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ANÁLISIS

Cinco claves de la nueva selección Colombia

Además de la victoria, la selección volvió a seducir por su estilo de juego. Si gana los cinco partidos que le quedan en Barranquilla, tiene abierta la puerta del Mundial Brasil 2014.

Armando Neira
11 de septiembre de 2012

1. Las formas son importantes. Uno de los hechos sobresalientes de esta selección Colombia es la limpieza con la que los jugadores asumen cada encuentro. James Rodríguez y Radamel Falcao simbolizan una generación de deportistas que respetan al rival, lo doblegan con inteligencia, lo vencen con habilidad. Jamás una patada alevosa, nunca una puesta en escena teatral para confundir al árbitro. Siempre caballeros en la cancha. Uno de los más recios es Abel Aguilar y su expulsión tuvo que ver una doble amarilla, la última de ellas, por una mano.

2. Colombia es pasión. Falcao García es hoy el tercer artillero de la Liga Española (después de Messi y Ronaldo) la más importante del planeta. Vale 60 millones de euros. Viene de darle triunfos continentales a Porto y ahora repite los logros con el Atlético de Madrid. Lucha cada balón, se arriesga con arrojo en cada jugada y vibra como pocos, ahí están como testimonio los ojos humedecidos al final del partido, diciendo que este triunfo lo hacía por el país. En las horas previas al encuentro había escrito en su cuenta de Twitter que estaba motivado por el latido del corazón de todos los colombianos.

3. La geografía del toque. Santiago Segurola, el cronista de fútbol en castellano más importante del planeta, decía hace un tiempo que Colombia jugaba bien pero que tenía un defecto: "Alguien debería explicarles geografía para que entiendan que la portería está al otro lado", en referencia a que se pasaban la pelota de lado a lado pero que no avanzaban. No solo era un juego improductivo sino que aburría hasta a las ovejas. En estos dos últimos encuentros se vio un equipo que tira hacia adelante. Incluso antes de la expulsión del chileno Medel, a Colombia le interesaba acorralar a Bravo. Pekerman tiró al cesto de la basura aquella tesis de tener que ir fuera de casa con tres volantes de contención. Macnelly y James son 10 puros que además abastecían de juego a dos delanteros natos: Falcao y Teo. Igual se jugó en Barranquilla. ¡Aprendimos geografía!

4. La súplica del 'Tano' Pasman. Casi todos los aficionados del fútbol moderno les piden a sus equipos que no se trata de que jueguen como el Barcelona (en ocasiones hace 25 pases seguidos) sino que al menos haga dos o tres. Así ocurrió con la selección ante Ecuador. La imprecisión era la constante. Pero ante Uruguay y Chile, hubo pasajes de diez, doce pases seguidos. Cada jugaba se tejía con precisión envidiable. El balón iba y venía, por lo que en Barranquilla y Santiago hubo momentos en los que el público coreó el ole.

5. Sí, sí Colombia. Raúl, el mítico delantero del Real Madrid y de la selección española, solía decir que el fútbol está en la cabeza. Que esta juega más que los pies. Es sorprendente el cambio que tuvo el aficionado con la selección. Después de la decepcionante derrota ante Ecuador, en el equipo se creía que la soledad iba a reinar en el Metropolitano el viernes pasado. En la madrugada del día del encuentro ante Uruguay había colas de los aficionados en busca de las últimas boletas. 40.000 personas acompañaron al equipo, un rugido se sentía en las tribunas, Carlos Vives cantó el Himno Nacional a capela, los jugadores levantaron su estado de ánimo, se sintieron valorados. La cadena de afectos los entusiasmó. Golearon, la gente celebró, los aplaudió de nuevo hoy y ahora los espera con entusiasmo para enfrentar a Paraguay. Colombia tiene 13 puntos si gana los cinco partidos que le quedan en casa hace 15 y suma 28: estará con la puerta abierta para ir al Mundial de Brasil 2014.