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Gremio, campeón de la Copa Libertadores 2017

El equipo brasileño logró su tercer corona de la copa continental venciendo a Lanús por 1 a 2 (3 a 1 la serie) con Luan como gran figura. Su corona anterior fue en 1995 cuando superó a Atlético Nacional en la final.

29 de noviembre de 2017
| Foto: AFP

Gremio de Brasil festejó una noche gloriosa en el estadio La Fortaleza del argentino Lanús, al vencerlo 2-1 y conquistar por tercera vez la Copa Libertadores, con autoridad y dos goles de fantasía ante 45.000 aficionados al sur de Buenos Aires.

No hubo esta vez proeza del asombroso Granate. Fue una fiesta completa del tricolor de Porto Alegre. Marcaron Fernandinho, a los 27, con un zurdazo demoledor, y Luan, a los 42, con una conquista de ensueño, con toque suave por encima de la tapada del arquero Esteban Andrada. Luan ha sido elegido el mejor jugador de la Libertadores-2017.

A los 72 descontó El ‘Pepegol‘ José Sand de tiro penal. Unos 4.500 hinchas gaúchos deliraron en una de las tribunas con la maestría y solidez del campeón. Fue el corolario perfecto de la ventaja por 1-0 establecida en el partido de ida en la Arena do Gremio, con gol de Cícero. Sus hombres levantaron el trofeo en medio de una lluvia de papelitos y el tronar de petardos.

Gremio había ganado las Libertadores de 1983 y 1995. Argentina y Brasil hegemonizan el palmarés del torneo continental, pero los brasileños han acortado ahora la supremacía de los argentinos (24 a 18 copas).

Luan fue declarado el mejor jugador de la Copa y Arthur el más destacado de la segunda final. "Son buen equipo. Cometimos errores, pero más allá del dolor estoy orgulloso de Lanús", declaró su capitán, Maximiliano Velázquez. La única incidencia fue que a los 83 resultó expulsado Ramiro por manotear al árbitro paraguayo Enrique Cáceres.

El público argentino aplaudió al final a Gremio. La escuadra brasileña tomó el control del juego en menos de lo que canta un gallo. Superó los nervios de la final. Le puso una presión insoportable a Lanús en sus movimientos de salida desde el fondo. Al Granate se lo veía confuso y enredado.

Impecable Jaílson, imparable Arthur, movedizo Ramiro, talentoso por ráfagas Luan y contundente Fernandinho. En el arco tuvo a un formidable Marcelo Grohe, incluso cuando le tapó en elástico vuelo un tiro libre al ángulo de Velázquez.

Estuvo apagado Román Martínez, motor lanusense en el medio juego. Sand quedó atrapado en la trampa defensiva de Pedro Geromel y Bressan.

Sand no encontraba con quien establecer una sociedad de ataque, de pases en profundidad. El emblemático Lautaro ‘Laucha‘ Acosta luchaba a brazo partido y perdía su duelo personal con Edilson.

Gremio le planteó un rompecabezas a Lanús, que no encontraba ni el espacio ni el modo de entrar al área gaúcha. Ahogado Lanús, se desplomó defensivamente.

La Fortaleza era una caldera de pasión granate que se enfrió súbitamente como si hubiera caído una lluvia de hielo. Un despeje con los puños de Grohe terminó en un error fatal de José Gómez.

El lateral intentó un pase débil y Fernandinho se la robó. El volante ofensivo escapó como un correcaminos. Corrió 35 metros y clavó el balón de zurda en un ángulo alto.

La segunda estocada fue un tiro de gracia. Luan arrancó desde el flanco izquierdo con una serenidad pasmosa. Desacomodó a tres hombres, atravesó la última línea y quedó solo frente a Andrada. Lo batió con jerarquía con un tiro exquisito de emboquillada. Un crack hecho y derecho.

Luan había alcanzado a Sand con 8 goles como máximo artillero de la Copa, pero el argentino desniveló y se puso de nuevo al frente con 9. El centrodelantero se consolidó como la única amenaza seria para el arco tricolor. Gremio perdió vigor cuando tuvo que salir Arthur. En su lugar entró Míchel.

Tampoco reaccionaba Alejandro Silva, con sus embestidas de toro. El equipo gaúcho se abroqueló sin sentirse nunca desbordado. Ni con las proyecciones de Marcelo Herrera. Gómez o Nicolás Pasquini.

Marcelino Moreno le puso algo de pimienta a la ofensiva al ingresar por Velázquez. Cuando Jailson volteó a Sand y el goleador descontó con un derechazo ajustado, el partido cobró algo de vida. El DT Renato Gaúcho hizo entrar a Cícero por un apagado Lucas Barrios.

El campeón se clasificó directamente a las semifinales del Mundial de Clubes en diciembre próximo. Se medirá con el vencedor de la llave de cuartos de final entre el africano Wydad Casablanca y el representante de Concacaf, el mexicano Pachuca.

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