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EN LOS JARDINES DE ESPAÑA

Luis Herrera, el famoso jardinerito, da que hablar en la Vuelta a España.

1 de junio de 1987

Mientras la altura frustraba las aspiraciones de la selección colombiana de conseguir un cupo para las olimpiadas de Seúl en el marco del suramericano de Bolivia daba un valioso empujón a la mayoría de los ciclistas colombianos en España. El repunte colombiano en la ronda ibérica se inició el pasado miércoles cuando, en una etapa que finalizó con un moderado ascenso a Andorra Luis Herrera entró en tercer lugar ascendiendo al octavo en la general a 2.38 minutos del líder Sean Kelly quien no se ha mostrado tan sólido en la montaña como para justificar plenamente su favoritismo. El jueves con el segundo lugar obtenido en la etapa que llegó a Cerler, Lucho subió al cuarto puesto de la general haciendo renacer las ilusiones colombianas de lograr por lo menos la camiseta de la montaña y hacer una decorosa presentación. En esa etapa el alemán Raymond Dietzen del equipo santanderino Teka, se ubicó como líder transitorio de la prueba gracias al coraje que siempre ha mostrado y a que en la montaña si bien no es muy fuerte, generalmente no pierde mucho tiempo. Pero el reinado de Dietzen parecía efímero al final de la semana por la falta de un equipo fuerte que lo respalde en una prueba tan exigente.
A pesar de las críticas que algunos técnicos españoles hicieron al colombiano Niño por enviar a sus hombres al ataque desde los primeros repechos fuertes en la etapa del jueves todo indica que el conocimiento que tiene de sus corredores le permite escoger el punto más adecuado para montar un ataque que los lleve a mejorar posiciones sin hacer esfuerzos que en el futuro se paguen a un alto precio. Esto parece demostrar que para los ciclistas colombianos es mejor tener un técnico que conozca su idiosincracia aunque no presente grandes pergaminos técnicos a un genio de la estrategia desconocedor de su ambiente. En los estrategas colombianos Raúl Meza y Niño se encuentra una acertada síntesis de conocimientos técnicos y humanos sobre sus pedalistas, que les permite sacar el mejor provecho posible de sus capacidades.

BARAJA DE CANDIDATOS
Después de algo más de una semana de competencia, las escuadras colombianas ya tienen claridad sobre los hombres que estarán en la lucha por las mejores posiciones: en el Café de Colombia Lucho Herrera, pese a que los comienzos de temporada no le favorecen, se muestra como la carta más fuerte a jugar junto a Henry Cárdenas, respaldados por una excelente labor de sus coequiperos Abelardo Rondón (quien debió abandonar en la jornada del viernes 1°), Israel Corredor y Martín Ramírez, entre otros. En el equipo Postobón, ante la defección de Pablo Wilches y Omar Hernández por problemas de salud, Oscar de J. Vargas aparece como hombre fuerte de la escuadra con una gran regularidad y atento siempre a los movimientos que hay en el lote, acompañado por sus coequiperos entre los que se destacan Néstor Mora, Gerardo Moncada y Héctor Julio Patarroyo .
De los colombianos que corren para equipos españoles, el caso más decepcionante es el de Francisco Rodríguez de quien se esperaba volviera a la forma física y anímica que lo llevó a lograr el tercer puesto en la vuelta del 85. Tal parece que los problemas de Pacho no lo abandonan, poniendo incluso en entredicho su continuación con el equipo BH. Samuel Cabrera ante su baja forma, se encuentra haciendo labor de respaldo para el español Angel Arroyo, quien se afianzó en el liderazgo del equipo Reynolds. A diferencia de su compañero de equipo Alirio Chizabas, quien ha afrontado quebrantos de salud que lo obligaron a abandonar a finales de la semana pasada, Carlos Emiro Gutierrez realiza una aceptable labor de equipo en la escuadra del Kelme, con buenas perspectivas de ascender en la general en las etapas de montaña que faltan, además de un desempeño regular en las etapas planas.

EL PUBLICO RESPONDE
Si bien es cierto que al comenzar la vuelta el público colombiano se mostró un tanto lejano en comparación con el entusiasmo mostrado en años anteriores, con el transcurrir de las etapas y el repunte de los corredores nacionales el ciclismo vuelve a copar el interés de los colombianos, pendientes todas las mañanas de la transmisión que en directo desde carretera hace R.C.N., con entrevistas diarias a los técnicos colombianos antes y después de cada jornada, ofreciendo asi la posibilidad de saber lo que piensan, en las buenas y en las malas, los estrategas nacionales.
Así las cosas, lo que quedaba planteado al cierre de esta edición era que los colombianos, y en particular "El Jardinerito" Herrera, estaban para buenas cosas en esta Vuelta a España y, a la larga, en esta temporada 87. Sin embargo, es importante que no se pierdan las perspectivas de lo que realmente pueden hacer Lucho y los demás escarabajos. El mismo Herrera se niega a mostrarse triunfalista: "Yo creo -dijo el viernes a la radio- que puedo quedarme con la montaña y estar entre los cinco primeros lugares. Si me pongo la camiseta de líder o si gano la vuelta, eso estará muy bien". Aun el sábado, cuando la inminencia de la gran montaña lo podía ilusionar más, conservó el tono y, antes de lucirse en el podio tomando de una bota de manzanilla, confesó que estaba rindiendo más de lo que él mismo esperaba.
Las cartas están sobre la mesa y el público ya lo sabe. Por eso, después de la eliminación de la selección preolímpica del torneo de Bolivia, los aficionados colombianos han comenzado a prender sus velitas por Luis Herrera.