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ACADEMIA DE EJECUTIVOS

Al estilo de las más grandes multinacionales del mundo, el Grupo Santo Domingo tiene su propia escuela de formación de ejecutivos de primer nivel.

14 de octubre de 1996

En colombia sobran los seminarios y programas de especialización sobre gerencia, administración de empresas, finanzas y mercadeo. Los hay cortos y largos, malos y buenos, en inglés y en español, baratos y caros. Las mismas empresas ayudan a financiarlos en algunos casos. Sin embargo pocas son las que los crean y los dictan en su propia academia, con los estándares de cualquier programa de especialización, como ocurre en las más grandes multinacionales del mundo. Pero si eso es raro, aún menos común es que las mismas empresas subsidien el ciento por ciento del curso y que además permitan a los ejecutivos dejar de trabajar y a la vez seguir recibiendo su sueldo durante casi un año. Si bien este tipo de entrenamiento para ejecutivos es común en muchas empresas del mundo, a Colombia apenas ha llegado recientemente. El precursor de la idea en el país fue el Grupo Santo Domingo, cuando en 1993 el presidente de Bavaria, Augusto López Valencia, tuvo la iniciativa. El quiso que la Corporación Futuros Profesionales y Ejecutivos, que ya tenía un programa para 'cazar' estudiantes de las universidades que estuvieran en los últimos semestres, creara una especie de programa de especialización para ejecutivos de alto nivel de 33 de las compañías del Grupo. El requisito para ingresar es que los funcionarios tengan menos de 32 años, muestren perfil de líderes y se les vean ganas de ocupar cargos importantes en el Grupo. Según Augusto López, no es una escuela de negocios sino una mezcla de varias cosas. De hecho, los alumnos estudian mercadeo, economía y finanzas, ética y derecho, temas gerenciales y administrativos, habilidades gerenciales, formación personal y hasta producción de malta y cerveza. Como dijo a SEMANA Fernando Díaz del Castillo, director ejecutivo de la Corporación, "la formación es integral porque un gerente tiene que saber de todo". Las materias duran siete meses y después hay otros tres meses en los que los estudiantes hacen pasantías en compañías del Grupo en las cuales les asignan proyectos específicos y estratégicos para que los manejen. El compromiso es que después de la especialización trabajen en una compañía de Santo Domingo durante un período equivalente a tres veces el tiempo dedicado a estudiar. La idea del programa es educar gente para que pueda reemplazar a los que hoy mandan en el Grupo. Y sin duda conviene que los pongan a mandar porque el costo por alumno es de siete millones de pesos. Hasta ahora han pasado por el programa 144 personas graduadas de 22 carreras distintas, pertenecientes a 30 empresas del Grupo. Las profesiones dominantes entre los estudiantes son la administración y la ingeniería industrial, seguidas por el derecho, la comunicación y la sicología. En cada curso hay entre 20 y 25 funcionarios que se ponen a disposición de profesores de cátedra reclutados en las más prestigiosas universidades. En casos como el de la enseñanza del derecho, la Corporación tiene un convenio con la Universidad del Rosario para que les dicte la cátedra. Los resultados del trabajo que ha hecho la Corporación en los últimos años están a la vista. Entre los estudiantes que han pasado por ahí y hoy ocupan altos cargos están los gerentes generales de Presto y Procedatos, los secretarios generales de Avianca y la Corporación Financiera del Norte _Corfinorte_ y el vicepresidente financiero de Vikingos. Todos tuvieron que cambiar el viejo y dispendioso proceso para entrar a cualquier curso de posgrado, que incluye formularios, entrevistas y exámenes, por una ardua labor de selección en el interior del Grupo Santo Domingo. El primer paso lo dieron en la empresa donde trabajan. Allí hay una escogencia previa, que es sometida a consideración del respectivo presidente, quien envía sus postulados a la Corporación. Esta desarrolla la segunda etapa, pues hace su propio proceso de selección, que incluye entrevistas con presidentes de otras compañías. Finalmente es el consejo directivo de la Corporación el que hace la elección definitiva. Pero la labor de formar ejecutivos no empieza con el programa de los funcionarios que ya están en el Grupo. En realidad la misión arranca con la 'caza' de estudiantes, que existe desde 1988 y que busca preparar alumnos con un promedio de notas superior a 3,5 y, sobre todo, con perfil de futuros líderes, para cultivarlos y lograr que cuando terminen se vinculen a alguna de las empresas del Grupo. El proceso de reclutamiento se repite cada seis meses, cuando las compañías afiliadas a la Corporación le dicen qué tipo de estudiantes necesitan. Entonces es cuando arranca la búsqueda en universidades de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. La idea es que al finalizar la carrera todo el que haya estado vinculado a la Corporación tenga un puesto en el Grupo Santo Domingo. No obstante, si los estudiantes optan por seguir un posgrado en el exterior la obligación de contratarlos cesa, aunque cuando vuelven les ayudan a encontrar un puesto. Eso de educar tanto jóvenes como adultos le cuesta a 33 de las compañías del Grupo Santo Domingo cerca de 800 millones de pesos al año. Pero sin duda es menor el costo que el beneficio de enseñarle a la gente lo que uno cree que necesita para llegar a ser el mandamás de su empresa.