PACHO CONQUISTO A ESPAÑA
Francisco Rodríguez se convierte en ídolo al cumplir la mejor actuación de la historia del ciclismo profesional colombiano
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Francisco "Pacho" Rodríguez no conquistó el título de la vuelta a España. Pero, sin duda alguna, conquistó durante 3 semanas no solamente el corazón de sus compatiotras, sino el de los aficionados españoles. Se impuso en la montaña, se impuso en el plano y se impuso en las pruebas contra-reloj. Demostró su calidad y, no contento con eso, estableció un récord al ser el primer competidor en 40 años de historia de la vuelta a España que gana dos etapas seguidas. Por esa razón, el día que corría la contra-reloj en terreno plano, Alcalá de Henares, lo hacia recorriendo tramos enteros donde encontraba letreros escritos con pintura blanca sobre la carretera que decían: "Pacho". El nuevo idolo en España y en Colombia marcó un hito en la historia del ciclismo de su país y dejó grandes expectativas sobre lo que pueda llegar a hacer en el futuro, ya que con sus 25 años le quedan todavía entre 10 y 15 años de ciclismo.
Ramón Hoyos Vallejo fue el rey de las vueltas a Colombia y obtuvo victorias importantes en torneos panamericanos. Martín "Cochise" Rodriguez trató siempre de igualarlo, pero le fue mejor en la pista que en la ruta, conquistando un récord mundial de la hora en México y un campeonato mundial de persecución en Italia. Alvaro Pachón Morales se impuso en México, ganando la vuelta a ese país y logrando otras importantes figuraciones internacionales. Pero ninguna de estas hazañas puede compararse con lo realizado en esta vuelta a España por Francisco Rodriguez. Y no son comparables por una sola razón: porque todas ellas fueron realizadas en el campo del ciclismo aficionado y los éxitos de Rodríguez han sido entre lo más granado del ciclismo profesional y en una de las pruebas más antiguas e importantes de Europa.
La diferencia entre aficionados y profesionales es, entre otras, la dureza de las pruebas, tanto a nivel fisico, como a nivel técnico. Las etapas son más largas y se disputan de punta a punta debido a la gran variedad de estrategias que desarrollan los distintos equipos dirigidos, desde un automóvil acompañante, por un técnico que debe estar pensando siempre en función de su corredor más importante, el "capo". Este líder del equipo es el consentido y todos sus compañeros deben cuidarlo a lo largo de cada carrera: si se le pincha un tubular, debe uno de ellos sacrificarse y prestarle el suyo; si se le rompe la bicicleta, debe entregarle la suya; si sopla la brisa, deben todos en grupo protegerlo, rodeándolo; si se queda del lote, deben quedarse para acompañarlo y "jalarlo" a punta de ritmo hasta que vuelva al grupo.
Pero además, hay alianzas de unos equipos contra otros y las etapas se planifican kilómetro a kilómetro la noche anterior. El ciclismo profesional es otro mundo, mucho más complejo y también mucho más lucrativo. Un corredor estrella, lo que llaman "un monstruo", puede llegar a ganarse 10 mil dólares mensuales, aparte de que gracias a la fama que adquiere, obtiene jugosos contratos de publicidad pará anunciar bicicletas, camisetas, zapatillas y toda clase de productos desde chocolates, hasta encendedores.
Y es precisamente ese mundo de titanes que deben ser fuertes, inteligentes y hasta a veces "sucios", el que ha conquistado Pacho Rodríguez con su actuación en la vuelta a España. Estuvo entre los grandes. Llegó incluso a derrotarlos y a pelear el primer lugar.
Y sobre todo, se volvió ídolo en un país que no es el suyo. ¿Cómo llegó hasta allá?
NADIE ES PROFETA...
