CALMA CAMBIARIA
El comportamiento del dólar durante el año 2000 no debería parecerse en nada al pasado <BR>reciente.
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Al cierre de esta edición la tasa de cambio se encontraba pegada al techo de la banda, en un
nuevo enfrentamiento entre los agentes del mercado, que consideran que ésta no es sostenible, y el Banco de
la República, que asegura que ni hay razones ni es el momento ideal para eliminarla. La presión que ha
ejercido recientemente el mercado está en línea con el pensamiento de los 14 analistas consultados por
SEMANA, quienes estiman que la probabilidad de que el Emisor deje flotar el dólar entre este año y el
próximo es superior a 72 por ciento.
Lo curioso es que la insistencia en que se suprima la banda cambiaria parece ser un simple capricho del
mercado pues, al mismo tiempo en que los expertos insisten en su eliminación, reconocen que la devaluación
en 2000 no deberá ser superior a 10 por ciento ya que consideran que en los niveles de hoy en día la divisa
se encuentra cercana al equilibrio.
Es más, los conocedores del tema parecieran estar de acuerdo en que el próximo año retornará la calma a
un mercado que desde 1997 venía corrigiendo los desequilibrios acumulados desde 1992. Para Michael
Hood, vicepresidente de J.P. Morgan, "es altamente probable que la tasa de cambio cierre el año 2000 en
niveles cercanos a 1.930 pesos por dólar, debido a que en la actualidad éste se encuentra devaluado, por lo
que el próximo año debe buscar su equilibrio". Y aunque Hood le da una alta probabilidad a la eliminación
de la banda, cree que cuando eso ocurra el peso terminará fortaleciéndose frente al dólar.
Las ventajas del equilibrio
La razón por la cual se espera una baja devaluación para el próximo año es la significativa recuperación de la
tasa de cambio real, que permitirá una fuerte corrección de la balanza comercial. Según proyecciones
elaboradas para SEMANA por varias firmas de investigación económica el país pasará de un déficit comercial
de más de 3.000 millones de dólares en 1998 a un superávit cercano a 1.000 millones de dólares en lo que
queda de este año y en el próximo (ver tabla).
En teoría este hecho _por sí solo_ acercará las cuentas externas colombianas a su nivel de equilibrio. Sin
embargo, debido a que la balanza de servicios seguirá siendo deficitaria en aproximadamente 3.500 millones
de dólares, se mantendrá la necesidad de financiar el déficit de cuenta corriente, proyectado en 2,6 por
ciento del PIB para 2000. Esta es la razón por la cual se mantendrá una alta dependencia de la inversión
extranjera, la cual será la clave para permitir que después de tres años de desangre de reservas el país pueda
volver a acumularlas. De ahí la importancia del plan de privatizaciones adelantado por el gobierno.
En lo referente al endeudamiento del sector público y privado, para nadie es un secreto que la crisis de 1999
ha generado un gran escepticismo entre los prestamistas internacionales. En consecuencia, a pesar de
que la firma del acuerdo con el FMI y el ajuste fiscal desembocarán en un descenso en la prima de riesgo
sobre Colombia en2000 _según dicen los conocedores_, es poco probable que la sola firma del acuerdo
permita un acceso del país a los mercados de capitales externos similar al de la Colombia precrisis.
En conclusión, si hay algún mercado que se estima sea estable durante 2000 será el del dólar, lo que
permitirá mirar con tranquilidad el tema de las reservas internacionales. Y eso quiere decir que durante el
próximo año el vértigo cambiario del pasado reciente dará paso a una relativa calma que permitirá a los
colombianos respirar tranquilos nuevamente.