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Los chilenos alzan la Copa América. | Foto: EFE

COPA AMÉRICA

Chile hace valer su localía y es el nuevo rey de América

El equipo local venció a la albiceleste con cobros desde los 12 pasos y se consagró por primera vez en la historia de la Copa América.

Leonardo Niño Rodríguez, periodista de SEMANA
4 de julio de 2015

Tras un partido vibrante y lleno de emociones, Chile se consagró por primera vez en su historia campeón de la Copa América luego de derrotar en la serie de penaltis 4-1 a Argentina. Ambas selecciones igualaron sin goles en los 90 minutos de tiempo reglamentario y en los 30 de la prórroga, en el Estadio Nacional de Santiago, la capital del país austral.

Tras el 0-0, en la definición por penales Chile no falló ninguno de sus cobros, mientras que Argentina sí erró dos. Gonzalo Higuaín la mandó el cielo y Ever Banega remató suave a las manos de Claudio Bravo. Alexis Sánchez fue el encargado del tiro definitivo con el que puso a celebrar a todo el estadio, que era una mancha roja, y a todo un país que anhelaba ganar el título en casa.

El campeonato es el premio a una generación extraordinaria de jugadores chilenos, liderados por Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Claudio Bravo, Marcelo Díaz y Gary Medel. Es el premio a un proceso que empezó con Marcelo Bielsa en 2007, que continuó con Claudio Borghi y Jorge Sampaoli, que llegó en 2012, los llevó al Mundial Brasil 2014 y ahora les da su primer título a nivel de selecciones mayores en la Copa América 2015.

La otra cara de la moneda es la nueva decepción para la selección Argentina, que ya completa 22 años sin títulos oficiales con el equipo de mayores. Desde entonces han pasado muchísimos jugadores y entrenadores del más alto nivel por el conjunto albiceleste, pero no han podido conquistar un trofeo.

Nuevamente Lionel Messi quedó en deuda, pues no apareció en la final de Santiago, como tampoco lo hizo en la del Maracaná en Rio de Janeiro en 2014, cuando Argentina perdió 1-0 con Alemania en tiempo extra. Esta camada de jugadores argentinos deberá levantar cabeza de este nuevo golpe y luchar por clasificarse al Mundial Rusia 2018. 

El partido

El duelo fue muy parejo de principio a fin, con momentos y opciones para ambos equipos que demostraron por qué habían llegado al último partido de la competencia. En un horario atípico (5:00 p.m. hora local), la 'Roja' y la albiceleste saltaron al terreno de juego con la ilusión de ganar y alzar la Copa.

Ambos seleccionados no se guardaron nada y salieron a jugar de la misma forma que lo habían hecho, con vocación ofensiva, desborde y velocidad. En la primera etapa, Chile empezó mejor y se aproximó en varias ocasiones al área rival, pero Argentina se fue acomodando mejor en el campo y con una presión alta en la salida de la defensa chilena, puso en aprietos a la 'Roja'.

La más clara del primer tiempo para los argentinos fue un cabezazo del 'Kun' Agüero que tras un tiro libre de Messi anticipó a su marcador pero su remate lo atajó de manera brillante el capitán y arquero de la selección chilena, Claudio Bravo.

Tres minutos después, el defensor central Francisco Silva salió desde atrás como líbero y metió un gran pase al vacío para Eduardo Vargas que superó la línea defensiva argentina y entró al área, pero su remate se fue por encima del arco de Romero.

Al minuto 29, llegó una mala noticia para Argentina. Ángel Di María, que había jugado bien hasta ese momento del partido, sufrió un tirón en uno de sus muslos y tuvo que retirarse de la cancha lesionado. En su lugar ingresó Ezequiel 'El pocho' Lavezzi.

Durante el último cuarto de hora de la etapa inicial, hubo bastantes infracciones y amonestados, pero al final de cuentas Chile tuvo mayor posesión de balón y Argentina no lució muy cómoda con el planteamiento de Sampaoli que a lo largo del torneo demostró versatilidad a nivel táctico, con cambios de esquema y posicionamiento durante los partidos. Algo muy meritorio, pues supieron neutralizar al equipo de Martino.

Ya en la segunda parte hubo más llegadas de gol claras que en la primera fracción. Chile tenía más el balón y generaba peligro con sus volantes y laterales. La opción más clara la tuvo Alexis Sánchez al minuto 82, tras un gran pase de Charles Aránguiz. Su remate de primera se fue desviado cerca al palo de la mano derecha de Romero.

