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SIEMPRE SERAS UN BARBARO

Adolfo Pedernera no solo fue el mejor jugador de Argentina, sino el hombre que cambió la historia del fútbol en Colombia.

19 de junio de 1995

NO HAY UN SOLO AFICIONADO AL fútbol que no esté enterado de que el viernes 12 de mayo, cerca del medio día, la muerte se paseó por Buenos Aires y sin dar explicaciones se llevó a Adolfo Pedernera, un hombre que como dijo Jorge Barraza en su columna de El Tiempo: "En el país del fútbol, fue el fútbol". A pesar de tener 76 años, una edad en la que la muerte empieza a convivir con las personas, en el mundo del balompié pocos podían creer que el 'Maestro' se había ido para siempre, porque quienes aman y conocen este deporte se han acostumbrado con los años a ver morir a los hombres, a los jugadores, pero no a las leyendas. Muchos lo lloraron en Argentina, y esos mismos sentimientos de sorpresa y dolor, que sólo produce la muerte, también invadieron a miles de colombianos que recordaron al ídolo gaucho que en 1949 decidió cambiar el tango por la cumbia para dividir en dos, tal vez sin saberlo, la historia del fútbol colombiano.
Hoy las nuevas generaciones sólo deben conformarse con ver viejas fotos en blanco y negro, o simplemente con escuchar los relatos emocionados de los mayores, en los que describen con exactitud geométrica las cualidades del 'Maestro' Pedernera cuando jugó con Millonarios: "Tenía un remate fuertísimo y sorpresivo desde fuera del área -dice Carlos Cubillos, fotógrafo oficial de los campeonatos de la época de El Doradó-, además poseta una excepcional visión del juego y dominaba como nadie la técnica para pegarle a la pelota con ambos pies". Quienes pudieron disfrutar de su arte y maestría dicen que él fue superior a Pelé y a Maradona. En la Argentina algunos, como César Luis Menotti, afirman que "sin duda alguna, Adolfo Pedernera fue el hombre de fútbol más grande que ha existido, un ser simple como los sabios, que siempre transmitió sus conocimientos a quienes jugaban fútbol". En Colombia, Hernán Peláez en su libro Nuestro fútbol dijo que "Pedernera era en el fútbol lo que Borges en la literatura o Stokowsky con la batuta en la mano ".
La historia, casi mítica, de don Adolfo, empezó en 1933 en la Argentina, cuando jugó por primera vez con la camiseta del equipo que siempre adoró y que lo llevaría a la fama y al reconocimiento internacional: el River Plate. Con este conjunto quedó cuatro veces campeón, jugó 285 partidos oficiales hasta 1946 y marcó 131 goles. Después de 15 años abandonó el club que lo vio nacer futbolísticamente y pasó a jugar al Atlanta, en donde actuó en 28 ocasiones. En 1948 jugó 20 partidos con el Huracán y fue justamente al finalizar ese año cuando una serie de problemas en el fútbol argentino y colombiano hicieron que Pedernera llegara al país para empezar a hacer la historia del fútbol colombiano.

EN BUSCA DE EL DORADO
Cuando el 'Maestro' estaba finalizanado su actuación como jugadór del Huracán, se desató una huelga de jugadores en Argentina, y casi al mismo tiempo en Colombia un litigio entre la Asociación de Fútbol de Barranquilla y la Dimayor tenía al balompié colombiano dividido y en crisis.
Frente a la situación que se vivía, Alfonso Senior, quien en 1949 se desempeñaba como presidente de Millonarios y miembro de la junta directiva de la Dimayor, decidió tomar cartas en el asunto con el fin de solucionar el problema en Colombia y de paso en la Argentina. "Pensé -le contó Senior a SEMANA- que trayendo un jugador de gran valía podríamos armar un problema internacional. Mandé a Carlos 'Cacho' Aldabe, técnico argentino de Millonarios en ese entonces, y le dije que tenía que viajar al surpara convencera uno de los mejores jugadores gauchos de venir a jugar a Colombia. De esta forma la FIFA tendría que intervenir y así se arreglaría el problema". Quince días después Adolfo Pedernera llegó a Colombia, con 29 años, a ganar 5.000 dólares de prima y 500 dólares de sueldo mensual. Una cifra que para la época era descomunal. Los directivos de Millonarios estaban preocupados porque el club no tenía dinero para pagarle a Pedernera y las entradas, que era con lo que se subsidiaban los clubes, apenas si llegaban a los 3.000 pesos por partido.
El rumor de la llegada del 'Maestro' corrió por todo Bogotá, y a pesar de que no había propaganda de radio ni prensa, a mediados de febrero Adolfo Pedernera pisó la cancha de El Campín y vestido de cachaco observó de pie, al lado del torero Luis Miguel Dominguín, cómo miles de personas que hasta ese día sólo conocían su reputación se congregaron para ovacionarlo. Esa tarde se reunieron 35.000 pesos y en su debut, en un partido entre Millonarios y el Deportes Caldas, se llegó a los 70.000 pesos, una cifra récord en la historia del fútbol nacional.
Con la llegada de Pedernera, Millonarios comenzó a ganar todos los partidos del campeonato nacional, y como la crisis en Argentina y Colombia continuaba, los demás equipos locales decidieron seguir el ejemplo del conjunto embajador y empezaron a traer a jugadores de primera linea. Santa Fe trajo a Pontoni y Perucca, y Cali a otras estrellas peruanas y argentinas. Se formó así la época de El Dorado.

