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LOS DUEÑOS DEL JUEGO

Los Bulls de Chicago y los Jazz de Utah pelean por el título de la NBA en una final que promete estar al rojo vivo.

30 de junio de 1997

El objeto más codiciado por miles de estadounidenses en los próximos días será un tiquete para entrar al United Center de Chicago o al Delta Center de Salt Lake City, Utah. En esos dos escenarios tendrán lugar las finales del baloncesto profesional de Estados Unidos entre los Chicago Bulls y los Utah Jazz.
A diferencia de la temporada pasada, cuando los Bulls fueron un ejército invencible que acaparó todos los elogios por una campaña asombrosa, esta vez Michael Jordan y sus camaradas tendrán que compartir su protagonismo y luchar contra un hombre y un quinteto que durante las últimas semanas ha brillado con luz propia: Karl Malone y los Utah Jazz.
Hace tres semanas Malone, apodado 'El Cartero', consiguió algo que muchos consideraron increíble: fue escogido como el jugador más valioso de la NBA, superando ni más ni menos que a Jordan, quien ha ganado esa distinción en cuatro oportunidades. Para algunos el premio no fue más que el reconocimiento a un jugador que a los 34 años es una de las grandes leyendas del baloncesto.
La realidad va más allá. Fue una prueba no sólo del buen momento de Malone -quien es el segundo mejor anotador de la liga con 27,4 puntos en promedio, 2,2 menos que Jordan-, sino que para los conocedores puede ser una muestra de las posibilidades que tienen los Jazz de llegar a sorprender en la final a los actuales campeones.Si bien es cierto que desde el comienzo de la liga en noviembre los expertos daban a los Bulls como uno de los favoritos al título, es imposible desconocer que los Jazz trabajaron silenciosamente en una campaña que terminó siendo la segunda detrás de Chicago.
Mientras los dirigidos por Phill Jackson finalizaron con un récord de 69 victorias y 13 derrotas -la temporada pasada los Bulls impusieron un récord con 72 y 10-, los hombres de Jerry Sloan no estuvieron muy lejos al conseguir un 64 y 18. Pero no son sólo estas estadísticas las que les permiten a los fanáticos de los Jazz soñar con impedir que el equipo de Chicago consiga su quinta corona en esta década.
Aunque en las finales de conferencia los Bulls ganaron la serie sobre los Miami Heat por cuatro juegos a uno, dejaron en evidencia que están muy lejos de ser el equipo arrollador y temible de la temporada pasada. No sólo sufrieron mucho para vencer por estrechos marcadores a los Heat, sino que el equipo demostró depender casi enfermizamente de Jordan para salvar los encuentros.
El problema es que Jordan se mostró bastante irregular durante esta etapa, llegando inclusive a perder su habitual protagonismo durante pasajes de los partidos. Mientras en las finales de la temporada pasada Jordan anotó 30,7 puntos en promedio, en las actuales sólo consiguió 26,4.
En contraste, pese a que los Jazz derrotaron a los Houston Rockets por un marcador más estrecho -cuatro a dos-, dejaron en claro en sus encuentros no sólo que son un equipo más regular sino que no dependen de su superestrella, Malone, para anotar puntos decisivos, pues cuentan con jugadores como John Stockton o Jeff Hornacek, quienes demostraron tener los suficientes argumentos para asumir un importante papel protagónico en los momentos difíciles.
Aunque pocos se atreven a meter las manos en el fuego para afirmar que los Jazz vencerán a Jordan y sus camaradas -al fin y al cabo los Bulls están considerados como uno de los mejores quintetos de la historia-, de lo único que están seguros los fanáticos de Utah es de que esta es la oportunidad en que han estado más cerca de llevarse para Salt Lake City el trofeo Larry Brown.