Ya cuando se agotaban los minutos, ambos equipos intentaron más con ganas que fútbol. Argentina tuvo todo para liquidar en el último minuto de juego, con un contragolpe que inició Messi, continuó Lavezzi e Higuaín no pudo concretar.

La prórroga

En el tiempo suplementario, el cansancio hizo mella en ambos equipos. Varios jugadores sufrieron molestias musculares, producto del cansancio, y Argentina estuvo a punto de perder a dos de sus hombres, Lavezzi y Mascherano, por calambres. Sin embargo, ambos siguieron adelante.

En Chile también Vidal tuvo una molestia en su rodilla sobre el final del segundo tiempo y se reincorporó para seguir jugando, aunque con menor intensidad.

Al minuto 105, cuando finalizaba el primer tiempo extra, un pelotazo largo de Bravo para Sánchez superó a Mascherano y el atacante se fue solo de cara al arco. Sin embargo, Pablo Zabaleta corrió a toda máquina y alcanzó a incomodar el remate final de 'El niño maravilla', que se fue por encima del travesaño.

La 'Roja' jugó mejor y llegó con mayor claridad al área argentina en los 30 minutos suplementarios, y aunque tuvo varias aproximaciones, no logró concretar. El campeón tuvo que definirse en los agónicos penaltis.

Los penaltis

Para Chile era la primera definición desde los 12 pasos en este torneo, pero para Argentina era la segunda tras su sufrido desempate ante Colombia. El sorteo entre Bravo y Messi, compañeros en el Barcelona de España, determinó que los chilenos cobrarían primero.

El encargado de patear el primer cobro fue Matías Fernández, que la mandó al fondo de la red gracias a un potente derechazo inatajable para Romero. Messi tomó el balón y respondió con otro buen cobro, pero de zurda, a baja altura y al palo izquierdo de Bravo que lo adivinó pero no pudo atajarlo.

Vidal marcó para Chile en el segundo cobro pero su remate entró con suspenso, pues Romero adivinó y rozó el balón. Luego llegó Gonzalo 'Pipita' Higuaín, que había reemplazado a Agüero, y mandó su remate por encima del arco de Bravo. El delantero argentino había errado varios penaltis con su club, el Napoli de Italia, y continuó su mala racha con la selección.

Chile confirmó la ventaja con un golazo de Charles Aránguiz que cobró de derecha potente al palo de la mano izquierda de Romero. Ahora la responsabilidad estaba sobre los hombros de Ever Banega, que por sus gestos lucía muy nervioso. En efecto, el jugador que había ingresado en la segunda etapa por Javier Pastore, cobró muy suave y el arquero Bravo no tuvo problemas para atajar el remate.

Con este panorama, la 'Roja' estaba a tiro de as. Alexis Sánchez tenía en sus pies el triunfo y no defraudó. El hombre de la camiseta número 7 acarició el balón con mucha categoría e hizo estallar de júbilo a todo el estadio Nacional y al país austral que nunca había celebrado un título de su selección mayor.

Análisis

Si se tiene en cuenta el trámite del partido, el triunfo fue merecido para los chilenos porque fueron más ordenados tácticamente y supieron neutralizar a un rival tan complicado como Argentina.

No hubo ningún lunar en los dirigidos por Sampaoli, pues Bravo, Medel, Silva, Beausejour, Isla, Aránguiz, Sánchez, Vidal y, sobre todo, Marcelo Díaz, jugaron un gran partido. Marcelo Díaz jugó un partidazo, le dio seguridad a la línea defensiva con su buena visión de juego.

Argentina, en cambio, no tuvo la claridad ni la contundencia del partido ante Paraguay. Nuevamente se quedó con las ganas de conseguir un título, algo que se le exige porque tiene entre sus filas al mejor jugador del mundo y a una generación de jugadores excelente. Pero hoy se enfrentó a un rival que estuvo a la altura y demostró por qué es una de las mejores selecciones sudamericanas del último lustro.

Como mención especial, vale destacar el buen desempñeo del árbitro colombiano Wilmar Roldán que tuvo mucha seguridad y carácter para controlar un partido de esta envergardura.

La noche será larga en Santiago y en todo el territorio chileno. Las celebraciones irán hasta la madrugada, y no es para menos, pues por fin pueden decir: ¡Somos campeones!