Quizás usted no entienda ni una palabra de lo que está diciendo, pero no podrá evitar sonreír. Es tal el delirio que atraviesa el comunicador que no emocionarse es verdaderamente difícil. El estremecimiento que provoca un gol en el último minuto es un hecho universal, así se cante en Bogotá o en Reikiavik, capital de Islandia. Y más aún si es tan histórico como el que anotó el pequeño país nórdico en la Eurocopa.Y es que la gesta del equipo dirigido por el sueco Lars Lagerbäck quedará grabada para siempre en los fanáticos de la pequeña isla europea, cuya población no es ni la mitad de la localidad de Bosa, y que nunca antes había vivido siquiera la conmoción de participar en un torneo internacional de fútbol.Si la entrada a la Eurocopa 2016 marcó un hito histórico para el país de Björk, el agónico gol de Traustason contra Austria exaltó aún más la épica islandesa.Todo era felicidad en el Stade de France. Islandia se adelantó al minuto 18 del primer tiempo y celebraba por lo alto. Pero los austriacos amargaron la fiesta al minuto 60, y con el 1-1 se le vinieron encima. La ‘cenicienta’ del grupo F estaba soportando como podía las arremetidas rivales. Resistía con lo último el empate momentáneo, a sabiendas de que el resultado, si bien era decoroso para sus humildes capacidades, los dejaba por fuera de la competencia.Pero cuando todo parecía acabado, de la nada surgió un contragolpe con los austriacos mal parados. Eran tres contra uno. Las galopadas tremendas de los islandeses enloquecían a este narrador de una cadena televisiva de Reikiavik. Entonces un pase al vacío dejó a Traustason solo para rematar al arco y hacer estallar el Stade de France. El narrador no pudo contener sus gritos monumentales. Era el júbilo absoluto.Con el 2-1 definitivo, Islandia se alzó en el segundo lugar del grupo F. Solo la superó Hungría, y eso que fue por un gol de diferencia. Increíblemente, dejó tercera a la Portugal del triple balón de oro Cristiano Ronaldo, que aun así pasó a la segunda fase como mejor tercera.Ahora, la humilde Islandia, que con su participación en la Euro 2016 se convirtió en el país más pequeño en participar en ese torneo, se tendrá que medir con la favorita Inglaterra. Pero llegará con una motivación inigualable. No tiene nada que perder, y sí mucho por ganar. Así que aunque las apuestas no le favorezcan mucho, ¿qué importa? Nada le podrá amargar el festejo: ya hizo más que historia.