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Entre las grandes

Fabiola Zuluaga logró la actuación más importante en la historia del tenis nacional, pero si se lo propone puede todavía conseguir puntos más altos en una temporada que para ella será definitiva.

2 de febrero de 2004

Al comenzar el año, Fabiola Zuluaga dejó en claro que su propósito para esta temporada era meterse entre las 20 mejores tenistas del circuito profesional. Y en menos de un mes empezó con pie derecho a forjar una meta que la mayoría de los colombianos veía imposible. La dificultad de la tenista de avanzar a una tercera ronda en un Grand Slam no permitía pensar ni a los más optimistas que en el Abierto de Australia, Fabiola Zuluaga llegaría a las semifinales para quedar ubicada entre las cuatro mejores de un torneo en el que participan 128 competidoras. Y este hecho no sólo se convirtió en el triunfo más importante en la historia del tenis colombiano, sino que abrió un camino de ilusiones para la tenista nacida en Cúcuta hace 25 años.

Al cierre de esta edición se hablaba de que Fabiola estaría a pocos puntos de meterse entre las 20 mejores después de llegar al torneo en la posición 32. Pero más allá de eso -con toda la temporada por delante-, lo importante es que Fabiola jugará con mucha más confianza, la principal arma del tenis. "Yo creo que lo que me falta es seguir jugando más partidos para ser Top 10. A esta altura ya es difícil cambiar un golpe, o cambiar un estilo de juego. Lo más importante está en la cabeza, en la mentalidad, y creo que esto es un golpe anímico muy positivo que será clave", dijo la tenista a SEMANA.

Y esa fue la impresión que dejó en el duro partido ante la belga Justine Henin, la número uno del mundo. A pesar del resultado adverso 2-6 y 2-6, la cucuteña jugó un muy buen tenis, sin complejos y con una actitud que sorprendió a quienes esperaban un juego mucho más desigual en el mítico Rod Laver Arena de Melbourne. Henin, campeona de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos en 2003, demostró todo su poderío, pero su rival no se acobardó ni un segundo. Irónicamente, pues el resultado fue adverso, Fabiola jugó su mejor partido del torneo.

Zuluaga tuvo una exigente pretemporada antes de llegar a Melbourne. A finales de noviembre trabajó la parte física en Bogotá, junto a su entrenador, el español Ricardo Sánchez. "Fueron dos semanas de puro trabajo cardiovascular en el que casi no juegas, es un trabajo que busca resistencia", dijo Fabiola. Y desde el primero hasta el 23 de diciembre entrenaron en Cartagena jugando partidos de preparación todos los días antes de emprender la primera gira del circuito por territorio australiano.

Fabiola comenzó derrotando 6-3, 6-2 a la japonesa

Shinobu Asagoe, número 41 del mundo. En segunda ronda superó a la argentina Mariana Díaz-Oliva 6-3 y 6-4, jugadora que alcanzó a ser la 40 del mundo en 2001. En la tercera ronda, que siempre había sido la piedra en el zapato para la colombiana, pudo imponerse a la norteamericana Jill Craybas en tres sets para, ya con ese triunfo, hacer historia. Pero lo mejor estaba por venir. En octavos de final, sin jugar muy bien, derrotó a la húngara Aniko Kapros, 6-4, 6-2, y obtuvo su paso a los cuartos de final ante la francesa Amelie Mauresmo. La suerte también acompañó a Zuluaga pues Mauresmo tuvo que retirarse por una lesión en su espalda, y así llegó a la semifinal ante la gran favorita Justine Henin.

Por ser siembra número 32, Zuluaga contó con un cuadro muy favorable para ella, pero no para mirarlo como mucha gente piensa despectivamente al asegurar que les ganó a jugadoras de bajo nivel. Si se llegan a esas afirmaciones también toca mirar de la misma forma a Kim Clijsters, Justine Henin o Lindsay Davenport, que también superaron a algunas desconocidas en las mismas instancias. Las siembras tienen sobre el papel la ventaja de jugar con tenistas que no están muy alto en el ranking mundial. Y si Fabiola se mete entre las 20, en teoría, sus primeras dos rondas en los principales torneos no deben ser tan complicadas. Pero todo eso es sólo teoría porque, para no ir muy lejos, Venus Williams cayó en tercera ronda en Australia ante su compatriota Lisa Raymond, 30 del mundo y que nunca había pasado de la tercera ronda del torneo, al igual que Zuluaga.

Fabiola también tumbó el mito de que sólo las latioamericanas pueden jugar bien en superficies de polvo de ladrillo. Aunque en Colombia son casi inexistentes los campos de entrenamiento con canchas rápidas, Zuluaga demostró que ya puede jugar bien en donde sea. En Australia mostró una gran mejoría en su primer saque con una efectividad del 58 por ciento. Tuvo además un promedio inferior a dos doble faltas por partido, hecho que también habla de su efectividad en el servicio. Lo que todavía le resta mejorar, si se miran las estadísticas, es el control de errores no forzados. En su partido contra Craybas llegó a cometer 68 errores, y en total cometió un promedio de 35 por partido.

Un largo camino

Fabiola juega tenis desde que tenía 7 años y muy pronto se convirtió en campeona nacional de las categorías sub-10, sub-12 y sub-14. A los 12 años dejó todo para viajar a Bogotá y dedicarse de lleno al tenis, luego del consejo que recibió de su entrenador Edgar Muñoz. En la Academia Colombiana de Tenis se dedicó a entrenar hasta que a los 14 años pudo viajar a la famosa academia de tenis Nick Bolletieri en Estados Unidos. Ese paso por la academia no fue nada fácil, y tuvo que regresar a Colombia a buscar nuevas oportunidades.

En 1995, Colsánitas decidió apoyarla y así ha ocurrido hasta el momento. Fabiola ha asistido a los torneos más importantes del circuito (ver recuadro), ha obtenido cuatro títulos y ha derrotado a Top 10 en diferentes momentos de su carrera como ocurrió con Nathalie Tauziat, Jennifer Capriati, Daniela Hantuchova, y Amelie Mauresmo; a esta última, en los Juegos Olímpicos de Sydney.

Según los expertos, Zuluaga todavía tiene cinco años más para consagrar una carrera que vivió su momento más crítico en 2001, cuando tuvo que retirarse durante nueve meses tras ser operada de su hombro derecho. A finales de febrero, Zuluaga disputará la Copa Colsánitas-Seguros Bolívar de Bogotá, título que obtuvo el año pasado. Después comenzará una gira por Estados Unidos, en superficies rápidas, en los torneos de Miami, Sarasota, Amelia Island e Indian Wells. Luego continuará en Europa en torneos de polvo de arcilla. Entre ellos, Roland Garros, en mayo y un mes más tarde, sobre césped, en Wimbledon. La temporada terminará en Estados Unidos con cinco torneos más, en superficie rápida, entre ellos el USOpen, último Grand Slam del año.

Ojalá Zuluaga no baje la guardia y sepa asumir este éxito con todo el profesionalismo del caso. Todavía falta mucho que recorrer, aunque su nombre ya forma parte de la historia.