronaldo llevó en jaque a la defensa barcelonista, los 'red devils' sucumbieron ante el juego de toque de los barcelonistas.

El equipo de Alex Ferguson perdió el partido en el centro del campo, donde el Barça no le dio ni una opción. Para mañana, el técnico del Manchester parece haber tomado nota y es muy probable que intente colapsar a los azulgranas en la medular para contrarrestar su superioridad técnica.

En la defensa el técnico escocés sólo tiene una duda: el lateral derecho. En partidos de corte más defensivo, el Manchester ha contado con John O'Shea, aunque lo habitual es que le dé protagonismo a Fabio o Rafael da Silva.

Si Ferguson se decide por el irlandés en lugar de alguno de los dos laterales brasileños, el planteamiento defensivo del Manchester será evidente. O'Shea tiene más experiencia, pero su aportación como carrilero no es comparable a la de los hermanos brasileños.

El guardameta holandés Edwin Van der Sar jugará su último partido. Los centrales Rio Ferdinand y Nemanja Vidic y el lateral zurdo Patrick Evra compondrán la zaga de los 'red devils'.

Y la presencia en el equipo titular del mexicano Javier Hernández marcará la alineación del Manchester. Si juega 'El Chicharito', Rooney actuará de media punta y formará una línea de cuatro en el mediocampo.

Si el mexicano no juega de inicio, la referencia ofensiva será únicamente Rooney. Entonces Ferguson aprovechará la proyección por las bandas de Valencia y Park; la creación de Giggs, así como la fiabilidad de Carrick y de Fletcher, quien seguramente volverá al equipo ya recuperado de un problema físico, para intentar maniatar al Barça.

Es el momento de la verdad, la posibilidad de conquistar la cuarta Copa de Europa para ambos equipos, la casualidad de cerrar un círculo iniciado hace unos cuantos años en Wembley.

EFE.