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La ciclista Milena Salcedo participó en el campeonato nacional de ruta. | Foto: Archivo particular/IDRD

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La historia detrás del título nacional de ciclismo en pista

Bogotá se impuso una vez más en el campeonato Nacional de Ciclismo de Pista. A pesar de que el IDRD toma el crédito por esta victoria, las escuelas detrás de los deportistas se quejan por falta de apoyo.

4 de mayo de 2015

Bien lo dijo Antonio ‘Kid Pambelé’ Cervantes: “en la victoria todos aparecen”. Esta frase histórica aplica para el título que ganó Bogotá en el reciente campeonato nacional de ciclismo en pista. El Instituto de Recreación y Deporte de Bogotá (IDRD) anunció con bombos y platillos el galardón que obtuvo el representativo de la capital en el campeonato, que se disputó en el velódromo Alcides Nieto Patiño de la ciudad de Cali.

Los bogotanos cosecharon siete oros y 19 preseas en total, relegando al segundo lugar del medallero a Antioquia. De acuerdo con lo que informa el portal del Instituto, el dominio de los capitalinos se dio gracias a destacadas actuaciones individuales como las de Jessica Parra, Milena Salcedo, Camila Valbuena y Angie Roa, entre las damas, y Juan David Gutiérrez, Pedro Torres y Julián Suárez, para citar algunos hombres.

Pero detrás de esta resonante victoria hay un trabajo silencioso de escuelas de ciclismo que forman a estos jóvenes y muchas veces no sólo no reciben el apoyo necesario del Distrito, sino que deben pagar por utilizar escenarios deportivos para que las promesas entrenen y se formen para ser los campeones nacionales.

El caso más emblemático es el de la Escuela de ciclismo de Esteban Chaves, que aportó más de diez ciclistas para que Bogotá ganara el título nacional. Hace dos meses, Semana.com reveló un cobro administrativo que estaba planteando el IDRD para que los jóvenes pertenecientes a la escuela pudieran entrenar en el velódromo Luis Carlos Galán.

En 2015, el IDRD tomó la determinación de cobrar por utilizar el velódromo. “Nos piden una cuota de 90.000 pesos por hora de entrenamiento”, señaló en su momento Jairo Chaves –padre y mentor del pedalista Esteban Chaves-. Así las cosas, el club de ciclismo tendría que pagarle 2.880.000 pesos mensuales al Instituto de Recreación y Deporte (IDRD) para que los niños puedan seguir entrenando.

Esta cuota es impagable para los directivos del club, que tan solo le cobran una mensualidad de 10.000 pesos a cada uno de los 90 jóvenes para que entrenen. “Los padres ayudan con los transportes, los uniformes y para pagar algún viaje. Aumentar la mensualidad para poder pagarle al Distrito es simplemente imposible”, explica el profesor William Torres.

El presidente de la escuela, Jairo Chaves, le contó a Semana.com que después de la publicación ha tratado insistentemente que el IDRD le de alguna respuesta sobre el arrendamiento del escenario deportivo, pero esta es la hora en que nadie al interior de la entidad entrega alguna contestación.

Pero la falta de apoyo no se queda ahí, según lo que cuenta Chaves: “el IDRD nunca se preocupa por el proceso formativo de los jóvenes que después obtienen títulos a nombre del Distrito”. La inversión para que los jóvenes entrenen con constancia termina recayendo en los padres y en las escuelas que hay en la ciudad.

Varios expertos en esta disciplina le explicaron a Semana.com cómo es el proceso que deben atravesar pedalistas como Camila Valbuena para llegar a los nacionales. Los niños entre los 8 y 14 años se deben entrenar por su cuenta y pagar de su bolsillo por uniformes o viajes, hasta este punto el Distrito o la Liga de Bogotá no tienen nada que ver con el proceso.

“Cuando llegan a categorías competitivas la Liga simplemente los selecciona y los lleva a participar, sin siquiera preguntar”, manifestó tiempo atrás el entrenador William Torres. Es así como el IDRD saca provecho del trabajo constante de las escuelas y termina llevándose el crédito por un triunfo en el que poco participó y por el que además busca generar un cobro.

“Para nosotros es hasta gracioso ver cómo se ganan glorias con Ave Marías ajenas”, dice Jairo Chaves. Y no le falta razón: son los entrenadores de las escuelas quienes día a día forman a los deportistas para que en las competencias nacionales sea el Distrito el que se lleve los aplausos por mantener la hegemonía en esta disciplina.

Bien lo decía ‘Pambelé’: “en la victoria aparecen todos”. Pero en el proceso más complejo, el formativo, solo están los padres, los entrenadores, y uno que otro patrocinador privado que cree en los jóvenes deportistas.