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LA POSCOMUNISTA

En su primera participación tras la caída del muro de Berlín, Bulgaria promete ser uno de los gallos tapados.

11 de julio de 1994

SIN DUDA UNA de las nóminas mundialistas con más pergaminos que estará en USA 94 será la Selección de Bulgaria. La mayoría de sus jugadores están en los más importantes clubes de Europa, donde han demostrado su calidad. Solo basta con mencionar un par de nombres: Hristo Stoichkov, goleador en el Barcelona y en la Copa Europea. Es considerado por los analistas como uno de los mejores delanteros y posiblemente estará entre los destacados en el próximo Mundial. Pero tiene un gran defecto: el temperamento. Siempre lo amonestan o lo expulsan de los partidos. Durante el campeonato español estuvo fuera de las canchas por una larga temporada al ser supendido por haber pisoteado a un árbitro.

El compañero de Stoichkov en el ataque será Emil Kostadinov, la estrella del Oporto de Portugal. Un jugador rápido, incisivo, un contragolpeador nato de muchos goles con la cabeza y ambas piernas. Junto a ellos estará Luboslav Penev, la revelación del fútbol búlgaro. Desde hace tres temporadas milita en el fútbol español. Hábil, inteligente, contragolpeador. Es un jugador de punta de lanza.

Además de estas tres rutilantes estrellas, los búlgaros cuentan con experimentados jugadores en la línea de fondo, que es liderada por el vetereno Trifon Ivanov, hombre de mil batallas y la mano derecha del cuerpo técnico. En el medio campo Bulgaria tendrá jugadores dotados de rapidez mental para buscar a sus delanteros. En esta línea sobresale Kassimir Balakov, considerado en Europa como uno de los mejores número 10. Por todas estas referencias Bulgaría será uno de los gallos tapados en USA 94, y si las cosas le salen bien estará posiblemente como uno de los invitados a las finales.