Pacho Rodríguez era, hasta hace unos dos años, un ciclista más de las nuevas promociones. Se destacaba en las vueltas a Colombia y otras competencias nacionales porque le gustaba ganar las etapas de punta a punta (ver recuadro). Pero sólo a principios de la temporada del año pasado obtuvo una figuración importante a nivel internacional. Corriendo con el equipo colombiano "La Gran Vía", se convirtió en la gran figura del Dauphiné Liberé, una de las pruebas que sirven de preparación para la vuelta a Francia. Rodríguez se enfrascó en un duelo a muerte con uno de los ciclistas más importantes de los últimos diez años en Francia y en el mundo: Bernard Hinault. Y le estaba ganando la pelea cuando debió retirarse afectado por una inflamación de tendones.
Por fortuna para Colombia, su compañero de equipo Martín Ramírez saltó al primer lugar y siguió en el duelo con Hinault, hasta coronarse campeón de la prueba. Pero ni siquiera el retiro pudo borrar el nombre de Rodríguez, que había impresionado ya a la crítica francesa.
Un equipo belga, el Splendor, decidió contratarlo y Pacho aceptó, viéndose obligado a dar el saltó al profesionalismo, ya que en el Dauphiné había corrido como aficionado, aprovechando que se trataba de una prueba mixta, apta para las dos categorías.
Con el Splendor, Pacho corrió la vuelta a Francia, pero no tuvo mayor suerte. El equipo en el cual estaba no Era de los mejores y además Rodriguez no había sido contratado como "capo" sino como gregario o coequipero, lo cual le impedía realizar cualquier intento por destacarse. Al finalizar la temporada del 84, Pacho volvió a Colombia. Algunos creyeron entonces que lo del Dauphiné había sido más bien suerte y que no podía contársele entre los grandes. Sin embargo, había sido segundo en la vuelta a Colombia, superado sólo por Luis Herrera. Mientras tanto en España, alguien había comenzado a pensar en él. Javier Mínguez, técnico del equipo Zor y uno de los más prestigiosos estrategas y preparadores del ciclismo profesional, pensaba que lo del Dauphiné no había sido gratuito.
Al final del año, Minguez se enteró con sorpresa de que Rodriguez no había sido contratado por el equipo profesional de Colombia, patrocinado por Varta-Café de Colombia. ¿Por qué Varta lo había rechazado? Porque los "capos" del Varta, consideraban que Rodríguez era un egoista, que le gustaba correr solo y que no sería útil para la labor de equipo que Varta queria realizar. En cierto modo, los "capos" de Varta tenían algo de razón. Rodriguez no queria ser gregario, porque estaba convencido que debia ser lider, ya que se consideraba el mejor. Lo que sucede es que en España demostró que en efecto es el mejor y que no tenia por qué aceptar la posición de gregario.
En todo caso, Minguez vio que era su oportunidad y decidió contratarlo.
La oferta no era nada mala (cerca de 5 y medio millones de pesos por toda la temporada). Pero la suerte de Pacho no terminó ahí. El equipo Zor ,e había quedado sin "capo". Su mejor hombre en la vuelta del año pasado, Alberto Fernández, uno de los grandes del ciclismo español, habia muerto en un accidente. Angel Arroyo, otro español 1-A miembro del Zor, no podía correr la vuelta a España. La propuesta de Minguez fue sencilla: "si arrancas bien, eres el líder del equipo". Y asi fue. Pacho arrancó bien y fue "capo" del Zor.
LIBRE DE LA TENDINITIS
Cuando lo contrató Minguez no quiso llevarlo de inmediato a Europa a sabiendas de que en las pruebas colombianas podía prepararse mejor.
Pero tampoco quiso que en su preparación en Colombia se mezclara con otros ciclistas. Le dio una cartilla en la cual Minguez diseño un plan de entrenamiento, que incluia el kilometraje que debía correr diariamente para ir alcanzando la mejor forma.
Para Minguez, se trataba de que Pacho pasara a ser un profesional de primera linea. Le prohibió entrenar cn compañía, pues no deseaba que el equipo de Varta, que también se entrenaba en aquellos días, copiara la fórmula de la cartilla y permanentemente lo llamaba desde España a preguntarle cómo le iba en su preparación.
