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Celebran clausura de Juegos Olímpicos de Invierno

Cerca de 60 mil personas acudió el domingo al BC Place Stadium de Vancouver para dar cierre a 17 días de competencia.

1 de marzo de 2010

No se olvidaron de la muerte de un atleta georgiano, pero en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno lo que primó fue el gran festejo para los organizadores y sus atletas.

Una alegre multitud de 60.000 mil personas acudió el domingo al BC Place Stadium para la ceremonia de clausura, muchos de ellos todavía con el dulce sabor que les dejó el triunfo en el hockey sobre hielo con el que llegaron a 14 oros para imponer una marca en justas invernales.

Hace 17 días, en el mismo escenario reinaba un ambiente lúgubre debido a la muerte de Nodar Kumaritashvili.

"Estos juegos comenzaron con una pesadilla y acabaron con un sueño dorado", dijo Kevan Gosper, miembro del Comité Olímpico Internacional.

Los dirigentes del deporte canadiense se aseguraron de tocar los corazones de su gente al darle la bandera de su país a la patinadora Joannie Rochette, quien perdió a su madre unos días antes de lograr una medalla de bronce en el patinaje artísitico.

"Fue una semana dura, pero camino al estadio con una sonrisa en mi rostro porque logré mis metas", dijo la patinadora, quien junto con su delegación fue devorada por un rugido de la multitud cuando entraron al estadio.

No era para menos. Luego de una primera semana llena de dificultades, entre ellas la muerte del competidor de luge, Canadá vivió los últimos siete días más gloriosos en la historia de su deporte.

"Fuimos unos antes de estos juegos y seremos otros después de ellos", dijo John Furlong, presidente del Comité Organizador, que hizo todo lo que puedo para sortear muchos apuros.

Los canadienses reconocieron esos errores en la ceremonia de clausura. Al inicio de los juegos, hubo una falla mecánica que impidió que su ex atleta Catriona LeMay Doan encendiera el pebetero y para compensarla el domingo le tocó abrir los juegos encendiendo la parte del pebetero que le tocaba.

Luego vino la tradicional entrega de la bandera olímpica para los organizadores de Sochi 2014, quienes hicieron una presentación que duró unos 10 minutos y a ritmo de ópera mostraron partes de la ciudad que será anfitriona dentro de cuatro años, cuando los juegos invernales lleguen por primera vez a Rusia.

Casi al final, los canadienses se rieron de los esterotipos cuando salieron unos bailarines vestidos como su famosa policía montada, seguidos por más bailarines ahora disfrazados de jugadores de hockey y luego comenzaron a salir figuras representativas como alces, castores y bailarinas con la hoja de maple simulando alas.

La ceremonia concluyó con un concierto en el que actuaron figuras como Alanis Morissette, Nickelback, Neil Young y Avril Lavigne, entre otros.

AP.