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Otálora es un reconocido aficionado al fútbol. | Foto: Archivo particular

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Otálora podría quedar fuera del fútbol colombiano

El exdefensor del Pueblo es el presidente de la Comisión Arbitral del fútbol colombiano. Pero el escándalo por presunto acoso sexual lo podría dejar ‘fuera de lugar’. La Fedefútbol tendrá la última palabra.

28 de enero de 2016

Las acusaciones contra Jorge Armando Otálora, por presunto acoso sexual a su exsecretaria privada, no solo sorprendieron a sus amigos en el gobierno y en las altas esferas del poder. También a la dirigencia del fútbol colombiano, donde el exdefensor del Pueblo se ha desenvuelto como pez en el agua.

Otálora es un reconocido aficionado al fútbol. Cada fin de semana se le ve en uno de los palcos del estadio Nemesio Camacho ‘El Campín’. No se conocen sus simpatías deportivas, pero en diciembre del 2012 fue uno de los dirigentes que repartió las medallas a los jugadores de Millonarios que conquistaron la estrella 14. En ese entonces ya ostentaba la dignidad de Defensor del Pueblo, pero su presencia obedecía a que desde el año 2008 integra la Comisión Arbitral.

El exdefensor no solo sigue ocupando esta posición. Actualmente es el presidente de la Comisión que está integrada por otros reconocidos personajes de la vida pública colombiana: el superintendente de Notariado, Jorge Enrique Vélez, el general (r) Freddy Padilla de León, además de Jorge Correa Pastrana, expresidente de la Dimayor, y el exarbitro profesional Francisco Peñuela.

Según la resolución 2989 de 2012, de la Federación Colombiana de Fútbol, la Comisión Arbitral es un órgano asesor con la función de “organizar el arbitraje nacional dando cumplimiento a las disposiciones que sobre el particular ha dictado la FIFA”.

Otálora y sus compañeros tienen una misión trascendental para el fútbol profesional colombiano. Se encargan de “designar, previo análisis del escalafón nacional, los árbitros que reúnan condiciones de idoneidad para la dirección de los partidos de campeonatos nacionales a nivel aficionado o profesional”.

Además, deben “hacer un seguimiento minucioso a los árbitros que actúen, sea como árbitros, árbitros asistentes, cuarto árbitro, veedores, calificarlos y anotar todo tipo de observaciones tanto positivas como negativas de su comportamiento técnico y personal dentro y fuera de la cancha”.

No es cualquier responsabilidad, y los aficionados al fútbol esperan que, en un deporte de tantas pasiones, los encargados de determinar quién impartirá justicia en los partidos de sus equipos, sean personas sin tacha desde el punto de vista ético y moral.

Otálora fue designado presidente de la Comisión Arbitral el 16 de julio de 2015 mediante una resolución que lleva la firma de Luis Bedoya, en ese entonces presidente del Comité Ejecutivo de la Federación, y quien hace unos meses renunció tras resultar envuelto en escándalo por pago de sobornos que salpicó a la FIFA y a varios dirigentes de la Confederación Suramericana de Fútbol, Conmebol.

De acuerdo con los estatutos de la Federación, la Comisión Arbitral tiene vigencia de un año, por lo que Otálora, en la práctica, estaría en el cargo hasta el próximo mes de julio.

El pasado martes, sin embargo, la Comisión Arbitral tuvo su primera reunión del año. Allí se designaron los árbitros que dirigirán los 10 juegos de la primera fecha de la Liga colombiana, que iniciará este fin de semana, y el gran ausente fue Otálora, quien se encontraba defendiéndose del escándalo.

Hasta el momento, el exdefensor del Pueblo no ha presentado su renuncia a la Comisión Arbitral, la Federación tampoco se la ha exigido. Según los estatutos “sólo el Comité Ejecutivo de la Federación puede nombrar o destituir a los miembros de la Comisión”. Voceros de la Federación admitieron a este portal que están revisando la situación.

Semana.com dialogó con uno de los directivos de la Federación que, ante la delicada situación, pidió mantener su nombre en reserva. Aunque valoró el trabajo que Otálora ha desempeñado en la Comisión Arbitral, admitió que “después de lo ocurrido con Luis Bedoya los dirigentes estamos en la obligación de devolverle la dignidad y buena imagen al fútbol colombiano”. Por eso aseguró que lo mejor sería que Otálora “se apartara del cargo y dedique su tiempo a defenderse. Esperamos que pueda demostrar su inocencia”.

El caso Otálora sería tema en la agenda del próximo Comité Ejecutivo de la Federación. Esa entidad sentó un precedente en el 2012 cuando destituyó al entonces entrenador de la Selección Colombia, Hernán ‘Bolillo’ Gómez, quien se vio envuelto en un escándalo por agresión a una mujer en una discoteca del Centro de Bogotá. Ramón Jessurum, presidente de la Federación, tendrá la última palabra, y será quien determine si Otálora vuelve a quedar fuera de lugar, esta vez del fútbol colombiano.