“Cada día me siento más orgulloso de dirigir a Santa Fe”

Wilson Gutiérrez es un hombre de pocas palabras. Irradia seriedad y humildad. Pero detrás de esa personalidad, en apariencia parca, está el capitán del barco que ha llevado a Independiente Santa Fe de vuelta a sus viejos tiempos de gloria.

En 2012, el conjunto cardenal consiguió la anhelada séptima estrella después de 37 años de sequía, en enero obtuvo la Superliga de campeones frente a su eterno rival, Millonarios, y hoy está metido en las semifinales de la Copa Libertadores de América, instancia a la que no accedía desde hace 52 años.

Todos estos logros, que le han devuelto la alegría a una de las hinchadas más sufridas del país, son el resultado del trabajo de este bogotano de 42 años que antes de convertirse en director técnico fue jugador y capitán del equipo cardenal.

Gutiérrez se formó en las divisiones inferiores del club albirrojo e hizo parte del plantel que, bajo la dirección técnica de Pablo Centrone, estuvo muy cerca de obtener la antigua Copa Conmebol a finales de 1996. Dicho subcampeonato, junto al de la Copa Merconorte de 1999, es el máximo logro a nivel internacional del ‘Expreso Rojo’ en sus 72 años de historia.

Pero ese antecedente podría pasar a un segundo plano si Santa Fe logra acceder a la final de la Copa Libertadores 2013. Algo con lo que todos los hinchas rojos sueñan y el ‘profe’ Gutiérrez también. “El hecho de que seamos una familia fuerte y unida nos ha permitido tener un buen rendimiento y llegar a donde estamos en la actualidad. La continuidad y la confianza de los jugadores han sido las claves del éxito”, dijo Gutiérrez a Semana.com.  

La carrera de Gutiérrez como entrenador empezó en 2006 cuando ofició como asistente técnico de Pablo Centrone, su maestro, en Alianza FC, club del fútbol profesional de El Salvador. Posteriormente trabajó en las divisiones inferiores de Santa Fe y fue técnico de Juventud Girardot, club de la segunda división en el fútbol colombiano, en 2010. Y en 2011 fue llamado por Arturo Boyacá para que lo asistiera en el primer equipo.

Tras la salida de Boyacá, Gutiérrez asumió el mando en septiembre del 2011 en medio del escepticismo y las críticas por parte de un sector de la hinchada cardenal. Sin embargo, a punta de trabajo demostró su oficio y capacidad como entrenador. Los resultados lo avalan y la hinchada no tiene más que agradecimientos por darles tantas alegrías y hacerlos soñar en grande.

“En este momento de mi vida soy completamente feliz. Cada día me siento más orgulloso de estar en Santa Fe”, concluye el D.T. rojo quien dice sentir la misma ansiedad antes de cada partido como cuando debía entrar al campo a defender los colores del club de sus amores.