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Los verdugos de Schumacher

7 de mayo de 2001

En la segunda vuelta del circuito de Interlagos, en Brasil, Juan Pablo Montoya realizó el sobrepaso más espectacular que en mucho tiempo haya sufrido el triple campeón del mundo Michael Schumacher. Los medios especializados no ahorraron elogios al referirse a la impresionante maniobra del colombiano. Y no era para menos. En los 10 años que Schumacher lleva compitiendo en la Fórmula 1 tan sólo otros dos pilotos han logrado concretar sobrepasos con características tan especiales de conducción como la de Montoya.

Durante el Gran Premio de España en 1997 el Williams Renault del canadiense Jacques Villeneuve seguía al Ferrari de Michael Schumacher a menos de un segundo de diferencia. Los dos pilotos disputaban la última prueba del año y en esa carrera se estaban jugando el campeonato del mundo.

Al llegar a la curva Dry Sack, ubicada al final de una recta, el canadiense, que estaba a dos carros de distancia de Schumacher, vio la oportunidad y se la jugó. En la frenada para la curva logró llevar su monoplaza hasta la derecha del carro del alemán. Al percatarse de la situación Schumacher intentó cerrarle el paso a Villeneuve.

El Ferrari golpeó la parte izquierda del Williams pero en la maniobra las ruedas delanteras del bólido rojo quedaron bloqueadas completamente y el auto terminó enterrado en la trampa de arena. Ese fallido intento por dejar por fuera de competencia a su contrincante no sólo dejó servido en bandeja de plata el título para Villeneuve, sino que le representó al alemán la descalificación fulminante del campeonato de ese año, en el que figura sin puntos en los libros de estadística.

Casi tres años después en el legendario circuito belga de Spa, Schumacher experimentaría una nueva muestra de arrojo y superioridad de uno de sus más grandes rivales, el finlandés Mika Hakkinen. Al final de la recta Kemmel, poco antes de las curvas Les Combes, Hakkinen perseguía al alemán y era claramente más rápido que Schumacher, quien lideraba la carrera en la vuelta 40, a sólo cuatro del final.

Schumacher y Hakkinen llegaron a tomarle un giro al BAR Honda de Ricardo Zonta. El brasileño se movió a la derecha intentando dar paso al Ferrari y al McLaren. Hakkinen estaba a pocos metros del alerón trasero del Ferrari esperando el momento indicado para el sobrepaso. Pero entre los autos de Schumacher y Zonta no había espacio para otro más.

Sin embargo el finlandés decidió arriesgarlo todo. Giró con agresividad sobre la parte mojada de la pista a pesar de estar corriendo con llantas para piso seco. Metió su auto entre el pasto y el monoplaza de Zonta y frenó más tarde que Schumacher y el brasileño. Cuando el alemán intentó buscar a Hakkinen se dio cuenta de que éste ya había pasado por el borde de la pista. Tras la valerosa maniobra Schumacher no pudo alcanzar a Hakkinen, quien ganó la carrera.

Desde el pasado primero de abril la maniobra de Juan Pablo Montoya entró a formar parte de los sobrepasos legendarios en la Fórmula 1. Gracias a ella el piloto colombiano es considerado por muchos como el último verdugo del campeón.