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El mundo a sus pies

Después de un título de la Cart y su gran triunfo en Indianápolis, la gran pregunta es: ¿Qué sigue para Juan Pablo Montoya?

3 de julio de 2000

Con su victoria en las 500 Millas de Indianápolis, Juan Pablo Montoya está en boca de todo el mundo. No solamente por el logro en sí sino por las repercusiones que pueda tener éste para su futuro en la Fórmula 1. Con su victoria en Indy, y sin importar cómo le vaya en la Cart, Montoya puede decir que ya pasó el año.

Hasta hace unas semanas el tema de Juan Pablo Montoya había bajado mucho. La falta de suerte y los errores por parte de su equipo lo habían alejado de los titulares por unos meses ya que, a pesar de su excelente trabajo en todas las carreras, los resultados no llegaban y el panorama para la mayoría de gente no era muy alentador.

Sin embargo su victoria llevó de nuevo al colombiano a los titulares, sobre todo en Estados Unidos. El ganar en su primera visita al peculiar ovalo de 2,5 millas dio aún más importancia a su hazaña, además del hecho de venir de la serie rival de la Indy Racing League, la Cart, y hacerlo con el mejor equipo de la categoría, el Target Chip Ganassi.

Con esta victoria tan aplastante en terreno desconocido, el piloto colombiano logró el único triunfo más importante que podía obtener tras ganar la Cart el año pasado, pues la popularidad de las 500 Millas está por encima de cualquier otra competencia. Su futuro no está atado para nada a si gana de nuevo o no el Campeonato Cart, que de hecho aún no está fuera de su alcance.



El futuro inmediato

Para Juan Pablo Montoya las 500 Millas de Indianápolis ya están en el recuerdo y allí se quedarán por siempre. Aunque tuvo unos días más de lo acostumbrado para disfrutar de una victoria, debido a todo el revuelo que ésta generó, ya está totalmente enfocado en tratar de ganar de nuevo.

Si bien las cosas no han rodado hasta ahora como se esperaba el campeón reinante de la categoría ha hecho la mejor labor que ha podido en medio de difíciles momentos que le han dado mucho más trabajo que el año pasado. La mala suerte, incidentes en la pista y en pits, además de los problemas normales que trajeron los cambios dentro del equipo, le hicieron quedar fuera de competencia en las tres primera válidas pero el progreso se ha hecho evidente en las dos últimas carreras.

En Japón nadie duda que Montoya hubiese ganado de no ser por el desafortunado contratiempo en la última parada en pits, y en Nazareth por los incidentes en la pista, que le reportaron un pinchazo y un daño en un alerón, los que fueron compensados por espectaculares sobrepasos en un circuito muy estrecho y por el excelente trabajo en los pits por parte de su equipo, lo que le permitió sumar otros puntos más para el título.

Los motores Toyota han mejorado considerablemente en el primer tercio del campeonato, no sólo en rendimiento sino también en confiabilidad, ya que el número de daños ha disminuido de manera importante. El equipo parece trabajar mejor cada vez y todo apunta a una recuperación del auto. Aún queda la duda sobre qué tan buen trabajo realice Bill Pappas en los complicados circuitos callejeros, después de lo que se vivió en Long Beach, pero algo que ayuda a esto es la gran confianza mutua y la buena relación que han construido recientemente piloto e ingeniero.

Otro factor relevante que hay que tener en cuenta es que este año, a diferencia del anterior, no parece haber ningún piloto que tenga un dominio claro en el campeonato y que se haya mostrado constantemente en punta como Montoya. El año pasado era Franchitti o Montoya, pero este año no parece haber otro piloto con una contundencia similar a la del colombiano. Paul Tracy es tal vez quien más se aproxima a esto, pero aún le falta mostrar más velocidad pues sus posiciones de partida, si bien han dado más mérito a sus actuaciones en carrera, también le han quitado algo de peso a su reputación de piloto rápido.

Será cuestión de que todo encaje en su lugar, como en Indianápolis, para que Montoya empiece a sumar victorias y tal vez en menos de cuatro carreras ya podría estar de nuevo en la pelea por el título. La tendencia ha sido mejorar en cada evento y si continúa así el colombiano podría repetir laureles en noviembre de este año.



El 2001 para Montoya

Así como en Estados Unidos fue muy sonado el triunfo de Montoya en Indianápolis, en Europa también fue tema de primera plana, especialmente para los ingleses, quienes ven amenazado el futuro de su más prometedora estrella en el automovilismo, el joven de 19 años Jenson Button, quien corre su primera temporada en la escudería Williams.

Los rumores sobre el posible paso de Juan Pablo a la Fórmula 1 para el año entrante están en todas partes. La revista Autosport, la más importante publicación de automovilismo en Europa, habla casi a diario de lo que puede suceder en la disputa por una silla en Williams entre Montoya y Button, ya que el prestigio del colombiano crece como la espuma. Especialmente por el hecho de haber ganado en la Fórmula 3000 y haber sido piloto de pruebas de la Williams.

La escudería, campeona del mundo en varias ocasiones, estaría lista para volver a ganar el próximo año o a más tardar en 2002, y necesita un par de pilotos que le aseguren que pueden llevar su auto a la meta delante de los McLaren y los Ferrari. En este momento el motor BMW tiene algunas desventajas frente al Ferrari y al Mercedes de McLaren, pero en potencia están muy cerca. El chasis de Williams de este año está a la par, si no mejor, que el de Ferrari, por ejemplo, lo que muestra que el equipo ha encontrado nuevamente el camino hacia la cima que perdieron hace un par de años con la salida de Renault de la Fórmula 1 y la partida de su ingeniero estrella Adrian Newey a McLaren.

Montoya ha sido contactado por otros equipos de la Fórmula 1, que ven en él un piloto capaz de ponérsela muy difícil a un Michael Schumacher. Jaguar y Renault (antes Benetton), que regresa a la Fórmula 1 oficialmente en 2002, son otras posibilidades que podría tener el colombiano ya que en ambas escuderías habrá vacantes para el año entrante ante la posible salida de Johnny Herbert y Alexander Wurz, respectivamente. La silla de David Coulthard en McLaren está otra vez muy comprometida y allí podría abrirse otra oportunidad para Montoya, aunque es la más difícil.

En ese año habría aun más posibilidades ya que se sumaría Toyota, escudería que ve en Montoya el piloto ideal para iniciar su carrera en la Fórmula 1. Pero todo esto está sujeto a lo que Chip Ganassi y Frank Williams decidan.

Frank Williams tiene también manejo sobre el futuro del colombiano y ya le solicitó a Ganassi conocer la posibilidad de devolverle a Montoya un año antes de que finalice su contrato con él para que esté el año entrante de nuevo en la Fórmula 1. Williams sabe que el tema de Montoya ha tomado mucho vuelo y muy seguramente se mantendrá hermético al respecto hasta que se resuelvan la situación con Ganassi y el destino de su piloto Jenson Button con la escudería.

El de Juan Pablo es un futuro lleno de posibilidades. Todo gracias al inmenso talento y la capacidad que ha demostrado una y otra vez, no sólo en Indianápolis sino cada vez que sale a la pista. Lo mejor está por venir.