En Santa Fe revelaron razón clave por la que el clásico acabó en pelea con Millonarios

Millonarios e Independiente Santa Fe jugaron un clásico más en la historia del fútbol capitalino. En esta oportunidad, no hubo ganador, un empate 1-1 fue el resultado final cuando el juez central decretó el término del partido.

Aunque el duelo en general dejó algunos aspectos positivos en lo deportivo, las imágenes que realmente trascendieron fueron las de las peleas al final del partido, en que hubo enfrentamientos cara a cara, tirones de camisetas e insultos de todo tipo.

En los últimos minutos del clásico, después de un saque de banda apresurado en la esquina suroeste del estadio, Julián Millán y Delvin Alfonzo se vieron envueltos en una acalorada discusión. El lateral agarró a su rival por la camiseta y este, visiblemente molesto, le dio dos manotazos para zafarse.

Lo que parecía una confrontación aislada entre dos jugadores, rápidamente se convirtió en una situación más compleja, con más involucrados. Incluso el entrenador, Alberto Gamero, tuvo que salir corriendo de su zona técnica para calmar a sus jugadores.

Además, Gamero, con su experiencia, sabía que Santa Fe intentaría provocarlos para sacarles de quicio y forzar una tarjeta roja en caso de que un jugador azul cometiera una agresión. Una expulsión podría resultar costosa, ya que la Dimayor impondría dos fechas de sanción si la tarjeta era directa, lo que también podría dejar a un jugador fuera de una eventual final.

Cuando finalmente se resolvió el primer altercado, otro comenzó en otra parte del campo con más jugadores involucrados. Fue entonces cuando apareció Falcao García, quien, preocupado, trató de calmar a los jugadores de ambos equipos para evitar que la situación se desbordara.

Esos momentos de preocupación no acabaron allí, se pasaron luego a los camerinos, desde donde salió un video en el que se vio jugadores, de lado y lado, protestarse entre sí, demostrando el malestar que seguían teniendo.

Daniel Torres destapa la razón de la pelea

En la rueda de prensa luego del juego, los medios de comunicación despejaron las dudas sobre las razones que llevaron a ese momento de agresiones en medio del estadio El Campín. Daniel Torres, referente de los rojos, y Pablo Peirano, entrenador, lo contaron todo.

Quien hizo referencia inicialmente al hecho fue el volante, que echó el agua sucia a los azules, pues estos, al parecer, al sentirse temerosos de perder, cambiaron la forma de jugar: “Cambia cuando el partido se pone en control nuestro y a punto de ganarlo”.

Defendiendo desde todo punto de vista a la institución que representa, Torres señaló que él y sus compañeros en ningún instante se escondieron por ir en busca del juego, contrario al plan que percibió de los rivales.

“Es muy fácil sonreír y jugar bonito cuando se va ganando, pero cuando se tiene el peligro, ese nerviosismo de estar a punto de perder el partido, que lo podemos perder, ahí ya es diferente, y ante ello, Santa Fe no tira para atrás”, dijo el referente.

De acuerdo con esa mencionada cronología fue que terminó dándose la pelea en el campo, y que luego tuvo una segunda parte al interior de El Campín: “Nos paramos firmes, ellos quisieron disputar, lo disputamos y por eso se da como termina”.

Pablo Peirano minimizó el hecho así: “Acá ningún jugador, ni de ellos ni de nosotros, levantó la mano en ningún momento, hubo un poco de empujones, en realidad éramos más los que estábamos ahí separando para que no pasara nada, que alguien que se enojó, algún jugador que quedó cara a cara. Cosas del momento”.

“Es importante que estemos separando cuando se enfrentan un par de futbolistas, que quede una discusión corta. Después, ahí en la salida, porque es muy angosta, todos buscando separar. Cosas que no pasaron a mayores”, cerró el uruguayo.