La cartilla es el secreto gracias al cual Pacho Rodríguez no se vio afectado este año de tendinitis, a diíerencia de lo que le había sucedido en el Dauphiné y de lo que les pasó en España sus compatriotas del equipo Varta-Café de Colombia. Al parecer, los de Varta se excedieron en kilometraje de preparación y además tuvieron problemas de adaptación con sus nuevas bicicletas. Unos más, otros menos, los colombianos de Varta se vieron afectados en sus tendones de Aquiles, rotuliano y posterior de rodilla y sólo Fabio Parra pudo realmente destacarse, dando la pelea hasta la última etapa entre los diez primeros de la clasificación general y convirtiéndose en el mejor neoprofesional.Todos los demás se retrasaron o abandonaron la prueba.
Pacho en cambio parecia venido de otro planeta. No sólo no sufrió de tendinitis, sino que fue capaz de lucirse en todos los terrenos, siendo el primer profesional de Colombia que se impone en un terreno diferente a la montaña. Fue bueno en los sprint finales o embalajes de llegada, como lo demostró en Andorra el sábado 4 al ganarle sobre la propia raya a algunos de los mejores rematadores del mundo. Al día siguiente ganó la contrareloj de montaña, siendo el único ciclista en la historia de la vuelta a España en ganar dos etapas consecutivas. Y el viernes 10 hizo lo más increible de todo: fue segundo en la prueba contra-reloj individual en terreno plano, superando a especialistas de este tipo de pruebas, famosos en todo el mundo, como Sean Kelly y Julián Gorospe. En la contra-reloj se conoce a los grandes, según dicen los especialistas. Y Pacho ganó una y fue segundo en otra. ¿Qué hace que una contra-reloj sea tan valorada? Que en ella los ciclistas no pueden ser ayudados por sus coequiperos para cortar la brisa, ni aprovechar el desorden de la hora de la alimentación para buscar una escapada. Están ellos solos, corriendo contra el tiempo. Salen de uno en uno cada dos minutos y gana el que imponga el mejor tiempo en la distancia determinada para la etapa.
Lo cierto es que Pacho Rodríguez ha desbaratado prácticamente todos los mitos que había en Europa sobre los pedalistas colombianos: ya nadie podrá repetir que los colombianos sólo sirven en la montaña. Hay ádemás una caracteristica en este nuevo astro que los entendidos valoran conside rablemente: es un hombre que corre "de atrás para adelante", o sea que comienza lento y termina muy rápido, como los grandes del ciclismo en la historia, que saben medir sus fuerzas para entregar todo en el último tramo de la etapa.
LA CELADA ESPAÑOLA
Pero el final no fue tan feliz como lo querían los aficionados colombianos y los muchos españoles que lo respaldaban. Después de la contrareloj del viernes 10, en la cual Pacho Rodríguez, entonces segundo en la clasificación general, descontó 3 de los 13 segundos que lo separaban del líder, el escocés Robert Millar del equipo Peugeot, vino la etapa del sábado, con tres premios de montaña y un final en descenso y terreno plano.
Se sabía que era una etapa dura y que todo podía pasar. Pero ni siquiera los más pesimistas previeron que entraría un tercero en la batalla. Se pensaba que esos 10 segundos entre Millar y Rodríguez serían la clave del duelo final.
Lo que nunca se tuvo en cuenta hasta el sábado es que los españoles, chauvinistas al fin, serían capaces de unirse y montar una celada para evitar que el título quedara en manos de un extranjero, como habia sucedido en el 84 con el francés Caritoux.
