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JUGAR CON LA MUERTE

Los llamados X- Games recibieron su pasaporte de la marginalidad a la formalidad.

5 de agosto de 1996

Algunos lo consideraron como la extravagancia más grande del mundo. Otros lo tildaron de locura y muy pocos, como la cadena deportiva de televisión 'Espn', decidieron darle seriedad. Se trata de lo que ellos mismos llamaron Extreme Games (algo así como juegos de extremo), que no es otra cosa que las olimpíadas de estos deportes. Lo que hace unos años era visto como cosa de desadaptados sociales y de jóvenes a los que no les importaba perder la vida en un simple juego, hoy despierta la admiración de millones de televidentes.Durante las últimas dos semanas de junio en Rhode Island, Estados Unidos, compitieron 350 atletas de diferentes partes del mundo por una bolsa cercana a los 300.000 dólares. La imágenes eran escalofriantes. Personas desplazándose en tablas de dos metros de largo a sólo unos centímetros del piso y a una velocidad cercana a los 110 kilómetros por hora. Un hombre lanzándose al vacío desde 2.800 metros de altura, con una especie de tabla de ski en sus pies, haciendo piruetas a más de 200 kilómetros por hora. Parecería que cada uno de estos deportes consiste en jugar con la muerte.En total son nueve categorías, de las cuales dos se practican en el agua y son llamadas water sports. En la primera de estas, conocida como Barefoot, un esquiador descalzo se desliza sobre el agua a 70 kilómetros por hora y salta sobre una rampa empinada, alcanzando distancias que oscilan entre 20 y 30 metros. El ganador es aquel que logre la mayor distancia y consiga caer parado después del salto. El otro deporte acuático es conocido como Wakeboarders, y básicamente consiste en que los participantes deben utilizar las olas y la estela que forma el bote que los remolca para hacer cualquier clase de malabares, que van desde giros sobre su mismo eje hasta saltos mortales impulsados por las olas. El triunfador es quien logre hacer la maniobra más complicada.Los otros siete deportes que hacen parte de los X- Games no son menos creativos y peligrosos que los anteriores. El Bungee Jumping es uno de ellos, y en él los participantes deben lanzarse en caída libre desde la plataforma de una torre de 60 metros del piso, amarrados por los pies de una cuerda elástica. Los ganadores de esta categoría son escogidos por un grupo de jueces que califica, entre otras cosas, la habilidad que demuestre el participante para hacer movimientos en espiral mientras cae, pero sobre todo la creatividad que tenga para hacer piruetas mientras la cuerda está oscilando.Una de las disciplinas de alto riesgo que atrae masivamente la atención del público es la que los estadounidenses llaman Agressive in line skating, algo así como patinaje agresivo en línea. Esta categoría se practica sobre una 'J' -rampa de tres metros de largo-, y los participantes tienen un tiempo delimitado durante el cual hacen una serie de giros, figuras, piruetas y cabriolas, llegando a elevarse hasta tres metros sobre la superficie de la rampa. Esta prueba también se realiza montando una bicicleta (Bicycle stunt riding), y el ganador es aquel que consiga no sólo la mayor altura sino quien realiza la pirueta más arriesgada.Adrenalina puraOtra de las categorías de las competencias sobre patines en línea es la Downhill in line skating (patines en linea cuesta abajo). En estas pruebas los atletas descienden de una cuesta por las calles del histórico College Hill de Rhode Island a velocidades que oscilan entre los 60 y los 80 kilómetros por hora.Dentro de estas pruebas de velocidad, una de las categorías que también llama la atención de los espectadores es la del Street Luge Racing. En ella dos o cuatro deportistas compiten entre sí deslizándose por una pendiente, acostados sobre una especie de carros de balineras conformados por una tabla de dos metros de largo a pocos centímetros del suelo. Los participantes alcanzan velocidades hasta de 110 kilómetros por hora y el ganador, obviamente, es el que cruza primero la meta.Otras disciplinas que hacen parte de los X-Games son las conformadas por el montañismo deportivo y las de resistencia, que incluyen pruebas como canotaje en ríos rápidos, escalada y competencias de ciclomontañismo. Pero quizás el más espectacular es el skysurfing, algo así como surfing en el cielo. Esta disciplina consiste en que dos personas se lanzan desde un avión a una altura de 2.800 metros. Uno de ellos lleva una tabla de ski en sus pies y hace maniobras espectaculares, como bajar haciendo espirales con los pies hacia arriba. El otro es el encargado de filmar todos los movimientos. Al final, los jueces eligen a la mejor pareja de acuerdo con el video que logren hacer. Es decir, importa más la calidad y originalidad del video que las maniobras.Todos estos deportes son adrenalina pura, y la importancia de los X-Games es que lograron convertir unos juegos de calle en una verdadera disciplina deportiva. Al igual que en el fútbol y en el tenis, ya existen patrocinadores de diversa índole que organizan giras por todo el mundo para hacer demostraciones. De acuerdo con la sicóloga María Claudia Palacio, quienes practican estos deportes "lo que buscan es llegar más allá de lo permitido y romper con todos los parámetros existentes en la sociedad, porque a diferencia de otros deportistas el objetivo de ellos siempre será llegar al punto en el que juegan cara a cara con la muerte".Pero más allá de lo que cada uno de los deportistas quiere encontrar practicando estas disciplinas y de lo cuestionable que pueda ser, la verdad es que son los deportes de moda. Tanto es así que en enero próximo se celebrarán los primeros X-Games de invierno y en la ceremonia de clausura de los Olímpicos de Atlanta hay varios de estos deportistas que están invitados para hacer una exhibición. Para Matt Hoffman, uno de los mejores acróbatas en bicicleta del mundo, "eso demuestra que el público y el Comité Olímpico Internacional están buscando cada día deportes mucho más creativos". Sobre todo si se tiene en cuenta que las disciplinas más famosas, como el fútbol y el tenis, parecen haber agotado las posibilidades de sorprender. Ya no hay estrategia que aguante. Ni siquiera en el baloncesto, donde la medalla de oro de Atlanta está más que confirmada para el Dream Team III de Estados Unidos. Faltará ver si se trata de una simple moda de los años 90 o de unos deportes lo suficientemente serios como para poder desplazar a los tradicionales.