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Los índices bursátiles no están rompiendo récords negativos como el desempleo, el petróleo o el PIB. | Foto: AP

MERCADOS

Bolsas: ¿pasó lo peor?

Paradójicamente, en el ámbito mundial las bolsas de valores se han recuperado en las últimas semanas. No parece afectarlas el temor por la pandemia del coronavirus, que no da señales de terminar.

25 de abril de 2020

Algo raro pasa con las bolsas en el mundo. En tiempos normales, toman el pulso de la economía global y son las primeras en hacer sonar la alarma en caso de emergencia. Pero en estos momentos parecen divorciadas de la realidad del planeta.

Tocaron fondo el 23 de marzo, no obstante, los principales índices de bolsa de Estados Unidos se han recuperado con un alza de casi 15 por ciento. El Dow Jones, por ejemplo, cayó desde una cifra récord de 29.000 en febrero a 18.000 en marzo. Sin embargo, repuntó y ahora ronda los 23.500. ¿Qué tan sostenible es este rally?

Los mercados se han recuperado, pero la presencia de tres aves de mal agüero indican que la crisis apenas comienza: los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el precio del petróleo y el desempleo en Estados Unidos. La semana pasada, el FMI reveló sus expectativas, que indican que 2020 será el peor año desde que publica datos de crecimiento. El denominado “gran encierro” llevará a una contracción de 3 por ciento en la economía mundial. Según el FMI, Colombia caerá el 2,4 por ciento. América Latina va a ver una recesión de 5,2 por ciento; Estados Unidos, de -5,9 por ciento; y la eurozona, de -7,5 por ciento.

Por su lado, esta semana el petróleo WTI cotizó a precios negativos. La situación atípica provino de un apretón de la capacidad de los tanques de almacenamiento. Esto obligó a que los contratos de futuros, que debían entregar petróleo en Oklahoma, tuvieran que pagar para que alguien les guardara el crudo. Al día siguiente, los precios volvieron a cifras positivas, aunque siguen en los niveles más bajos en 20 años: el WTI permanece por debajo de 20 dólares barril y el Brent cerró la semana en 23 dólares barril. La demanda global de petróleo ha colapsado, y a pesar de los esfuerzos de la Opep+ por recortar producción, no hay recuperación a la vista.

El desempleo en Estados Unidos llega a niveles alarmantes. Más de 26 millones de personas han pedido seguro de desempleo desde marzo, otro récord negro desde la Gran Depresión de los años treinta. En poco más de un mes, la pandemia borró los empleos creados desde la crisis financiera de 2009, lo que llevó a que hace dos meses Estados Unidos tuviera una tasa de desempleo de 3,5 por ciento. Algunos estiman que esta cifra puede llegar al 20 por ciento.

Aunque las acciones han caído desde el comienzo de año, los índices bursátiles no están rompiendo récords negativos como el desempleo, el petróleo o el PIB. El Nasdaq, por ejemplo, que reúne las acciones de tecnología, solo ha caído 5 por ciento en 2020, y aún presenta una ganancia de 5 por ciento en el último año. El S&P 500 ha caído 13 por ciento en 2020, y 3 por ciento frente a su nivel de hace un año.

Los mercados han respondido positivamente a los paquetes de estímulos y alivios anunciados por los Gobiernos. Las herramientas de política fiscal y monetaria todavía funcionan y han generado confianza en los mercados. En Estados Unidos, el Congreso aprobó otro paquete de ayuda por 500.000 millones de dólares, y se acerca a la cifra histórica de 3 billones de dólares. Michel Janna, presidente del Autorregulador del Mercado de Valores, considera que, “por un lado, la respuesta de las autoridades, tanto Gobiernos como bancos centrales, ha sido agresiva en cuanto a inyectarle liquidez al mercado. Por otro lado, está la esperanza de que esto sea temporal; y algunos inversionistas institucionales, como los fondos de pensiones, tienen una perspectiva de largo plazo que también ayuda a mantener los precios de los activos financieros”.

La economía atraviesa un severo choque de consumo por las cuarentenas. Si muchas empresas entran en quiebra, en algún momento se puede convertir en una crisis estructural de oferta. No obstante, la mayoría espera que cuando terminen las restricciones la actividad económica reaccione rápidamente.

Pero la pandemia no está bajo control, y muchos expertos pronostican una segunda ola de infecciones en el invierno boreal. La recuperación de los índices bursátiles sigue frágil, y estará caracterizada por una alta volatilidad hasta que aparezca una vacuna. Lo peor puede haber pasado, sin embargo, la incertidumbre económica persiste.