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HIZO EL CAMBIO

Después del triunfo en España, los planes de Herrera toman nuevo rumbo

22 de junio de 1987

EI triunfo de Luis Herrera en la pasada Vuelta a España, no solo representa la realización de un sueño largamente esperado y el resultado de un proceso de aprendizaje de nuevas tácticas y adaptación al medio europeo, por parte de los escarabajos, sino también un importante cambio de planes en lo que deberá ser, de ahora en adelante, la temporada 1987 para "El Jardinerito".
Casi sin excepción, todos los deportes exigen cada vez una mejor preparación fisicotécnica de parte de los competidores. En el ciclismo este hecho es evidente. De las pruebas en que participa un corredor durante la temporada, solo en dos o tres -en el mejor de los casos -busca abiertamente el triunfo. El resto de sus participaciones están dirigidas a buscar la forma óptima que le permita encarar, con buenas posibilidades de triunfo, la prueba que previamente se ha escogido como objetivo principal.
Este es el caso de Lucho. Para el cuerpo técnico (entrenadores y preparadores físicos) del equipo Café de Colombia, la meta de este año para Herrera era lograr una decorosa actuación en el Tour de Francia. La Vuelta a España representaba un eslabón en la cadena de preparación, por lo que no se esperaba una relievante actuación de "El Jardinerito". Según lo expresó Rafael Antonio Niño, técnico del equipo, en España solo esperaban ganar una o dos etapas y conseguir el título de la montaña, sin que fuera Lucho el encargado de lograrlo. Con la participación en la ronda ibérica, se buscaba que Herrera llegara al 70% de su preparación física con miras al Tour.
Pero estos planes cambiaron radicalmente cuando los entrenadores se dieron cuenta de que, a pesar de no estar en el tope de su preparación, Herrera podía llegar a Madrid como líder. El esfuerzo que implicó mantener la camiseta amarilla hasta el final produjo variaciones importantes en el plan de preparación del campeón de la Vuelta a España.
Su participación en el Clásico RCN se canceló dada su cercanía con la ronda española. El liderazgo del equipo cafetero en el Clásico quedó en las "piernas" de Fabio Parra. Dentro de los planes estaba el que Lucho corriera el Dauphiné Liberé, en el que se esperaba llegar al 90% de su preparación, además de la Vuelta a Colombia y la Vuelta a Suiza. Pero la meta del 90% se alcanzó en España, debido al esfuerzo, y ahora el entrenamiento se basará en un trabajo de sostenimiento del nivel alcanzado.
La presencia de "El Jardinerito" en esas carreras se canceló, pues el ritmo de preparación se disminuyó drásticamente para evitar que el corredor llegue a Francia saturado de competencias o, como se dice en el boxeo, sobreentrenado. Herrera solo correrá la Vuelta a Colombia, en especial por cumplir con compromisos comerciales adquiridos con anterioridad, antes de viajar de nuevo a Europa.
Pero otra vez los planes de preparación del campeón colombiano se verán afectados por el azar. El miércoles pasado a Herrera le fue diagnosticada una roséola que lo obliga a alejarse de la cicla por dos semanas. Si bien la enfermedad no amenaza el futuro de Herrera en lo que resta de temporada, sí obliga a nuevos ajustes en el trabajo previo al Tour. Todo parece indicar que, por muy científico que sea el entrenamiento, la suerte cumple un papel determinante: en el 86 una gripa le quitó el triunfo en la montaña durante el Tour de Francia y, en el 87, la forunculosis del principal adversario facilitó el triunfo en España.




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