EL 'BALLET AZUL'
Dos meses después de la llegada de don Adolfo, en Colombia había más de 50 futbolistas de primera categoría, entre argentinos, uruguayos, peruanos e ingleses, jugando en todos los equipos profesionales colombianos. Una tarde de junio Pedernera se reunió con Senior y le dijo que él sólo no podía jugar contra todos los cracks que estaban trayendo los demás equipos. El directivo de Millonarios le dijo que se fuera para Buenos Aires y que trajera los jugadores que él considerara necesarios para el equipo. El 'Maestro' viajó y ocho días después regresó con Cozzi, Pini, Báez, Reyes, Di Stéfano y Rossi. Y así se formó el que fue considerado como uno de los mejores equipos del mundo: Millonarios, un conjunto que dominó los torneos colombianos desde 1949 a 1954 y que interpretaba el fútbol como una auténtica obra de arte.
Durante los meses en que Pedernera estuvo solo en el país, sentó las bases del fútbol moderno en Colombia. Comenzó por explicarles a los jugadores criollos que el balón siempre sería más rápido que ellos, y que por eso era necesario que los futbolistas, en vez de recorrer todo el campo tratando de esquivar rivales, debían hacer pases a sus compañeros. Antes de la llegada del 'Maestro', la idea de colectividad en el fútbol nacional sencillamente no existía.
"Cuando se formó el ballet azul -dijo a SEMANA Néstor 'Pipo' Rossi- el fútbol colombiano siguió aprendiendo de Adolfo, porque él fue el que les enseñó a los jugadores de allá lo que era un cambio de frente y el juego en equipo. Cuando nosotros llegamos, a pesar de que Adolfo ya había logrado hacer algunos cambios en el tipo de juego de los colombianos, nos encontramos con un fútbol muy atrasado, que desconocía por cornpleto lo que era un esquema o una táctica de juego. El fútbol que encontró Adolfo fue como el que jugaban los pibes de los barrios pobres en Buenos Aires".

LA PRIMERA COPA
A finales de 1954 Pedernera regresó a Argentina, pero seis años después volvió a Colombia para seguir enseñando fútbol; pero esta vez ya no como el jugador que daba consejos técnicos a sus rivales dentro de la cancha, sino como el entrenador de la Selección Nacional de Colombia que participó por primera vez en un mundial, el de Chile 62. Efraín 'El Caimán' Sánchez, arquero de esa selección, contó a SEMANA cómo era el 'Maestro', técnico y amigo: "Como futbolista, Pedernera cambió la historia del balompié colombiano. Cuando llegó al país era un adelantado que debió haber nacido en la época de Pelé. El logró sacar ese fútbol semiprofesional de los años 50 y ponerlo a la altura del balompié moderno. Como entrenador no sólo fue el primero en lograr clasificar una selección para un mundial, sino que sus consejos y sabiduría fueron puntos fundamentales para poder superar las dificultades que continuamente se nos presentaron al llegar por primera vez a un campeonato mundial, y como amigo era leal y siempre estaba dispuesto a compartir sus conocimientos y a dar un consejo. Fue la persona más grande y maravillosa que conocí ".
El 'Maestro' terminó sus días haciendo lo que más le gustaba, enseñando a jugar bien al balompié. Y aunque los que conocen de fútbol saben que las palabras nunca alcanzarían para decir quién fue Adolfo Pedernera, difícilmente el mundo volverá a ver en un solo hombre a un maestro de jugadores, técnicos y hombres.