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RESUCITO LA DAVIS

La calidad de juego de los norteamericanos y el triunfo de McEnroe revivieron el prestigio de la Copa Davis.

3 de enero de 1983

Hace cincuenta años, Francia derrotó a los Estados Unidos en París. Fue en una final de la Copa Davis, la última que habían protagonizado ambos equipos. En aquellos días, el tenis era realmente el deporte blanco. Lo jugaban unos caballeros, estrictamente vestidos con tal color, quienes eran calificados de amanerados por los movimientos elegantes que realizaban con sus raquetas en busca de la pelota. Pasó medio siglo. El tenis se convirtió en un deporte de colores y dólares, de televisión y carátulas de revistas. La nueva generación de tenistas franceses que logró llegar a la final del tradicional torneo no tenía nada que ver con los "mosqueteros" Lacoste, Cochet y Brugnon. Los tiempos han cambiado y la nueva vedette de Francia, el negrito Patrick Noah, aparece de pronto desnudo, posando para las revistas. Es otra época, sin duda.
En Grenoble, ciudad francesa afincada en los Alpes de Saboya, todos esperaban una nueva victoria del equipo francés. Tanto tiempo de espera y tanta nostalgia acumulada parecían ser argumentos decisivos capaces de compensar el leve favoritismo que traian los norteamericanos.
Pero en la cancha, dicho favoritismo de Estados Unidos se convirtio en la amplia superioridad de un equipo serio, que lleva bastante tiempo trabajando bajo la dirección de Arthur Ashe, el famoso tenista de color que se impuso en Wimbledon 72 y que aún posee el récord de partidos ganados en este torneo. La clave de la victoria de Estados Unidos, sin embargo, tuvo un nombre compuesto y un apellido escocés: John Patrick McEnroe.
En el primer partido de la serie de cinco, derrotó a Noah luego de cinco extenuantes sets. Al lado de su eterno compañero de dobles, Peter Fleming, siguieron imbatibles en la Copa Davis, y lograron su noveno triunfo derrotando al tandem Noah-Leconte, y obtuvieron el tercer punto que hizo inalcanzable al equipo norteamericano.
"Es el mejor jugador de dobles que he visto en mi vida", dijo Ashe al concluir el encuentro. "Su coordinación mano-ojo es tal vez la mejor, exceptuando a Ken Rosewall. Tiene también una gran coordinación pie-ojo y hace lo que quiere con la bola. Le pega bien de ambas maneras. Sabe utilizar el topspin, sabe cortar, coloca el servicio en cualquier lugary además posee esa intangible confianza en si mismo, que le permite sentirse capaz de levantar su nivel de juego si es necesario". En el tercer set del partido de dobles, Peter Fleming tuvo problemas con su servicio y los franceses se fueron arriba.
Pero al final se impuso la técnica de McEnroe y el tandem norteamericano logró la victoria en menos de dos horas y media. Además de la superioridad técnica, McEnroe-Fleming tenían la ventaja de llevar varios años jugando juntos. Es sin duda la mejor pareja del momento y tuvo muy pocos problemas para superar a los dos galos que apenas juegan juntos desde este año.
Con el resultado del partido de dobles quedó sellada la suerte de Francia. En la tercera jornada Noah masacró a Mayer y McEnroe logró el cuarto punto al vencer al joven Leconte. "Estoy muy orgulloso con este triunfo tan deseado", dijo Arthur Ashe. "En esta final tuvimos a nuestro favor la experiencia. McEnroe disputaba su cuarta final y yo, en mis tiempos, jugué tres. Los franceses fueron formidables pero todavia son muy jóvenes".
Al derrotar a Leconte, McEnroe logró su victoria número veintiséis en Copa Davis, una menos que Arthur Ashe, el poseedor del récord. Con sólo veintitrés años de edad, resulta apenas obvio que superará esta marca. Para los Estados Unidos resulta inapreciable la seriedad de su mejor tenista a la hora de afrontar la Copa Davis. Jamás ha desdeñado participar en el equipo norteamericano y el resultado es el surgimiento gringo en este torneo.
Cuatro victorias en cinco años, cuatro presencias de McEnroe para lograr cuatro de los 28 triunfos que Estados Unidos ha logrado desde que en 1900 Dwight Filley Davis donara el trofeo.
En 1983, Estados Unidos y Argentina jugarán en la primera ronda eliminatoria. "Es un escándalo que dos buenos equipos tengan que eliminarse entre sí desde el primer momento", comentó McEnroe. En Buenos Aires Vilas y Clerc podrían eliminar a los norteamericanos y de paso vengar la final 81 jugada en Cincinnati en la cual Argentina cayó ante Estados Unidos. La Copa Davis resucitó defini tivamente en Grenoble. A pesar de la comercialización del tenis, el tradicional torneo volvió a ser tomado en serio por los tenistas de Estados Unidos. Nuevamente resurgió la expectativa por una final y la calidad de los dos equipos justificó el interés que despertaron. Y por el bien del tenis, esperemos que McEnroe no le crea a Elton John que tiene talento musical. En este momento sobran buenos músicos de New Wave como para sacrificar a uno de los grandes tenistas de todos los tiempos.