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Solo contra el mundo

Este año Andre Agassi cumplirá 34 años pero se resiste a dejar el tenis. No sólo defenderá su título del Abierto de Australia sino también luchará para que la llamada nueva generación no le quite su trono.

12 de enero de 2003

"No he pensado en retirarme. Sé que todavía puedo ganar más torneos. Sé que puedo vivir sin la alta competencia, sin los exigentes entrenamientos, pero mientras lo siga disfrutando como lo hago ahora no pienso dejar el tenis", confesó Andre Agassi, a sus 33 años, a finales de 2003 después de completar 14 temporadas dentro de los top 10 del mundo. Como si fuera poco, al cerrar el año en la cuarta posición se convirtió en el jugador más viejo del circuito en terminar una temporada dentro de los top 5 desde que Jimmy Connors, con 35 años, lo hizó en 1987. Lejos de seguir los pasos de sus compatriotas Pete Sampras y Michael Chang, quienes en 2003 le dijeron adiós al tenis, Agassi demostró en la temporada anterior que tiene cuerda para rato tras liderar la clasificación mundial durante 14 semanas. No sólo se llevó por cuarta ocasión en su carrera profesional el título del Abierto de Australia después de derrotar sin compasión en la final al alemán Rainer Schuettler, 6-2, 6-2, 6-1, sino que también obtuvo los títulos de Siebel Open, el Nasdaq-100 Open y el torneo de Houston en superficie rápida. En los tres torneos de Gran Slam restantes, su participación también fue destacada: en el Roland Garros llegó a los cuartos de final, en donde fue eliminado por el argentino Guillermo Coria; en Wimbledon también alcanzó los cuartos en donde sucumbió con el australiano Mark Philippoussis en cinco sets, y en el USOpen llegó a semifinales aunque sin poder superar al español Juan Carlos Ferrero. Su vigencia y su excelente condición física quedaron demostradas en la Copa Master de Houston, que reunió al final de la temporada a los ocho mejores jugadores del año. Agassi, por encima de jugadores 10 años menores que él, llegó a la final ante el suizo Roger Federer, el único al que no pudo derrotar durante el torneo. Por eso desde la próxima semana, cuando arranque una nueva versión del Abierto de Australia, los ojos estarán puestos en este hombre que sigue siendo un ejemplo de dedicación y esfuerzo. Su imagen se ha convertido en todo un mito: desde que debutó en el circuito con su imagen de rockero, con pelo largo y vistiendo colores muy diferentes al blanco tradicional de los competidores, hasta ahora que sigue desafiando a las actuales revelaciones. Agassi tendrá que superar al también estadounidense Andy Roddick de 21 años, al suizo Roger Federer de 22, al español Juan Carlos Ferrero de 23, a los argentinos Nabaldián de 21 y Coria de 22, los más jóvenes del actual top 10. Los otros que completan el codiciado ranking: el alemán Rainer Schuettler, el francés Sebastien Grosjean, el español Carlos Moyá y el australiano Mark Philippoussis, no pasan de los 28 años. Salta a la vista la diferencia de edad con el veterano de Las Vegas, sin contar al australiano Leyton Hewitt de 22 años, y quien a pesar de haber terminado el año en la posición número 16, es gran favorito al título por su condición de local. Sin embargo, Agassi ha demostrado que en la superficie de Melbourne es, sin duda, donde más cómodo se siente. No en vano de las siete veces en que ha participado en el Abierto, en cuatro se ha coronado campeón. Después de llevarse la corona en 2000 y en 2001, en 2002 no pudo participar por una lesión, pero al regresar en 2003, de nuevo se impuso. "Siempre juego con mucha confianza y el campo me permite pelotear mucho desde el fondo, algo que me favorece para preparar puntos ganadores", dice. Ante las constantes preguntas sobre cuál es el secreto, él se limita a decir que ama su profesión y que, por encima del dinero, no hay nada más que disfrute en la vida que jugar tenis. Eso deriva en una dedicación absoluta que sólo se vio nublada en el lapso en que rompió con su ex esposa, la actriz Brooke Shields. Pero superando ese tipo de inconvenientes personales y gracias a la estabilidad que hasta el momento le brinda su relación con la ex tenista Steffi Graff, Agassi se ha podido mantener en la cúspide de las clasificaciones. Esa estabilidad no es tan fácil de conseguir. Para no ir tan lejos, hace un par de años se hablaba de que el ruso Marat Safin sería el nuevo rey del tenis y lentamente su poderío se fue diluyendo al punto de no ganar ni siquiera un torneo en 2003. Lo mismo ha pasado con Hewitt, quien con un talento excepcional sigue mostrando altibajos. Kuerten no ha podido superar los rezagos de su lesión y lleva meses sin retomar el nivel que lo llevó al número uno. Actualmente Roddick y Federer se llevan todos los aplausos pero a su edad todavía tienen que demostrar mucho más. En abril próximo, Agassi cumplirá 34 años y según se lo ha propuesto todavía dará mucho de qué hablar. El Abierto de Australia permitirá ver qué tan fuerte sigue siendo este hombre que parece no cansarse nunca y que, a pesar de seguir activo, ya se convirtió en una leyenda del tenis.