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Los jugadores de Colombia celebraron a rabiar el empate conseguido luego de un brillante segundo tiempo ante Chile. La euforia es justificada, pues al terminar el primer tiempo jugaban mal y no se veía cómo remontar un marcador tan abultado. Pero en el entretiempo Pékerman sacó a relucir todo lo que sabe, impulsó anímicamente al equipo, hizo cambios que funcionaron a la perfección y consiguió lo que a 20 minutos del final parecía imposible. Colombia clasificó con fútbol y corazón. | Foto: AFP

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Selección Colombia: ¡A Brasil con todo!

Semblanza de José Pékerman, el argentino silencioso que fue capaz de lograr este gran sueño.

12 de octubre de 2013

Euforia. Tal vez solo esta palabra alcanza a describir el ánimo de los colombianos ahora que la selección nacional acaba de clasificar al campeonato mundial de fútbol de Brasil de 2014, tras el dramático empate 3 a 3 con Chile. Tenían que pasar 16 años para que el país volviera a vivir la emoción de ver a su equipo en la máxima instancia del deporte más popular del planeta, y a lo largo y ancho del territorio los colombianos han celebrado a rabiar. 

Detrás de ese éxito histórico está José Néstor Pékerman, un hombre que hace del silencio su mayor virtud y de la modestia su carta de presentación. Colombia se había acostumbrado a directores técnicos amigos de los medios de comunicación, de las frases y hasta de pensamientos filosóficos, amigos (o enemigos a muerte) de las grandes figuras del periodismo deportivo de radio y televisión.

En ese escenario Pékerman logró el pequeño milagro de preservar e imponer su manera de expresarse, y de dejar, como se vio el viernes al clasificar, que los resultados se encarguen de hablar por él. 

En este año y medio al frente de la selección Pékerman dio muestras de un carácter imperturbable. No le gustaba hablar ni dar entrevistas. A duras penas se presentaba a las ruedas de prensa. No lo necesitaba. Desde que asumió la dirección técnica, Colombia ha jugado 12 partidos oficiales por las eliminatorias al Mundial de Brasil de 2014 y cinco amistosos. El balance de estos últimos arroja cuatro triunfos ante México, Camerún, Guatemala y Serbia, y un empate ante Brasil. Por las eliminatorias, en la era Pékerman, Colombia ha ganado siete partidos, empatado dos y perdido tres. 

Pero tranquilo y calmado no significa pusilánime. Pékerman también se ha destacado por su firmeza. Puso como condición integrar un equipo de trabajo con cinco colaboradores de su entera confianza.

Néstor Lorenzo, exdefensor de varios equipos, entre ellos Boca Juniors y la selección argentina que jugó el Mundial de 1990. Él se encarga del trabajo táctico de los defensores. Por su parte, Pablo Gabriel Garabello trabaja la táctica del medio campo. Patricio Camps, conocido goleador de equipos como Vélez Sarsfield, con el que ganó la Copa Libertadores en 1994, es su colaborador de campo. Completan el equipo de asistentes Eduardo Ustaín, preparador físico, y Gustavo Wainer, secretario técnico.

A Pékerman también lo ayuda tener bajo sus órdenes a jugadores muy talentosos como Radamel Falcao García, James Rodríguez, Freddy Guarín y Juan Guillermo Cuadrado, por citar unos pocos. Ellos han sabido aprovechar los conocimientos del técnico para explotar al máximo sus habilidades.

El silencioso y enigmático personaje que logró que Colombia regresara a los mundiales es un hijo del esfuerzo. Nació el 3 de septiembre de 1949 en Villa Domínguez y se crió en Holt Ibicuy, provincia de Entre Ríos. De niño jugaba al fútbol en los playones del río Paraná, trabajaba con su padre en el bar que él administraba y en vacaciones vendía helados en las calles y a los pasajeros que llegaban en tren al pueblo. 

La familia emigró a Buenos Aires y Pékerman ayudó a su padre en su nueva pizzería. En sus ratos libres seguía empeñado en jugar al fútbol y tuvo la oportunidad de entrar a las divisiones menores de Argentinos Juniors. Era un reto muy complicado puesto que el joven José quería estudiar y no dejar de ayudar a su padre. Él lo animó para que no desaprovechara esa oportunidad y así, en julio de 1970, Pékerman inició su carrera de futbolista. 

Quiso combinar la práctica deportiva con los estudios y se matriculó en Educación Física. Como no había un horario nocturno para esa carrera, se pasó a Kinesiología. En la facultad se reencontró con Matilde, una amiga de la infancia, y en 1973 se casó con ella.

En 1975 salió del país, contratado por el Deportivo Independiente Medellín, donde jugó de mediocampista. En la capital antioqueña nació Vanesa, su primogénita, pero una lesión lo obligó a dejar el fútbol en 1978. Regresó a Buenos Aires, donde a falta de algo mejor que hacer se ganó la vida por un tiempo al mando de un taxi.

Pékerman, sin embargo, no daba su brazo a torcer. En 1981 regresó a lo suyo al hacer el curso de director técnico y comenzó a trabajar en las divisiones menores de Chacarita Juniors. Había comenzado una nueva vida, y siguió su carrera con Argentinos Juniors y luego con Colo Colo, de Chile.

Esta trayectoria, vista en su contexto, no era nada del otro mundo, pero le esperaba un destino brillante. En 1994 la Asociación del Fútbol Argentino abrió una convocatoria para escoger al técnico de las selecciones juveniles y acogió la propuesta de Pékerman. Argentina comenzó entonces la etapa más brillante de toda su historia en esas categorías. 

