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| Foto: Fotomontaje SEMANA

ELIMINATORIAS 2018

Extrañas coincidencias rodean el duelo Argentina y Perú

En el estadio de la Bombonera ambos equipos se juegan su chance para clasificar a Rusia. Una cancha que tiene buenos recuerdos para los peruanos y malos para los albicelestes.

5 de octubre de 2017

Una vez más Perú y Argentina se verán las caras en un partido determinante. Como ocurrió en el 2009, con el gol agónico de Palermo, o como sucedió en el mundial de 1978, peruanos y argentinos se jugarán un partido a muerte, esta vez con la clasificación al mundial de Rusia 2018 en juego.

El estadio que albergará la contienda será la Bombonera, estadio de Boca Juniors. Intimidar y presionar fueron las razones para dejar el Monumental de River y sus 65.000 espectadores con la excusa de que la cancha podrá ser determinante para quebrar a los peruanos. Si pesa mucho o no la Bombonera, si la presión, si el mayor descanso peruano incide... Todo por ahora esespeculación.

Pero como buenos cabalistas, a los argentinos esa cancha no les trae buenos recuerdos. La única vez que se quedaron fuera de un mundial fue en la Boca. Y ante Perú.

Las semejanzas con aquel partido del 31 de agosto de 1969 no solo son abrumadoras, sino que tiene al borde de los nervios a los gauchos. Como sucede en la actual eliminatoria, la Selección Argentina llegaba al partido contra Perú en medio de una crisis administrativa y futbolística. La AFA había sido intervenida por la dictadura y el técnico de los gauchos era el maestro Adolfo Pedernera, que se convertía en el tercer entrenador de la albiceleste en un año y medio. Tres técnicos, como en la actual eliminatoria, pues la selección ha pasado por las manos de Tata Martino, Patón Bauza, y ahora Jorge Sampaoli. 


Las esperanzas de los argentinos estarán en la pierna zurda de Lionel Messi. Foto: AFP

Los peruanos se encuentran adportas de una oportunidad histórica. El partido con Argentina podría romper una racha de 32 años sin ir a un mundial y recuerda la hazaña de 1969, cuando se jugaban el chance de regresar a un campeonato del mundo tras una ausencia de 40 años.

Los albirrojos asistieron a la primera edición del Campeonato Mundial de Fútbol en Uruguay en 1930 como invitados y desde allí todos los intentos por calificar fueron en vano.

El panorama para Argentina era diferente. Los albicelestes participaron de todas las ediciones de la Copa del Mundo, salvo las de 1934 y 1938, en las cuales decidieron no asistir. Para la clasificación al mundial de México, los argentinos compartían grupo con Bolivia y Perú, rivales que en el momento eran considerados un trámite por la prensa deportiva.  Pero dos derrotas consecutivas contra Bolivia en La Paz y contra Perú en Lima pusieron contra las cuerdas a los argentinos.


El once inicial de la selección peruana el 31 de agosto de 1969. Foto: Archivo partícular.

La albiceleste estaba al borde del precipicio, pero los peruanos perdieron en La Paz y ganaron en Lima y la esperanza volvió a renacer en tierras gauchas. Jugando en la cancha de Boca, los argentinos vencieron por la mínima diferencia a Bolivia. El resultado dejaba la suerte de la albiceleste en sus manos y llegaron con vida al encuentro decisivo. Una victoria de los argentinos les aseguraba una nueva participación en un mundial.

Pero la selección peruana, de la mano de jugadores como Héctor Chumpitaz y Teófilo Cubillas dio el golpe. Un gol en el minuto 70 de los peruanos, de la mano de Oswaldo Ramírez, elevó los nervios de los argentinos, que veían como se les escapaba el mundial ante sus ojos.

El público señaló a Pedernera por la alineación. El exjugador y leyenda de River Plate y Millonarios había dejado en el banco a Alberto Rendo, figura y reclamado por toda la Bombonera. El técnico escuchó a la gente y en el segundo tiempo lo alineó. El jugador, a la postre, terminó siendo la figura de los albicelestes. 

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Alberto Rendo, delantero de la selección argentina. Foto: El Gráfico

El delantero ingresó y de inmediato logró interferir en el marcador. Miguel Ángel Brindisi puso un balón filtrado que Rendo controló y en una carrera hacia el área de Perú fue derribado por un defensor. Penal y gol. Empate en el marcador.

Pero poco duró la euforia de los argentinos. Un minuto después del gol que convirtió Rafael Albrecht y que igualaba el marcador, los peruanos se adelantaron en la planilla. Otra vez Oswaldo Ramírez, que previo a ese partido no había hecho un gol oficial con la selección, se anotaba en el marcador por segunda vez. El silencio en la Bombonera era sepulcral. La cancha de Boca parecía un funeral.

Un tardío gol de Rendo no pudo consolar la tristeza. La Selección Argentina se quedaba afuera del máximo evento deportivo y la Bombonera fue el escenario de la mayor tragedia futbolística del país donde el balón es una religión.

“La derrota con Bolivia. La derrota con Perú. La posibilidad de que Bolivia le gane a Perú. De que Perú le gane a Bolivia... Así vivimos por espacio de un mes mezclando angustias con esperanzas...entre la vida y la muerte. Después le ganamos a Bolivia con un penal prolongando una semana más la agonía... Ahora Perú clausuró definitivamente el proceso”, escribió el cronista argentino Osvaldo Ardizzone en la revista El Gráfico.

Los periodistas deportivos de la época, aunque lamentaron la eliminación, no se sorprendieron por ello. “Creo que nuestra selección no podía nunca ganar este partido”, escribió Osvaldo Ardizzone en su crónica, que tenía un título que retrata en cuatro palabras aquel episodio: "Perú escribió el epitafio".

El Gráfico le achacó la responsabilidad a la falta de juego colectivo por parte de los argentinos. “El hombre que influye es Rendo, como antes lo había sido Marcos y por momentos Brindisi. El resto no cambia. El resto no se adhiere, no se solidariza a lo que imponen Rendo o Marcos”, reseñaba la crónica. Un artículo que asusta por su similitud con la situación actual de los albicelestes con el crack Lionel Messi.


El entrenador de la selección peruana, Ricardo Gareca, anotó 6 goles con la camiseta de Argentina. Foto: AFP

Perú, tres técnicos, la Bombonera. Puede ser casualidad pero son elementos que tienen inquietos a los argentinos. Menos a uno. Ricardo Gareca, ídolo del América de Cali, es el hombre que tiene soñando a los incas con un mundial, en su calidad de director técnico. Un hombre que ya sabe lo que es clasificar a un mundial, pues marcó el gol con que Argentina fue a México 86. También sabe lo que es jugar en la Bombonera, pues fue delantero de Boca. Sabe que en esa cancha puede volver a ser protagonista de la historia.

Y como sucedió en 1969, este jueves Perú y Argentina se vuelven a ver las caras en un encuentro decisivo y en un estadio que trae recuerdos alegres para unos, y amargos para otros. Una cancha que tras esa pesadilla no volvió a recibir a la albiceleste en 28 años —hasta el día del empate contra Colombia con gol del Pibe Valderrama—, y que 48 años después quiere sacarse el fucú de ser el estadio en el que la Argentina no fue por primera —y única— vez a un mundial.