De la mano de Russo, Millonarios revive en Copa Libertadores

Miguel Ángel Russo volvió al Campin. El técnico argentino que sacó campeón a Millonarios y que volvía a jugar uno de sus torneos predilectos, la Copa Libertadores, debutaba en esta versión 2018 apenas en la tercera fecha del Grupo H. En algún momento se temió que no pudiera dirigir. Dos meses alejado de los entrenamientos e internado en un hospital para acabar con una bacteria que parecía consumirlo. El técnico nacido en Lanús hace 62 años, volvía a la vida. Volvía a dirigir. 

El primer "Ruuuussoo, Ruuuusooo" se oyó en la carrera 30 y en las terrazas de la tribuna de occidental cuando el profesor descendió del bus para ingresar al estadio. Fue el primero en bajar. Calle de honor de los empleados del club, y una ovación que se extendió hasta el vestuario norte. El que más duro se escuchó fue el que nació espontáneamente cuando empezó a sonar el himno nacional. Esta vez las notas que compuso el italiano Oreste Sindici ni se escucharon. El apellido del entrenador fue coreado por más de 20.000 espectadores, y se repitió después del segundo gol, del tercero, y del cuarto.  

Como por arte de magia, con el retorno de Russo Millonarios jugó el mejor partido del año. "Noche de gala!", la definió el entrenador en la rueda de prensa. Venció  al Deportivo Lara (Venezuela) y con goles. 4 a 0, en el que el protagonista dentro de la cancha fue Ayron del Valle, quien se destapó con tres goles.

Una noche mística en el estadio El Campín que recibió a su ídolo con gran cariño y el equipo le respondió a la afición y a su líder con un partido de ensueño. EL nombre de Russo se coreó durante todo el encuentro que recordarán por mucho tiempo quienes asistieron a El Campín.

El camino de la victoria lo abrió Del Valle en el minuto 20  finalizando una buena jugada colectiva en la que participaron David Macalister Silva y Jair Palacios. El delantero contó con la suerte del goleador pues no impactó la pelota de pleno pero sí encontró el fondo de la red.

Si en el primero había contado con la ayuda del destino, en el segundo no dejó duda de su calidad y marcó una joya de antología con una volea desde fuera del área con la que colgó al arquero Carlos Salazar desatando la locura de la fanaticada azul en el minuto 35.

Aunque todavía faltaba otro golazo en la noche capitalina. Elicer Quiñones conectó una pared con Felipe Banguero que  cerró con un precioso disparo que entró de pica barra en el arco sur del Estadio El Campín cuando transcurrían 67 minutos.

Aún faltaba la cereza del postre. En un contragolpe a toda velocidad, el conjunto local tomó mal parado a su rival y en una jugada que inició Del Valle desde propio campo, Juan Camilo Salazar le devolvió cortesía al mismo Ayron, que con al arco solo logró el gol por el que se llevó la pelota  a casa.

Un partido redondo para el conjunto embajador, que ganó, goleó y gustó, concretando de esta manera su mejor presentación del 2018.

Un partido que ilusiona pues Millonarios sigue vivo en el certamen continental y tiene aún tres partidos para pelear por ser uno de los dos clasificados del grupo G. Ahora lidera su zona con 4 puntos, teniendo en cuenta que Corinthians(4 puntos) e Independiente (3 puntos) tiene un partido menos.

Fotos John Hamon y Sergio Acero.