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¡A SUDAR PETROLEO!

Nuevos yacimientos descubiertos en Arauca prometen mejores tiempos a la economía colombiana.

15 de octubre de 1984

El anuncio hecho por Ecopetrol respecto a los nuevos yacimientos petroleros que pondrán de nuevo a la nación en la capacidad de exportar crudos en 1987, ha puesto una vez más sobre el tapete la idea de que, a mediano plazo, la situación de Colombia va a ser mucho mejor que la actual. La entrada en producción de las minas de El Cerrejón, las operaciones de la planta de ferroníquel de Cerromatoso, la mejora en el mercado internacional del café y el aumento de las exportaciones menores, son puntos que contribuirán para que a partir de 1986 se superen, por lo menos parcialmente, las dificultades de ahora.
La noticia del petróleo cobra especial importancia a la luz de las predicciones que sobre crisis cambiaria, se hacían hace apenas unos días. Aunque la posición de reservas internacionales sigue débil y con tendencia a empeorarse, hay confianza en que la futura solidez del sector externo anime a la banca privada internacional para que le conceda a Colombia los préstamos que, indispensablemente, necesita para "sobrevivir" sin más limitaciones. Tal como se presentan las cosas hoy en día, el país puede salir adelante sin llegar a los traumatismos que han tenido que afrontar sus vecinos latinoamericanos. "La situación seguirá dura pero, por lo menos, ya se empieza a ver la luz al final del túnel", comentó un economista sobre las nuevas perspectivas.
La aparente tabla de salvación del país vino a presentarse después de que pareciera inevitable que la producción nacional de crudos no sería suficiente para abastecer el consumo interno y, mucho menos, permitir exportaciones. Los cálculos de Ecopetrol en marzo de este año hablaban de un déficit de unos 40.000 barriles diarios para 1985 que se disminuiría hacia finales de la década, para luego incrementarse continuamente, de tal manera que para el año 2000 harían falta 200.000 barriles diarios de petróleo. Con el descubrimiento del yacimiento de Cravo Norte, semejantes proyecciones han cambiado radicalmente: ahora se anticipa un superávit de petróleo hasta, por lo menos, 1997.
La buena fortuna del país no dejó de tener su dosis de suspenso. Después de haber gastado más de 70 millones de dólares en exploraciones sin resultados, la compañía Occidental Petroleum encontró en el sector Cravo Norte, en Arauca, reservas de crudo que superaron las expectativas iniciales. De hecho, el yacimiento es tan rico que se afirma que podría ser mayor que el encontrado en la Concesión de Mares en 1918.
La entrada del petróleo a la categoría de exportación, ayudará sustancialmente para que el saldo en balanza comercial (que mide exportaciones e importaciones de bienes y servicios) se torne positivo y de tendencia creciente durante la segunda mitad de la década. Según las proyecciones hechas de acuerdo a lo sucedido, se pasaría de un déficit comercial de 585 millones de dólares en 1984 a un superávit de 1.920 millones en 1990 (ver cuadro). Todo lo anterior, bajo el supuesto de un desempeño conservador de las exportaciones de café y carbón y la posibilidad, bastante improbable, de que no se encuentren nuevas fuentes de petróleo en los próximos años. Inclusive, se ha planteado un ritmo en las importaciones sustancialmente mayor al que predicen entidades como Fedesarrollo.
