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FUERZA, CORAJE Y TIERRA

El Athletic de Bilbao llega por primera vez a la copa de campeones luego de 100 años de historia en los que sólo ha contratado jugadores vascos.

24 de agosto de 1998

Una decisión de los directivos de la liga de campeones de Europa les dio el mejor regalo de todos a los fieles seguidores del Athletic de Bilbao. El club vasco podrá celebrar su centenario de fundación disputando la más prestigiosa competencia de clubes en el mundo, la cual comienza en pocos días. Habitualmente este torneo lo juegan los clubes que quedan de primeros en sus respectivos campeonatos. Pero este año los jerarcas del fútbol europeo decidieron que también estuvieran presentes los clubes que alcanzaran el segundo lugar en las ocho mejores ligas de Europa. Y ahí entró el Athletic. Aunque pudo haber algo de azar en el hecho que le permitió al club vasco codearse con los mejores equipos del viejo continente en la liga de campeones, lo cierto del caso es que ese certamen le permitirá al Athletic demostrar porqué muchos lo consideran como un club digno de imitar. La génesis del Athletic Club de Bilbao hunde sus raíces en la historia de su pueblo. Desde su fundación, en 1898, cuando se llamaba Bilbao Foot-ball Club, empezó a sentar su estampa de grandeza e independencia. En sus 100 años de vida este club se ha dado el lujo de ser uno de los pocos del mundo que sólo acepta en sus filas a jugadores de su tierra. A él sólo tienen entrada los vascos. Por eso, tal vez, los fanáticos del equipo sienten esa fascinación especial que no pueden tener otros hinchas. En una liga cargada de estrellas importadas, como la española, esta esquadra se vanaglorió al demostrarles a los más encopetados oncenos ibéricos que para triunfar no era necesario traer figuras del exterior. Y eso, para sus seguidores, es sinónimo de independencia. Es una forma de decirle al resto de España que ellos son diferentes y especiales. Parte del secreto del éxito del club está en su impresionante cantera. El equipo tiene desde hace varias décadas nueve divisiones inferiores, lo que es garantía suficiente de poder contar con futbolistas de su propia cosecha. Otro punto por el que es profundamente admirado es por la devoción que le guardan sus integrantes. Pocos aceptan marcharse a defender los colores de otro club. Uno de ellos, Julen Guerrero, considerado uno de los mejores futbolistas en la liga de las estrellas, se dio el lujo de rechazar una jugosa oferta del Milán porque, según dijo a la prensa, "prefiero quedarme, hacer feliz a mi pueblo y ser feliz en mi equipo". El técnico, Luis Fernández, afirma que su equipo es el motivo de envidia de los demás, que no tienen las tres cosas que lo han hecho grande en este siglo: "Fuerza, coraje y tierra".