Bajo la conducción del entrerriano, Argentina ganó los campeonatos mundiales sub-20 de 1995, 1997 y 2001, así como los torneos suramericanos de esa categoría de 1997 y 1999, y el torneo Esperanzas de Toulon sub-21 de 1998.

Pero aún faltaba un reto inesperado. En 2006 Marcelo Bielsa renunció sorpresivamente a dirigir la selección argentina de mayores y esa enorme responsabilidad recayó en Pékerman, en medio del escepticismo de la crítica, que no entendía cómo un entrenador de juveniles podía asumir ese cargo. Pero contra los pronósticos Pékerman alcanzó un excelente nivel y su selección alcanzó los cuartos de final del Mundial de Alemania y fue eliminado por el equipo de casa.

Aún le faltaban algunas temporadas en la liga mexicana para que Pékerman se hiciera cargo de la selección colombiana. El equipo acababa de pasar por la renuncia escandalosa de Hernán Darío Gómez y el arranque de la eliminatoria con Leonel Álvarez no parecía auspicioso. 

Hasta entonces muchos conocedores y aficionados pedían a gritos un técnico extranjero para la selección, en particular tras la desastrosa eliminatoria al Mundial de Sudáfrica, pero no había un consenso al respecto. Por eso, cuando en enero de 2012 la Federación Colombiana de Fútbol anunció el nombre de Pékerman, el país futbolero recibió la noticia con algo de sorpresa.

No solo por su trabajo con juveniles, sino porque su manera de ser pausada no parecía coincidir con el imaginario habitual en el país. Aquí se creía que solo un técnico que hablara duro podía poner en cintura a los colombianos, jugadores de innegable talento que parecían diluirse al vestir el uniforme de la Selección Colombia.

Sin embargo, este hombre silencioso se ganó la confianza de los aficionados gracias a su combinación de firmeza y bajo perfil. Además Pékerman supo aprovechar el trabajo adelantado por sus antecesores y puede decirse que lo único en que innovó fue en darle mayor profundidad al ataque, y en buscar los partidos de visitante.

Sin duda el momento cumbre de Pékerman llegó hace un año, cuando Colombia barrió con Uruguay 4 a 0 en Barranquilla y derrotó 3 a 1 a Chile en Santiago, en uno de los mejores partidos que se le recuerde a la Selección Colombia en su historia. 

Ahora Pékerman enfrenta una gran presión. La presencia de Colombia en los primeros lugares de los escalafones de la Fifa, más las destacadas actuaciones de jugadores como Falcao García y James Rodríguez, entre otros, en clubes europeos han hecho que los ojos del mundo se hayan vuelto de nuevo hacia Colombia. 

Su nuevo objetivo será refrendar en la Copa del Mundo lo que ha mostrado en este año y medio largo de trabajo. Y la única manera será superar lo alcanzado hasta ahora por Colombia en sus cuatro participaciones anteriores en la Copa del Mundo. Para darles a los colombianos un nuevo motivo para estallar en una justificada euforia.




Los números de Pékerman 

Total de partidos con amistosos: 17
Partidos por eliminatorias:12 (triunfos: 7, derrotas: 3, empates: 2)
Partidos amistosos: 5 (triunfos: 4, empates: 1)
Promedio de rendimiento: 70,5 por ciento
Total goles: A favor: 32 (1,8 promedio de gol anotado por partido)
En contra: 10 (0,58 promedio de gol recibido por partido)
Resultados: Triunfos: 11 (local: 6, visitante: 5)
Empates: 3 (visitante: 2)
Derrotas: 3 (visitante:3)

‘Ranking’ FIFA
Enero 2012 (fecha en la que asume Pékerman la dirección técnica de la Selección Colombia): puesto 32
Septiembre 2013: puesto 5


SIN MUCHAS GLORIAS
No es la primera vez que un técnico extranjero está al frente de la selección Colombia. La historia de su participación no es muy brillante.


En 1938, el  argentino Fernando Paternoster fue el  primer entrenador extranjero que tuvo Colombia. Dirigió al equipo con poco éxito en unos Juegos Bolivarianos.  Estuvo en cuatro partidos: una victoria y tres derrotas

En 1946 un peruano, José Arana Cruz, le dio un título a la selección en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ganó todos los seis partidos que jugó. Su país lo contrató como técnico inmediatamente.

En 1947 el argentino Lino Taioli asumió la Selección y manejó a Colombia en el Suramericano de ese año en Guayaquil. Sus estadísticas: dos empates y cinco derrotas.

En 1957, diez años después, el equipo fue dirigido por otro argentino, Rafael Orlandini: cinco partidos, un empate y cuatro derrotas.


 


En1961 el legendario Adolfo Pedernera asumió la Selección y la clasificó a su primer Mundial en Chile 1962. Dirigió ocho partidos, ganó uno, empató tres y perdió cuatro. 

En 1966 el paraguayo César López tuvo poco éxito: tres partidos, un empate, dos derrotas.

En 1972 un yugoeslavo, Toza Veselinovic, llegó al equipo. Dirigió a Colombia en 13 partidos, ganó dos, empató cinco y perdió seis.

En 1976 el también yugoeslavo Blagoje Vinidic llegó al equipo nacional. Dirigió a Colombia en 16 partidos, tres victorias, cinco empates y ocho derrotas.  

En 1981 Carlos Bilardo fue nombrado técnico de la Selección. Disputó 11 partidos: una victoria, cinco empates y seis derrotas. Cinco años después salió campeón del mundo con Argentina en México 86.