Lo anterior, se constituye en la mejor carta de presentación de Colombia en los mercados financieros internacionales, en momentos en que el ministro de Hacienda y el director de Planeación Nacional se encuentran en los Estados Unidos tratando de lograr el apoyo del Banco Mundial y del Fondo Monetario para que las compuertas del crédito privado se abran de nuevo. Tal como se presenta el futuro, se calcula que para pasar 1985 sin crisis cambiaria se requiere que entren al país unos 1.200 millones de dólares de ingresos netos de capital. Si bien buena parte de los préstamos para que eso pase ya se encuentran negociados con las entidades de fomento internacionales, se necesita que la banca comercial financie el saldo. Hasta ahora, el cuello de botella ha sido la deuda del sector privado y, en especial, los préstamos no registrados que recibió el sector financiero colombiano a través de sus subsidiarias en Panamá. Aunque a la luz del Derecho, la institución nacional y su subsidiaria panameña se tratan como dos entes separados, los bancos privados no quieren hacer esa distinción y exigen que se les pague la deuda en Panamá como condición para favorecerle los términos a Colombia. Además, hay que tener en cuenta el nerviosismo y las posibles represalias que pueden originar reuniones como la de Mar del Plata que, en el caso de la de Cartagena en junio, han producido resultados adversos.
Por su parte, el país tiene a favor la "suavización" de la imagen de Colombia en el extranjero. En los últimos días se han presentado informes favorables a Colombia en periódicos tan prestigiosos como Le Monde, The Washington Post y The New York Times, además del extenso reportaje que sobre el país, hiciera la revista Business Week. Pese a que es obvio que la buena prensa no determina el otorgamiento de un préstamo, algunos observadores consideran que eso contribuye a disminuir el nivel de riesgo que, como cliente, recibe Colombia en los mercados de dinero.
En la coyuntura actual, es evidente que el país depende de las divisas que se consigan. Ahora -anotó Jorge Ospina, director de Planeación- hay que enfilar todas las baterías hacia el punto del endeudamiento externo. Necesitamos un buen apoyo del Banco Mundial, el BID y un buen entendimiento del sector privado".
Si se logra sobrepasar el trance de amenaza de crisis cambiaria, el horizonte se presenta mucho más despejado. De una parte, las exportaciones menores han tomado una buena dinámica que debe mantenerse en el futuro. A ello se suma el sector minero que, si bien en el caso específico del carbón no llegará a ser tan bueno como se llegó a anticipar debido a la caída en los precios, se ve recuperado por la entrada del petróleo que, si se encuentran más yacimientos, puede generarle al país recursos de gran cuantía. Por otro lado, se ha demostrado cómo el cierre a las importaciones ha resultado efectivo en el sentido de evitar una caída aún más acelerada en las reservas internacionales. Aunque se anticipa que los controles se mantendrán, el aumento notorio en exportaciones a partir de 1987 permitirá reducir las restricciones en ciertos renglones de importación.
Las predicciones favorables sobre el sector externo no pueden, en opinión del gobierno, justificar un cambio en la política comercial externa. Un especialista en el tema fue enfático en afirmar que "no hay que crear falsas expectativas sobre "booms", porque sería fatal". De acuerdo a los conocedores, hay que mantener el régimen de promoción de exportaciones y sustitución de importaciones el cual, pese a algunas fallas, ha probado ser relativamente efectivo. Las buenas noticias petroleras le dan al país un margen considerable de respiro desde 1986, y la facultad de negociar su paso por 1985 sin necesidad de que se llegue a un extremo de bloqueo en las operaciones externas. Existen, fuera de ello, proyectos alentadores como la explotación intensiva de oro y acentuación del esfuerzo petrolero que hacen pensar que, dada la previa dosis de suerte, Colombia entrará a vivir mejores épocas de las que atraviesa actualmente.

BALANZA COMERCIAL ESTUDIADA DE COLOMBIA
1984 - 1990
(millones de dólares)
1.EXPORTACIONES
(A) CAFE
(B) CARBON
(C) PETROLEO
(D) OTRAS
2.IMPORTACIONES
(E) BALANCE (1-2)

1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990
1 3585 4080 4580 5490 6250 7090 8500
(A) 1800 1860 1890 1930 2000 2050 2110
(B) 65 150 330 640 1100 1700 2300
(C) 470 540 550 820 750 620 600
(D) 1280 1530 1810 2100 2400 2720 3040
2 4200 4500 4430 5100 5600 6040 6580
(E) (585) (420) 150 390 650 1050 1920