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BAVARIA TOMA GASEOSA

El conglomerado cervecero más grande de Colombia entró de accionista a la tercera empresa de bebidas más importante de España.

25 de diciembre de 1995

CUANDO A COMIENZOS DE esta década los titulares de prensa anunciaron que el Grupo Santo Domingo había decidido colocar un pie en el viejo continente, en Colombia no faltaron las expresiones de incredulidad. Para muchos, una cosa era vender cerveza en Sevilla, Valle, y otra en Sevilla, en pleno corazón de Andalucía. Y aunque los resultados de las inversiones de Bavaria en Portugal y España apenas comienzan a dar resultados favorables, todo indica que el empeño del Grupo por abrirse campo en Europa continúa.
Así quedó demostrado el martes pasado cuando se concretó la compra de una proporción mayoritaria de La Casera, la empresa de gaseosas más tradicional de España, por parte de una sociedad en la cual Bavaria posee una tercera parte. El comprador fue el Grupo Ibérico de Bebidas, en el cual participan en igual proporción las firmas Alpha Investment, Wexford y Bavaria. La primera es una compañúa de inversión que opera desde Nueva York y cuyos socios son Julio Mario Santo Domingo hijo y la familia francesa Bergruen, mientras que el segundo es un fondo de inversión en el cual participan diversos ahorradores. El monto del negocio, por el 51 por ciento de las acciones de La Casera, ascendió a unos 9,5 millones de dólares, con una opción de comprar el resto de la empresa en un futuro.
Aunque el negocio se venía estudiando desde hace rato, la luz verde fue relativamente reciente. La compra estaba supeditada a un acuerdo con los más de 900 trabajadores de la empresa de bebidas para reducir la fuerza laboral en casi la mitad del personal.
Y es que a pesar de ser tan española como los turrones, La Casera no había contado con buena fortuna en los últimos años. Fundada por la familia catalana Duffo en 1949, la compañía había venido perdiendo mercado en forma continua a lo largo de los últimos años, frente a rivales como Coca Cola, Pepsi Cola y Schweppes. La facturación por ventas que era cercana a 32.000 millones de pesetas al comenzar la década se estima para 1995 en 18.277 millones de pesetas (equivalentes a unos 150.000 millones de pesos), en el tercer mercado de gaseosas más grande de Europa, después de Alemania y Gran Bretaña. En 1993, las pérdidas alcanzaron los 14 millones de pesetas.
Quizás debido a sus pobres resultados La Casera empezó a ser mirada con interés por el Grupo Santo Domingo. "Existe un campo amplio para mejorar e innovar", le dijo a SEMANA Augusto López, presidente de Bavaria. Según López, las metas son varias: duplicar las metas en volumen en los próximos cinco años, introducir nuevos productos y utilizar la red de distribución que llega a 180.000 puntos de venta en toda España para vender la cerveza Sureña que produce Bavaria en su planta de Córdoba, en Andalucía. Este esfuerzo va a requerir inversiones por cerca de 2.400 millones de pesetas (unos 20.000 millones de pesos) que se destinarán a modernización de procesos y compra de nuevos equipos.
La Casera cuenta con siete plantas de gaseosas y una fábrica de concentrados, ubicadas en las principales ciudades españolas.Casi un 3 por ciento de su producción se exporta a otros países de Europa, a Africa y a América del Sur. Sus productos se dividen en cuatro líneas: La Casera con sabores de naranja, limón, manzana y cola sin cafeína; Surfing, con sabor lima limón, naranja y limón; la cola Twin y las sodas. Quizás su bebida màs conocida es la gaseosa blanca, una limonada que en algunos hogares españoles se mezcla con el vino a la hora de las comidas.
Todos esos elementos pueden influir favorablemente en que la inversión de Bavaria en la empresa de gaseosas españolas, acabe dando sus frutos. Y aunque nadie espera que la cosa sea fácil, pues la competencia es fuerte y la economía ibérica no va por el mejor camino, para la empresa colombiana el negocio no se ve malo sobre el papel. Por algo más de tres millones de dólares va a tener acceso a una importante red de distribución para vender su cerveza y empezar a ganar espacio en el mercado de la península. Esa perspectiva no es nada despreciable para Bavaria que hace apenas cinco años apenas miraba hacia Europa y la semana pasada se bebió un sorbo de gaseosa dulce al contarle a La Casera, que tiene un nuevo inquilino.