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Montoya rompió el hechizo

Con su primera victoria en Fórmula 1 Juan Pablo Montoya silenció a sus críticos y demostró que su futuro en la máxima categoría es muy prometedor.

22 de octubre de 2001

Lo primero que dijo Juan Pablo Montoya tras obtener su primer triunfo en la Fórmula 1 fue: “¡Casi que no!”. Tuvo que disputar 15 grandes premios para poder escuchar el Himno Nacional desde el podio. Era una victoria que se veía venir hace tiempo, aunque parecía esquiva, y que con un poco de suerte llegó.En este caso la falla del equipo Ferrari en la primera entrada a pits le costó tal vez la victoria a Rubens Barrichello, un piloto que corría su gran premio 145 en búsqueda de su segunda victoria en la Fórmula 1.

Nuevamente quedó en evidencia la fortaleza mental de Montoya, pues a pesar de todos los problemas técnicos que lo han dejado varado en la pista, de las críticas de otros pilotos y de la superioridad que en principio impuso Ralf Schumacher él ha dado vuelta a la situación y ha obtenido su primer logro importante en la categoría, ganar una carrera, y ganarla contra los campeones del mundo, los Ferrari.

El viernes en la noche, horas después de terminadas las primeras prácticas en Monza, dentro del motorhome de BMW Juan Pablo Montoya vivió un momento importante en lo que es su relación con la parte alemana del equipo BMW-Williams. Para nadie es desconocido que Frank Williams es un fan de Montoya y que la relación del colombiano con la parte británica de su equipo es muy buena.

La impresión que da siempre al ver en el paddock a Montoya y a Ralf Schumacher es que el primero es un piloto de Williams y el segundo uno de BMW. Por esto, y por lo que ha mostrado Juan Pablo en la última parte de la temporada, que no se había materializado en resultados por fallas de motor principalmente, BMW sentía la necesidad de mostrarle a Montoya que ellos también están con él y que Ralf no es el único que les interesa. Ellos querían empezar a despejar dudas sobre cualquier preferencia.

Con una cena que le ofreció BMW a Montoya ese día después de las prácticas en el Circuito de Monza, algo sin precedentes, se estrechó un lazo que es clave para los mejores resultados del equipo.

De alguna forma hubo una atención especial para con Juan Pablo todo el fin de semana. Personajes de BMW que nunca le daban más de una sonrisa ahora lo abrazaban. Ellos saben que tienen enfrente a un potencial campeón del mundo y uno de los pilotos más talentosos de la categoría.

Con un triunfo, tres poles y dos vueltas más rápidas en carrera Montoya debe dar ahora un paso hacia delante, y así se lo manifestó su jefe, Frank Williams. Echarse el equipo al hombro, y volverse un líder dentro del mismo, es la siguiente batalla que debe librar con Ralf Schumacher, pues si las cosas se dan el próximo año, como pintan hasta ahora, la pelea por el título va a ser entre ellos dos.

Más que con un triunfo Montoya se fue de Monza con la mente clara. Ya probó que puede ganar carreras. Ahora hay que dar el siguiente paso. No será fácil el camino, y seguro será más difícil que el de llegar a la primera victoria. Los elementos están ahí. Es cuestión de ponerlos a funcionar como debe ser y colocarse en una situación favorable.