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Duelo de titanes

Luego del triunfo del ajedrecista Gary Kasparov sobre una computadora, el futuro del juego ciencia parece estar en manos de las máquinas.

27 de noviembre de 1989

Al finalizar la sesión todo el mundo respiró con alivio. Al menos los humanos. El supercampeón de ajedrez, el soviético Gary Kasparov, venció en los dos juegos en que se enfrentó a Deep Thought -Pensamiento Profundo-, la computadora para ajedrez más avanzada del mundo. Con el triunfo en las dos partidas jugadas el pasado 22 de octubre, Kasparov no sólo venció al más frío y calculador de todos sus oponentes sino que salvó, al menos por el momento, el honor de la raza humana.
Construída por un grupo de científicos de universidades norteamericanas, Pensamiento Profundo ha derrotado a las mentes más poderosas del ajedrez mundial, incluido el gran maestro danés Bent Larsen, próximo rival de Kasparov por la corona mundial. El pasado 22 de octubre, en la Academia de Arte de Nueva York, la máquina se enfrentó a su mejor rival y salió perdedora a pesar de su amplia capacidad. La primera partida se resolvió tras 53 movimientos y la segunda, con un Kasparov que ya le había cogido el tiro al contrincante, sólo llego a los 37 movimientos. El soviético jugó con las fichas negras y frente a él, manejando un teclado y una pantalla, el ingeniero Murray Campbell -uno de los científicos que desarrolló la máquina- alimentaba la memoria del computador con los movimientos del rival.
Pensamiento Profundo tiene capacidad para analizar 720 mil movimientos por segundo y dentro del ranking de la Federación Internacional de Ajedrez tiene un puntaje cercano a los 2.500, como resultado de haber vencido a serios oponentes en pasadas actuaciones. Por su parte, Kasparov, el mejor jugador en la historia, tiene el récord absoluto con 2.795 puntos, 15 más que el ex campeón norteamericano Bobby Fischer.
Al finalizar el encuentro, los creadores de la máquina no se mostraron disgustados por el resultado y, por el contrario, afirmaron que un empate habría sido considerado todo un triunfo en vista de las cualidades del retador. Kasparov, quien en ningún momento se sintió acorralado por Pensamiento Profundo y logró "desconcertar" a la máquina con sus movimientos ofensivos, fue aún más lejos en sus declaraciones: "Las computadoras tienen su sicología también. Si uno conoce bien al computador, puede anticipar sus movimientos. Algunas veces puedo visualizar el siguiente movimiento que hará una computadora".
Pero esta victoria no da muchas esperanzas. Los diseñadores de la máquina afirmaron que ya están trabajando en la sucesora de Pensamiento Profundo, una máquina que podrá analizar un billón de jugadas por segundo y que estará lista en los próximos cinco años. Según especialistas tanto en computación como en ajedrez, el reinado de los hombres en el juego ciencia está llegando a su final. El propio Kasparov, con un dejo de humor pero no sin cierta preocupación, al conocer la noticia de la nueva máquina dijo que "todavía me quedan cinco años como campeón. Pero no me imagino viviendo con la certeza que un computador es más fuerte que la mente humana. Yo reté a Pensamiento Profundo para proteger a la raza humana".
Por ahora, fuera del orgullo de ser uno de los pocos hombres que no ha sido superado por Pensamiento Profundo, Kasparov cuenta con los lO mil dólares que le pagaron los patrocinadores del match, dos compañías de informática y computación. Al final de la sesión lo que quedó en claro es que no esta lejana la fecha en que no haya un solo hombre capaz de medírsele a una máquina de estas. Por eso, ese día en Nueva York el comentarista deportivo Shelby Lyman no descartó la posibilidad de que creen dos campeonatos mundiales de ajedrez: uno para computadores y otro para humanos.-