LOS DESAPARECIDOS

LOS CUCUTEÑOS ESTAN MUY TRISTES. El descenso a la segunda división de su equipo del alma, el Cúcuta Deportivo, los tiene mirando hacia abajo. Yes que después de cinco meses de ver batallar al conjunto rojo y negro nada se pudo hacer para que, por primera vez en 45 años de vida profesional, la ciudad se quedara sin equipo en la primera división. Muchos aficionados ya estaban acostumbrados a ver a los 'motilones' en las últimas posiciones de la tabla, pero nunca imaginaron que podría llegar a salir. Sin embargo, lo que muchos de ellos no saben es que el descenso no es tan malo. Es la mejor oportunidad que tienen los equipos de fútbol que han quedado por fuera de la tabla para no desaparecer del panorama profesional. Es una especie de último chance que poseen los oncenos para recuperar todo lo que perdieron mientras bajaban: la afición, la taquilla y hasta el fútbol. Además, evitan correr la misma suerte de cerca de una decena de equipos profesionales que por no contar con el descenso, nunca pudieron parar su caída y terminaron por desaparecer para siempre del torneo colombiano.
El Tolima y el Bucaramanga son la mejor prueba de las virtudes del descenso. Tan sólo duraron una temporada abajo, antes de ganarse de nuevo un lugar en la primera división. En el primer año de su regreso los tolimenses consiguieron no sólo ser uno de los equipos revelación del torneo del 95, sino que además recuperaron el respaldo de su afición y, desde luego, mejoraron sus ingresos. Con el Bucaramanga fue lo mismo. Después de la tristeza por el descenso, realizó la mejor campaña de la segunda división, logró alcanzar la estabilidad económica y gracias a ello regresará para el próximo campeonato.
Por eso es que en Cúcuta no deberían estar tan tristes, pues el mismo mecanismo que los sacó de la primera división los puede devolver, siempre y cuando hagan méritos y goles suficientes para regresar. Cosa muy distinta pasaba hace cuatro décadas, cuando los equipos profesionales que estaban en crisis no tenían la oportunidad de escampar en la segunda division.
Uno de los primeros en quedar como conjunto del recuerdo fue el Deportes Caldas, que inclusive fue campeón en el torneo de 1950. Los manizalitas aún guardan en la memoria cómo el duro trajín económico que significaba entrar al profesionalismo obligó a que el Caldas se uniera a otro conjunto de la misma ciudad: el Once Deportivo. De ese intento desesperado nació el Deportivo Manizales, que alcanzó a soportar hasta 1954, cuando se perdió en la memoria de los aficionados para siempre. Siete años más tarde el Once regresó, pero desde esa fecha hasta ahora ha sido conocido como Cristal Caldas.
Otro de los grandes desaparecidos fue el Libertad de Barranquilla, que escasamente permaneció durante 1956. La taquilla fue su peor enemigo, pues tuvo que competir contra la popularidad de otros equipos costeños como el Sporting, el Deportivo Barranquilla, el Caribe, y sobre todo, contra el Junior.
Junto con estos dos equipos hay siete más que desaparecieron. SEMANA presenta la historia de cada uno de esos conjuntos que se quedaron guardados en los papeles de la historia del fútbol colombiano.

DEPORTIVO MANIZALES
(1952-1954)
ENTRO A LA PRImera división como resultado de la unión del campeón de 1950, Deportes Caldas, y el Once Deportivo, que no pudieron seguir pagando la costosa nómina de argentinos, peruanos y lituanos que jugaban en sus filas. Cada uno aportó lo más distinguido de sus nóminas, pero de nuevo el trajín económico hizo que el Deportivo Manizales dejara el profesionalismo a los dos años de la fusión.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE BOGOTA (1948-1952)
HA SIDO EL UNIco equipo que ha jugado en su propio estadio, el Alfonso López, que queda dentro de la Universidad. La mayoría de su nómina estaba compuesta por jugadores costarricenses. Desapareció porque debía jugar los sábados por la tarde o los domingos por la mañana, ya que Santa Fe y Millonarios lo hacían el domingo por la tarde. La recaudación de la taquilla no fue suficiente para mantener al equipo.

BOCA JUNIORS DE CALI (1949- 1957)
ANTES DE QUE EL Deportivo Cali fuera grande, ya el Boca era un elenco que acaparaba la atención de los caleños, junto con el América. Llegó a ser subcampeón en 1951 con un equipo conformado en su mayoría por jugadores paraguayos. Con el ingreso del Cali se vio en la necesidad de jugar los sábados, cuando las taquillas prácticamente eran nulas. El fracaso económico terminó con el que fue conocido como 'la furia paraguaya.'

HURACAN DE MEDELLIN (1949-1952)
NACIO DE LA FUsión de dos equipos aficionados, el Victoria de Medellín y el Huracán. Sus jugadores eran en su mayoría peruanos y argentinos.
Después del Independiente Medellín era el segundo equipo en acogida, pero la nómina de sus jugadores era demasiado costosa y al cabo de tres años quebró por no tener forma de pagarles a los futbolistas, pues muchos de sus partidos eran los sábados y la taquilla no cubría los gastos.

SPORTING DE BARRANQUILLA (1950-1952)
A PESAR DE HABER SIDO fundado en 1917, el Sporting no compitió en los campeonatos de la Dimayor hasta 1950. Contaba con algunos jugadores uruguayos, y pese a tener una amplia trayectoria, las bajas recaudaciones de las taquillas hicieron que no pudiera inscribirse para el campeonato de 1953. Reapareció fugazmente 35 años después, durante el campeonato de 1988, pero quebró y tuvo que abandonar para siempre la primera división.

ORO NEGRO (1971)
UTILIZANDO LA casilla que en ese año abandonó el Independiente Medellín y con la mayoría de los jugadores del DIM, Oro Negro participó en el torneo de 1971 representando a la ciudad de Barrancabermeja. Pero la falta de apoyo por parte de los aficionados, sumado a una gran desorganización administrativa, hicieron que el equipo desapareciera. Al año siguiente el DIM recobraría su casilla y volvería de nuevo al profesionalismo.

SAMARIOS (1951-1952)
A EXCEPCION DE un colombiano de apellido Arango, el resto del equipo estaba conformado por jugadores húngaros. Durante ese torneo ocupó el décimo lugar entre 12, y al igual que otros equipos, la desproporción entre las taquillas y los sueldos de los jugadores hizo que el conjunto quebrara para siempre y desapareciera.

ATLETICO MUNICIPAL DE MEDELLIN (1948-1950)
FIGURABA COMO el único conjunto que contaba con hinchada propia en todo el país, porque estaba integrado por jugadores criollos. A pesar de esto en 1950 quedó en la quiebra y tuvo que aceptar el ofrecimiento de una textilera que prometió salvar el equipo si éste cambiaba el nombre por el de Atlético Nacional. El 23 de octubre de 1952, ya con el nuevo nombre, se declararía nuevamente en quiebra, porque el público ya había dejado de prestarle atención a los jugadores criollos.