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BALANCES DESFAVORABLES

Los resultados de la mayoría de empresas colombianas en 1986 son mejores que los esperados.

5 de mayo de 1986

Esta vez sí parece que la recuperación va en serio. La publicación de los estados contables de la mayoría de compañías del sector privado colombiano, que se completó la semana pasada, reveló que, contra lo que pudiera pensarse, el clima de los negocios en el país está en su mejor nivel desde hace mucho tiempo. Al cabo de la durísima recesión de comienzos de la década, los resultados correspondientes a 1985 marcaron el despegue en un buen número de empresas.
La mejoría se ha hecho especialmente notoria en el sector industrial. La protección a la producción interna, unida a una mayor eficiencia, ha llevado a que el sector haya tenido un año récord, tanto en términos de ventas como de utilidades. Estimativos preliminares muestran que el crecimiento en las utilidades, con respecto a 1984, es cercano al 60%. El logro de ese índice es especialmente significativo, teniendo en cuenta que 1985 no fue el año más favorable para la actividad privada. Como se recordará, la aplicación del programa de ajuste económico concertado con el FMI creó graves trastornos a todos los niveles y en especial en lo que tuvo que ver con un menor ritmo de gasto por parte del gobierno y con la implementación de una política de devaluación acelerada que aumentó el valor del dólar en un 52%.
Por su parte, el sector financiero también empezó a salir de la postración en que se halla sumido desde la crisis de 1982. Pese a que la cartera de dudoso recaudo llegó a niveles sin precedentes, los expertos sostienen que los programas de recapitalización que se han anunciado y la llegada del Fondo de Garantías, le han colocado al sistema las bases necesarias para que salga adelante. Una vez más, los problemas se concentran en un pequeño grupo de entidades que cada vez se hace más reducido. Aparte de éstas, los resultados son impresionantes. Un caso concreto es el de los cinco bancos con mejores resultados en 1984, cuyas utilidades consolidadas en 1985 superan en más de un 100% a la del aña anteriar Sin embargo, dentro de semejante panorama no se puede pasar por alto que todavía hay empresas en problemas. Dentro del sector industrial, los peores resultados le corresponden a Cerromatoso, cuyas pérdidas superaron los 9 mil millones de pesos en 1985. Para el proyecto de explotación de ferroniquel ubicado en Montelíbano (Córdoba), las cifras de pérdida fueron consecuencia de una serie de problemas internos de producción, acentuados por los bajos precios del mineral en los mercados internacionales. Las perspectivas para 1986 indican que aunque los precios no van a repuntar significativamente, la empresa puede disminuir sus pérdidas si logra mantener un ritmo de producción estable.
A su vez, en el área de servicios la compañía con mayor saldo en rojo fue Avianca, cuyas pérdidas acumuladas llegaron a 10 mil millones de pesos. Según los analistas, la alta deuda externa de la aerolínea, la poca rentabilidad de las rutas aéreas y el desorden administrativo interno se reunieron para que la empresa tuviera los peores resultados de su historia. No obstante, se asegura que en 1986 se debe lograr un repunte significativo. A comienzos del año se llegó a un acuerdo con los bancos extranjeros para que Avianca reestructure su deuda de 140 millones de dólares al tiempo que se consiguió que el gobierno permitiera la "upaquización" en el valor de los tiquetes internos, el cual es reajustado quincenalmente. Así mismo, se asegura que ya se completó la reorganización interna de la aerolínea.
Dentro del sector financiero, las mayores pérdidas le correspondieron al Banco de Bogota, la institución privada más grande del país, cuyo saldo en rojo llegó a 876 millones de pesos. Curiosamente, los resultados del Bogotá se anunciaron luego de que la prensa hubiera informado sobre utilidades en el Banco. Sin embargo, la exigencia de la Superintendencia Bancaria de hacer reservas por 34 millones de dolares sobre las operaciones de la filial del Banco en Panamá, cambió sustancialmente los resultados. Pese a que en ciertos medios la actitud de la Superintendencia fue considerada como excesiva, para algunos interesados lo hecho "sanea al Banco de riesgos futuros". En el caso concreto de la filial de Panamá se asegura que a medida que se vayan recuperando los créditos hechos a algunas naciones latinoamericanas las cifras van a ser muy favorables. Inclusive, fuentes allegadas al Banco aseguraron que las cifras correspondientes al primer trimestre de 1986 indican una utilidad que borraría la pérdida registrada en 1985.
Semejante apreciación se transmite al resto del sector privado colombiano. Quienes han visto los resultados en lo que va del año aseguran que la recuperación es apreciable a todos los niveles. La llegada de la bonanza cafetera, el menor ritmo de devaluación y el control a las tasas de interés, parecen haberse conjugado para hacer de 1986 un año récord. Tal como dijera un destacado dirigente del sector privado: "La cometa está pidiendo pita".