Gaviria y Hodeg no lograron el embalaje: así fue la etapa 7 del Giro

Los embaladores colombianos no pudieron luchar por la victoria en la séptima etapa del Giro de Italia en la que eran favoritos. Arnaud Demaré, ganador en la etapa de ayer, volvió a ser implacable y se quedó con su tercer triunfo de este año en la Corsa Rosa.

Gaviria llegó bien ubicado en el embalaje para la victoria, pero al ver que no tenía las piernas para seguir la rueda de Démare dejó de pedalear con intensidad. En ese momento su cara mostró un profundo desencanto por no haber tenido la fuerza para luchar por el triunfo.

El colombiano había guardado energía. Tuvo una potencia promedio de solo 240 watts y estuvo solo el 9 por ciento del tiempo en la zona de más desgaste del pelotón. Sin embargo, falló en los últimos 200 metros.

Álvaro Hodeg fue el mejor colombiano al terminar en el quinto lugar. El colombiano dijo que perdió a su compañero en la última curva y que va a seguir intentando ir por el triunfo.

La etapa fue muy emocionante por los remolinos de viento que causaron varios cortes en el grupo y mantuvieron al pelotón en tensión máxima, lo que también ocasionó varias caídas a lo largo de la jornada.

De hecho, no habían pasado más de 10 kilómetros de la salida cuando el Deceuninck lanzó un ataque con el viento, que contó con el apoyo del Jumbo Visma y logró cortar a Jakob Fuglsang, Yates, Pozzovivo y otros favoritos. Eso produjo bastante tensión, pues si la fuga se conservaba hasta la meta, la general hubiera tenido cambios bastante pronunciados. Tras una larga e intensa persecución, el grupo de Fuglsang –donde también estaban Pello Bilbao y otros del top 10– volvió a unirse antes de los embalajes intermedios.

Hubo también siete caídas, entre ellas una en la que se vio involucrado Fuglsang, que se produjeron en el curso de la etapa. En una de ellas también se vio al colombiano Jonathan Restrepo, pero no tuvo consecuencias graves.

La jornada también estuvo marcada por intentos constantes de fugas: además de una inicial en donde participaron cuatro corredores: Thomas de Gendt, Simon Pellaud –el suizo que vive en Antioquia–, Josef Cerny y Marco Frapporti. Después de haber sido cazados, Pellaud y De Gendt intentaron volver a escaparse cuando pasaron los embalajes intermedios, pero no lograron consolidar la fuga.

El reagrupamiento general se dio a 20 kilómetros de la llegada a Brindisi y del embalaje al final de la Via Appia. Luego se formaron los trenes de embalaje, en el que el más fuerte fue Arnaud Démare.

El sábado, la octava etapa favorece a los rodadores. Va por el borde del mar, de Giovinazzo a Vieste, en la casi isla de Gargano. Es un recorrido de 200 kilómetros tortuosos y engañosos en su segunda mitad, que presenta un pequeño puerto justo cuando faltan 10 km para la meta.