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Dos estrellas y un niño prodigio de 13 años contratados por importantes equipos extranjeros

19 de octubre de 1987

Era la noche del 9 de septiembre y el Unión de Santa Fe se enfrentaba a Talleres de Córdoba. Al finalizar el primer tiempo el equipo cordobés derrotaba 2 a 0 a su rival.
En el intermedio el técnico del Unión, Leopoldo Jacinto Luque, recordado por todos como integrante de la Selección Argentina, que fue campeona mundial en su país en 1978, decidió realizar un cambio en su alineación para evitar la caída. La responsabilidad de salvar la casa recayó sobre un moreno de 23 años que difícilmente supera los 1.60 de estatura, de aspecto frágil pero veloz y lleno de picardía. El samario Antony de Avila, recién llegado del América de Cali, jugó los 45 minutos finales, deslumbró a los espectadores con sus fintas, sus amagues y su velocidad, y llevó a su nuevo equipo a empatar un encuentro que estaba perdido.
La historia de De Avila comienza en un barrio pobre de Santa Marta. Allí aprendió a jugar, al igual que el "Pibe" Valderrama, en las calles y potreros hasta que un empresario lo descubrió y fue a parar a Cali. En esa ciudad se vinculó a las divisiones inferiores del América, club en el que se hizo famoso al lado de Alex Escobar y del veterano Willington Ortiz con los que formó el "Clan de los Pitufos" por su pequeña estatura. Debutó en el profesionalismo en el 82 y de ahí en adelante ha tenido una carrera ascendente que lo llevó a participar con la selecclón de mayores en la reciente Copa América, disputada en Argentina. En años anteriores conformó la escuadra americana que en dos ocasiones ha llegado a la final de la Copa Libertadores de América. En una de ellas, la del 85 y jugando contra Argentinos Junior, el "Pitufo" tuvo una de las mayores desilusiones en su vida deportiva: cuando se definía el campeonato por cobros de tiros desde el punto de penal, De Avila erró su disparo con lo que su equipo debió conformarse con el subcampeonato.
En los últimos años se había distinguido por su regularidad en las canchas, pero también por sus problemas con los directivos y con el cuerpo técnico del equipo. En varias ocasiones se le acusó por indisciplina y fue separado del plantel profesional. Recientemente los directivos lo multaron con una alta suma de dinero por tomar trago y semanas después fue retirado del equipo definitivamente. El América decidió alejarlo de Cali y aceptó la propuesta del Unión de Santa Fe que lo recibió, en calidad de préstamo, por un año. Según el comentarista deportivo Jaime Ortiz Alvear, "se trata de un premio. Es lo mejor que le pudo haber pasado pues el ambiente de rumba y trago en que vivía lo iba a acabar". Ortiz también afirma que las condiciones del colombiano lo hacen fácilmente adaptable al medio argentino y tiene todo a su favor para triunfar.
Antony de Avila es el segundo colombiano que llega a jugar en la primera división del fútbol argentino.
Antes de él lo hizo el legendario Efraín "El Caimán" Sánchez, quien en el año 1947 fue contratado por el San Lorenzo de Almagro como arquero de su nómina titular. La actuación de Sánchez fue tan buena, que hoy en día se le recuerda como uno de los mejores porteros que han pasado por el fútbol argentino. De Avila abre una nueva era para el fútbol colombiano. De su actuación depende que el mercado del Cono Sur se abra para los jugadores colombianos y todo parece indicar que no va a defraudar: el pasado 13 de septiembre tuvo su prueba de fuego al jugar contra el encopetado Boca Juniors en la cancha de La Bombonera, de la que salió airoso con los favorables comentarios de la prensa bonaerense que lo distinguió como el mejor jugador de su equipo.
Pero el palo del mes lo constituye el infantil Alexander Cortázar de sólo 13 años. Integrante del equipo de la "Escuela Carlos Sarmiento Lora", patrocinada por el Deportivo Cali, que representó a Colombia en el pasado campeonato infantil de Caracas.
Alexander impresionó a todos los presentes y en especial a los directivos del Nápoles que acompañaban a su equipo infantil. La admiración por el pequeño goleador fue creciendo a medida que avanzaba el torneo, hasta que los directivos del club en que juega Maradona decidieron hacer una propuesta a la gente del Cali. En un comienzo se trató de algo informal pero después del regreso del equipo se continuaron las negociaciones hasta que se llegó a una fórmula: Cortázar viajará con su madre a Italia por dos meses para ver si se acomoda al ambiente. De ser así se quedárá en Nápoles en donde continuará sus estudios mientras practica con el campeón de Italia. Es la primera vez en la historia que un equipo europeo contrata a un jugador infantil colombiano, y el hecho es más espectacular cuando se piensa que Cortázar, sin buscarlo, se le adelantará a su ídolo Carlos Valderrama quien sólo podrá integrarse al Juventus de Turín después de julio del 88.
PARRA A ESPAñA
Pero si en el fútbol llueve en el ciclismo no escampa. En los últimos tiempos ha sido el ciclismo el deporte que más deportistas ha exportado, especialmente a Europa. Ciclistas de la talla de Martín Ramírez, Pablo Wilches, Samuel Cabrera y Francisco Rodríguez han pasado por équipos profesionales europeos, pero sin mucho éxito. En estos días la noticia ha corrido a cargo de Fabio Enrique Parra, el compañero fiel de Luis Herrera, quien ha sido contratado por el equipo español Kelme. A sus 29 años, Parra ha realizado una carrera tal, que muchos piensan que se trata del corredor más completo a nivel nacional en la actualidad. Muchos comentaristas deportivos opinan que su mayor problema radica en haber sido opacado por Herrera, un astro en el ascenso, pero débil en el llano y con menos arrestos físicos que Parra. Esto quedó evidenciado en el pasado Tour de Francia cuando, en la parte final de la carrera, Parra debió frenar los atáques que debían llevarlo a mejorar su posición en la carrera para quedarse a ayudar a Herrera, qúien ya iba con lo justo.
Fabio Parra es el corredor que mejor se puede adaptar al medio europeo. Es un gran escalador, pero sus facultades le permiten desempeñarse muy bien en todos los terrenos. Además, el equipo que lo acaba de contratar esta buscando el concurso de pasistas holandeses y belgas para que en el terreno llano y en las etapas contra reloj por equipos el colombiano no pierda tiempo y llegue fresco al pie de las cuestas, donde deberá dar la batalla. Para Parra la oferta era irresistible. En el plano económico se trata del pedalista que más plata ha ganado en la historia con un contrato de 50 millones de pesetas por año, unos 100 millones de pesos. Por otro lado, aunque todavía no se le ha asegurado el puesto de "capo" de la escuadra, el rendimiento del colombiano lo llevará a dirigir al grupo, lo que no habría logrado en Colombia mientras estuviera al lado de "El Jardinerito" .
El suceso que constituye el ingreso de Parra a un equipo europeo, sólo es comparable con el que causó en su momento el paso al profesionalismo de Martín Emilio "Cochise" Rodríguez. En esa época "Cochise", se fue a correr a Italia como gregario del entonces astro Felice Gimondi. A pesar de haber ganado una etapa en el Giro de Italia y de haber sido admirado a nivel mundial, "Cochise" siempre estuvo a la sombra de su jefe y nunca pudo demostrar todas sus capacidades. Hoy las cosas han cambiado y Fabio Parra puede tener a su disposición a todo un grupo de corredores, entre los cuales hay varios colombianos, cuya única función será la de ayudarlo en todo momento para que pueda alzarse con la victoria final en las pruebas en que compita.