En efecto, la mayoria de los técnicos españoles se reunió el sábado muy temprano con el entrenador y director del equipo Orbea, que tenía un hombre en el tercer lugar, Pello Ruiz Cabestany, distanciado a más de un minuto del líder Millar, y uno en el sexto lugar, Pedro Delgado, a 6 minutos 13 segundos del primero. La táctica fue sencilla: unir a todos los ciclistas españoles, a excepción de los del equipo Zor que respaldaban obviamente a Rodriguez, para que Cabestany o Delgado ganaran la vuelta.
Sabían que Millar y Rodríguez correrían tranquilos mientras vieran a Cabestany a su lado. Si éste no se escapaba, ellos seguirian siendo primero y segundo y nada pasaria. Al finalizar el último premio de montaña arrancó Delgado, uno de los ciclistas que más rápido desciende hoy en día en el mundo. Ni Millar ni Rodríguez se preocuparon, pues iban al lado de Cabestany. Adelante, Delgado tomaba más de seis minutos de ventaja, con la ayuda del español José Recio, quien a la postre ganó la etapa, ya que Delgado ni siquiera le dio pelea en el final, "pagándole" asi el favor de haberlo ayudado en la escapada.
Delgado cogió entonces el liderato, Millar pasó al segundo lugar y Rodríguez al tercero, distanciados unos de otros por escasos segundos. Pero nada de esto pudo empañar la gloria alcanzada por Rodríguez. Entró al profesionalismo por la puerta grande, luchó entre los mejores y obtuvo la figuración más importante que colombiano alguno haya logrado en una prueba profesional de larga duración.
La verdad es que 500 años después de que Colón llegara a América e iniciara la conquista del continente, un colombiano pudo conquistar España. -
PACHO VISTO POR ARRASTIA
Julio Arrastíá, sin duda el mds importante comentarista de ciclismo en el país, entrevistó y analizó para SEMANA a Pacho Rodríguez.
Unos pueden y otros no. Se murió Alberto Fernández en un accidente y un colombiano, Francisco Rodríguez, pasó a ocupar su plaza en el equipo español Zor. Fernández había sido segundo en la vuelta a España de 1984 a seis segundos del ganador de entonces, Eric Caritoux. Este año, su reemplazo, el colombiano Rodríguez, sacó la cara por el Zor y estuvo en la pelea, terminando a pocos segundos del ganador. ¿Por qué está Pacho Rodríguez en el Zor? El año pasado, en Pau, Francia, estuve conversando con Javier Mínguez, entrenador del equipo Zor. Quería contratar a un colombiano y había ido a Francia a ver qué se podía hacer. Mínguez, un ex corredor, físicamente parecido a Eddy Merck, se ha convertido en un extraordinario técnico. Luego, Mínguez viajó a Colombia y se enteró de que Pacho Rodríguez, que había estado a punto de ganar el Dauphiné Liberé al iniciarse la temporada 84, no había sido fichado por el equipo Varta-Café de Colombia para el 85. Y entonces, decidió contratarlo.
Pero, ¿quién es Pacho Rodríguez, este hombre que hoy se ha convertido en un ídolo en Colombia y también en España? Nacido en 1960 en Duitama en la época en que Hernán Medina Calderón, el "príncipe estudiante" ganaba la vuelta a Colombia, Pacho Rodríguez se radica en Bogotá, donde se forma ciclísticamente. Pero es boyacense, como Benjamín Jiménez, "Pajarito" Buitrago, Rafael Antonio Niño, José Patrocinio Jiménez y Fabio Parra.
Y ahora, este boyacense de 25 años está en España, conquistándola, convertido en ídolo y "capo" de un equipo español. Faltando cuatro etapas para terminar la vuelta y en momentos en que Pacho está metido de lleno en la pelea por el título, vamos a buscarlo al Hotel Don Pacho, habitación 1401. Son las 9:30 de la noche. Se siente olor a linimento en el cuarto en el cual un hombre de unos 45 años, un poco calvo, está masajeando las piernas de Francisco Rodríguez. "No me lo molesten", nos dice.
"Nó, tranquilo" respondemos. "Sólo queremos hablar un poco con él".
