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IMPUESTOS

Alistan la tijera

A pesar de que el proyecto de reforma tributaria busca más equidad, todo el mundo le quiere meter la mano. Pero nadie sabe hasta dónde está dispuesto el gobierno a ceder.

27 de octubre de 2012

No es usual que un presidente, a través de alocución televisada, salga en defensa de un proyecto de reforma tributaria. Esas son tareas del ministro de Hacienda. Pues bien, la semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos explicó en horario Triple A los principales puntos de la iniciativa tributaria que justamente ese día comenzó a discutir el Congreso.

La lectura que muchos le dieron al hecho es que como el proyecto no ha caído bien en la opinión pública ni en el Congreso, el presidente quería enviar un mensaje contundente de que se trata de una iniciativa que busca equidad, empleo y que cumple con la promesa que hizo en campaña de no subir las tarifas de los impuestos. Y además, pedirle apoyo a los partidos.

La reforma ya llegó al Legislativo y tal como están los ánimos en las comisiones terceras conjuntas de Senado y Cámara (tiene mensaje de urgencia) le espera un duro trámite. El primer obstáculo es el tiempo, pues prácticamente el debate se debe realizar en 30 días. Los parlamentarios hablan de adelantar foros en varias ciudades, para despejar inquietudes de la comunidad. Esto podría alargar el trámite y aunque el gobierno no tiene afanes fiscales, sí quiere que la reforma se apruebe este año. Sabe que se podría complicar en el 2013, cuando los congresistas entrarán en campaña en sus regiones y los temas de impuestos no son vendedores entre los electores.

Ahora bien, este proyecto toca temas muy sensibles como el desmonte de los parafiscales (Sena, ICBF y Salud) y propone cambios en la tributación de las personas naturales -independientes y asalariados- y ahí todo el mundo tiene propuestas que hacer, lo cual asegura una gran discusión.

El gobierno se la está jugando con la reducción de los impuestos a la nómina, a cargo de las empresas, para buscar formalidad laboral y empleo. Para compensar la disminución de esos impuestos se crea un nuevo tributo llamado Cree que se cobrará sobre las utilidades de las empresas.

Esta propuesta despierta temores en el Congreso y entre los trabajadores. Les preocupa que se reduzcan los presupuestos de estas entidades. El gobierno tendrá que convencerlos de que no sucederá así y que en los años en que no haya buenas utilidades en las empresas, se echará mano del presupuesto general de la Nación para cubrir un eventual faltante. A algunos esto no se les suena bien, pues sería quitarle recursos a ciertos programas para dárselos a estas instituciones. El otro tema álgido en la discusión será el tratamiento tributario para las personas naturales. Aunque el argumento del gobierno es que pagarán más quienes más ganen - lo que todos encuentran justo-hay una preocupación por el tratamiento a la clase media y a los asalariados.

En este caso, si bien el gobierno no desmonta los beneficios tributarios que usan los asalariados para disminuir el impuesto a cargo, algunos parlamentarios piensan que en la práctica se eliminan. Esto porque, aunque se pueden usar dichos beneficios nadie podrá pagar menos de lo que le indique el llamado IMAN (Impuesto Mínimo Alternativo), tabla que establece un piso para el pago de impuestos. Hay quienes en el Congreso están proponiendo que se alivie la tabla para los que ganan hasta 5 millones y que haya más progresividad para los salarios de más de 20 millones. Para ellos el proyecto establece una tarifa mínima del 15 por ciento y algunos dicen que debería ser mayor.

Los parlamentarios tienen lista la tijera en IVA. El senador Camilo Sánchez del Partido Liberal, dice que "a una familia de clase media, que devenga entre 3 y 8 millones de pesos, le están metiendo golecitos en temas de salud ya que se subirá el IVA del 10 al 16 por ciento en medicina prepagada, sumado a los impuestos laborales".

El pulso en esta reforma no será fácil. ¿Hasta dónde estará dispuesto el gobierno a ceder? El ejecutivo tiene sus inamovibles. En este caso, es el llamado IMAN para las personas naturales, pues lo que se recaude por acá es fundamental para sostener el desmonte de los parafiscales a las empresas, pues no alcanza con el Cree. El mayor margen de maniobra del ministro de Hacienda estará en el IVA.

Lo cierto es que el gobierno, que ya hizo cambios al proyecto original que radicó hace un par semanas, sabe que los parlamentarios tienen bien afilada la tijera.