Home

Economía

Artículo

CAMBIO DE BARRIO

La decisión de Moody's de bajar la calificación de Colombia pone al país en un vecindario poco <BR>deseable.

13 de septiembre de 1999

Desde 1995 Colombia había ocupado uno de los cuatro honrosos lugares _junto con Chile,
Uruguay y El Salvador_ entre los países latinoamericanos cuyos papeles se encontraban en la categoría de
grado de inversión (que corresponde a un país solvente y de bajo riesgo). Sin embargo la semana pasada la
agencia calificadora Moody's bajó la calificación del país dos niveles, de Ba3 a Ba2, al pasar del borde de
grado de inversión al desfavorable grado de especulación o junk (ver mapa). Los argumentos principales
utilizados por Moody's hacen referencia a la "economía en declive" y a la "creciente deuda externa del
país", de acuerdo con los comunicados oficiales de la agencia. Según Vincent Truglia y Mauro Leos, de la
Unidad de Riesgo Soberano de la agencia, "la baja en la calificación refleja los debilitados fundamentos
económicos evidenciados por un deterioro tanto en la cuenta corriente de la balanza de pagos como en el
déficit fiscal" y añaden que "el endeudamiento externo colombiano ha crecido rápidamente desde 1995,
haciendo que el servicio de la deuda se convierta en un pesado lastre".La baja en la calificación implica una
mayor exposición al riesgo para los inversionistas, quienes exigirán un mayor retorno, lo que encarece
así el endeudamiento externo colombiano. De hecho, los fondos de pensiones y las aseguradoras
deberán liquidar sus posiciones en papeles colombianos pues por ley no pueden invertir en papeles por debajo
de grado de inversión.Se veía venirSin embargo es posible que los papeles colombianos mantengan cierta
estabilidad en los mercados externos pues la baja en la calificación había sido anticipada desde que las
agencias pusieron al país en 'observación'. Armando Montenegro, presidente de Anif, afirmó a otros medios
que "Colombia ya venía pagando spread como si ya tuviera un grado especulativo" y Javier Fernández Riva
añadió que la decisión de Moody's "no toma por sorpresa a nadie".Lo que queda claro _en medio de la
complicada nomenclatura que utiliza Moody's para sus calificaciones_ es que el resto del mundo no tiene la
misma fe que el gobierno colombiano en la pronta recuperación de la economía. Seguramente las medidas
que se tomen para recuperar la antigua calificación implicarán un mayor deterioro en el corto plazo, pero este
será un mal necesario para recobrar la senda del crecimiento y salir del 'rojo' en la libreta de calificaciones
del país.