Pacho me da la mano y en ese momento siento su fuerza, su vigor. El masaje continúa. Comienza el diálogo. Yo quiero tocar otros temas. No me interesa hablar mucho de ciclismo. Deseo preguntarle ciertas cosas que la gente quiere saber de él. Sin embargo, cada vez que intento hacerlo, él vuelve al ciclismo. Porque él respira ciclismo. No quiere hablar de cosas diferentes, aunque yo le pongo otros temas.
" Yo tengo una mira: ganar. Demostrar que soy bueno y quizá, el mejor". Asi define Francisco Rodriguez su meta, en una camilla de masajes, mientras recibe el descanso de manos de su masajista, para estar listo mañana para una nueva etapa de esta vuelta a España en la cual se ha vuelto figura. ¿Hobbys?, ¿gustos especiales? "Vea, lo que a mí más me gusta es estar en mi casa, con mi esposa y mis dos hijos". Es un hombre de hogar y todo lo que hace, lo hace pensando en su familia.
Hablamos entonces de dinero, de su futuro económico. Me dice: "Me ha ido bien, pero de aquí en adelante me va a ir mejor. Me dieron más o menos unos 35 mil dólares (por la temporada) y para el año entrante, yo creo que me pueden doblar la oferta". Me alegro por Francisco. Lo conozco desde hace mucho tiempo. Casi desde cuando se inició como ciclista. Su compañero era Ramón Tolosa.
Hay que preguntarle por España: ¿La quiere Pacho? "Si, me gusta España.
A mi me quieren aquí. Los españoles me llaman Pacho y hablando con los españoles me siento como en mi casa". ¿Sería capaz de nacionalizarse? "Hombre -respondeyo no quiero cambiar de nacionalidad. Seguiré siendo colombiano, porque para mí eso es un orgullo, lo mismo que ser boyacense".
Ese es Pacho Rodriguez. A lo mejor algunos en Colombia lo han menos preciado. Cuando no era lo que es hoy en día, pensaban que se trataba de un corredor del montón. Y no es del montón. Es bueno. Muy bueno.
Cuando se habla con él, escucha. Yo lo aprecio y me alegra haberlo ayudado, ahora que veo cómo todo el mundo está hablando de él. Porque cuando las cosas se ven, es fácil verlas. El asunto es verlas antes de que sucedan.
Siguen los masajes. Ya están llegando a la otra pierna. Los masajes de un ciclista pueden durar más de media hora. El masajista me mira y se rie.
"No me lo ponga nervioso", me dice.
Pacho sonríe, está feliz, sabe que lo cuidan porque creen que puede ganar la vuelta a España. Triunfar y triunfar. Sólo piensa en eso y lo está logrando. "Pacho, buenas noches".
Julio Arrastía, desde España
LO QUE VIENE
Hay quienes se sorprenden de la resistencia de los ciclistas profesionales.
Las etapas tienen una duración promedio de 6 horas. Cuando terminan, hay que prepararse para la del día siguiente. Y esto durante tres semanas, como acaba de suceder en la vuelta a España, que contó con 19 etapas y ni un solo día de descanso. Pero terminada esta vuelta, tampoco hay tiempo para respirar. Los ciclistas siguen ahora con el clásico RCN, que arranca el miercoles. De los que corrieron en España estarán los 10 colombianos del equipo Varta-Café de Colombia, algunos de los cuales cambiarán de camiseta, y el equipo español Zor, encabezado por Pacho Rodríguez.
El equipo más fuerte será sin duda el de Colpatria, que contará entre otros con Luis Herrera Alfonso Flórez y Edgar "Condorito" Corredor.
Herrera, dos veces ganador del clásico, deberá defender su título y su mayor enemigo será Pacho Rodríguez.
Aparte de ellos, estarán los corredores de los equipos Renault de Francia, Reynolds de España, así como un equipo holandés, uno venezolano y uno de los Estados Unidos. La prueba favorece a los colombianos, debido a la preponderancia de la montaña en el trazado de la prueba.
