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NEGRAS INTENCIONES

Los estadounidenses intentan controlar a toda costa la participación de atletas africanos en sus competencias

1 de junio de 1998

Para nadie es un secreto que los mejores corredores de pruebas de fondo en el mundo son los africanos. Y dentro del inmenso continente negro han sido los kenianos quienes han logrado escribir las páginas más brillantes, acaparando los primeros lugares en las principales competencias del mundo. Sin ir muy lejos, hace dos semanas Moses Tanui ganó por octava ocasión consecutiva el prestigioso y exigente maratón de Boston, seguido por su compatriota Joseph Chabete.
El ser los mejores del planeta se está convirtiendo, sin embargo, en un problema para los corredores de Kenia cuando intentan competir en Estados Unidos. Muestra de esto es lo que ocurrirá el próximo 25 de mayo en Bolder, Colorado, en una de las carreras más importantes de ese país. Ese día tan sólo tres atletas kenianos podrán participar contra un número ilimitado de estadounidenses. La limitación fue impuesta este año por los organizadores para intentar detener el aplastante dominio de los kenianos. En la edición de 1997 siete de los ocho primeros clasificados fueron de ese país y en 1996 lo fueron ocho de los 10 primeros.
Aunque los africanos tal vez alcancen el podio este año, los locales evidentemente tendrán muchas más oportunidades de llevarse los 32.000 dólares que reparte el evento. Fuera de esto, si un estadounidense termina dentro de los cinco primeros tendrá el doble del premio. El fondo del asunto, que para algunos tiene tintes racistas, es muy simple. Los organizadores temen que los patrocinadores retiren su apoyo a esta y otras competencias si los africanos siguen ganando .
Nadie niega el talento ni puede competir contra la superioridad de los kenianos. Pero su forma de ser, simple y taciturna, no cumple con las expectativas publicitarias de los estadounidenses. Ellos necesitan de héroes propios que se ajusten a sus estereotipos, algo que no consiguen con los africanos. Es por eso que frente a la comprobada superioridad deportiva de los kenianos las medidas restrictivas han empezado a tomar fuerza en las carreras en Estados Unidos. El de Colorado no es el primer certamen que levanta barreras contra los corredores de esa parte del continente negro.
A mediados del año pasado una competencia en Nueva Jersey creó un formato de prueba por equipos en el que excluía a los kenianos. Otros eventos, como el maratón de Pittsburg, solo dan premios en efectivo a los estadounidenses, medida imitada en varias competencias de la Florida, en donde no hay un triunfador local desde 1989. "El año pasado gané una carrera y me llevé 2.500 dólares. El primer norteamericano, que llegó bastante después de mí, se llevó el doble". Esta frase pronunciada por Chebet al final del pasado maratón de Boston resume bastante bien la situación.
Aunque los kenianos también dominan las carreras en Europa, Asia y el resto de América, lo irónico del asunto es que sólo tiene problemas en Estados Unidos. Un país que exalta permanentemente la competencia y la igualdad.