Home

Deportes

Artículo

LA APUESTA DE MIGUEL

Obsesionados con que Miguel Indurain gane por fin la Vuelta a España antes de su retiro, los organizadores cambiaron el trazado para favorecer las posibilidades del mejor ciclista de todos los tiempos.

23 de septiembre de 1996

La Vuelta a España ha dejado de ser interesante para un buen número de aficionados al ciclismo en Colombia. Y no porque ya no participen pedalistas criollos en la prueba, sino porque los que aún ruedan por las carreteras españolas lo hacen con más pena que gloria. Sin embargo, la edición número 51 de este evento, que se correrá del 7 al 29 de septiembre, tendrá un interés especial para los fanáticos del ciclismo en todo el mundo: la posibilidad de que Miguel Indurain gane por primera vez en su carrera este certamen. Aunque si bien es cierto que Indurain no ha participado en las últimas vueltas, la verdad es que sus compatriotas han considerado casi como una obligación que, el ciclista más importante de la historia, agregue a su palmarés, antes de retirarse, una victoria en la prueba ibérica. Lo más cerca que ha estado de triunfar en su propia casa fue en 1991 cuando terminó segundo detrás del campeón Melchor Mauri. Según Carlos Barrero, periodista del diario español Marca, "el que Miguel no hubiera podido conseguir su sexto tour consecutivo este año, hizo que la gente en España comenzara a especular con el comienzo del fin de su carrera.
Antes de esa prueba los aficionados creían que él iba a durar para siempre y por eso no les apresuraba el que ganara la vuelta, porque siempre se decía que al año siguiente lo haría. Pero después de Francia la gente cayó en cuenta que a los 32 años Indurain no iba a durar para siempre y que tal vez, este sería el último año en que tendría un chance serio de conseguir lo único que le falta en su palmarés". Para algunos, los organizadores de la vuelta habrían caído en cuenta de esto desde comienzos de este año y por eso, y para evitar suspicacias, anunciaron cambiar el trazado habitual de la carrera, faltando seis meses para la competencia. Según los expertos, el recorrido de 1996 favorece el estilo de carrera de Indurain, y les permite a los españoles tener más esperanzas que en oportunidades anteriores de ver finalmente a Miguel terminar con la camiseta amarilla en las calles de Madrid. La carrera no comenzará con un prólogo como se había hecho siempre, y las nueve primeras etapas serán sobre terreno suave, lo que para los conocedores le permitirá a Miguel establecer una ventaja mínima de ocho a 11 segundos por etapa, con respecto a los corredores promedio. El año pasado, en contraste, la montaña empezó en la tercera etapa. La primera contrarreloj de 46 kilómetros, especialidad que domina Indurain, llegará en la décima etapa. Según las cuentas de los españoles, el navarro podría sacar una ventaja de hasta 10 segundos por kilómetro sobre los corredores menos fuertes, y de 3,5 segundos sobre importantes candidatos como el suizo Alex Zuelle, el italiano Marco Pantani, el francés Laurent Jalabert o el danés Bjarne Riis. En las cuatro pruebas de montaña etapas 12 a 15, se estima que estos rivales reducirán en algo la ventaja de tiempo que Indurain les lleve. Pero en las restantes nueve etapas llanas, y en especial en la contrarreloj del penúltimo día, los cálculos indican que Miguel lograría el liderato definitivo. Aunque sobre el papel todo parecería fríamente calculado, lo cierto es que en el ciclismo, como en todos los deportes, nadie puede tener certeza absoluta de la victoria. Sin embargo lo que sí queda claro es que para esta vuelta los españoles están más dispuestos que nunca a apostarlo todo por Indurain.
LOs españoles consideran casi una obligación que Indurain triunfe