El duelo Herrera-Rodríguez será el mayor atractivo este año, pues aunque Herrera se mostró débil en España, lo cierto es que llegará más descansado que Rodríguez, quien terminó el domingo la vuelta a España,de la cual Herrera se retiró una semana antes. Además, hay otros corredores colombianos que pueden destacarse, como el propio Fabio Parra, el mejor de Varta en España. Será ésta 12 oportunidad de saber cuál de ellos es el mejor.
PACHO EN FAMILIA
"Todos mis hijos me salieron muy estudiosos y aplicados. Todos menos Pacho. El dejó los estudios para dedicarse al ciclismo y vea usted, no hay mal que por bien no venga". Son palabras de doña Ana María viuda de Rodriguez,de 65 años, la madre de Pacho Rodriguez. Todas las mañanas, le pone una veladora a las "benditas almas" y ya no tiene tiempo de hacer el almuerzo, porque se le va la mañana, primero mirando la televisión y luego contestando llamadas de periodistas colombianos y extranjeros. "El otro día un periodista holandés me llamó. El no me entendía nada y yo tampoco le entendía a él" comenta entre sonrisas.
La esposa de Pacho, Maria Helena Rocha, también interviene en la charla con SEMANA. "El día que lo conocí no me gustó porqué era ciclista. Pero luego me dí cuenta de que era atractivo y le empecé a parar bolas".
Llevan tres años de casados y tienen dos hijos, uno de dos años y otro de ocho meses. Ella estudió bachillerato comercial y secretariado ejecutivo, pero ahora no trabaja porque Pacho sostiene que "para eso él está trabajando duro, para que yo me quede en la casa cuidando a los pelaos". Pacho siempre le trae regalos de sus viajes al exterior: "El año pasado me trajo de Francia un abrigo de piel de zorrillo"
"Al principio a mí no me gustaba el ciclismo, pero un día Pacho me hizo faltar al trabajo para que fuera a verlo correr una contra reloj en la clásica Mil Veinte. Me emocioné tanto que después de eso yo misma era la que decidía faltar al trabajo para acompañarlo a las competencias", cuenta María Helena. Desde entonces, ella ha acompañado a Pacho a muchas carreras. En el 84, estuvo con él en el Dauphiné Liberé, cuando se reveló como gran ciclista. Fue el líder hasta la antepenúltima etapa, cuando se enfermó y debió abandonar para darle paso a Martín Ramírez, el otro colombiano que se había destacado y que al final ganó esa carrera. "Desde esa vez y ahora más, sé que Pacho se ha impresionado mucho con el estilo de vida europeo. Le gusta vivir allá aunque no podría renunciar al cocido boyacense ni a la mazamorra. Y eso que se ha acostumbrado a algunos platos europeos y le encanta preparar ensaladas".
Pára Pacho Rodríguez, en efecto, el mundo ha cambiado mucho. Cuando empezó, decidió retirarse del bachillerato y no terminó 3°. Entró a trabajar en la drogueria Teusaquillo y con los ahorros de lo que ganaba, se compró su primera bicicleta de carreras. Comenzó a competir en Bogotá y a destacarse en distintas pruebas.
Luego vinieron el clásico RCN y la vuelta a Colombia, competencias en las cuales se hizo famoso porque le gustaba ganar etapas de punta a punta, escapándose desde el primer kilómetro y manteniéndose en la punta hasta la meta. El año pasado fue segundo en el RCN y segundo en la vuelta, siendo superado únicamente por Luis Herrera, quien contaba con un equipo superior y mejor peparado.
Pero solo con su actuación en el Dauphiné Liberé, los comentaristas deportivos y el público en general comprendieron que estaban ante uno de los grandes. Esa condición se refleja hoy en su salario, alrededor de medio millón de pesos mensuales, cifra que puede duplicarse el próximo año, tras lo sucedido en la vuelta a España.