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T E L E C O M U N I C A C I O N E S

Cambio de estrategia

Los teléfonos con acceso a Internet no despegan en Colombia. Por ahora, los grandes operadores celulares le apuestan a consolidar el negocio de los planes pre y pospago.

18 de junio de 2001

A finales del año pasado los usuarios de telefonía celular estaban a la expectativa de la llegada de la tecnología WAP, (Wireless Access Protocol) que les permitiría entrar a Internet desde su portátil y realizar desde allí todo tipo de transacciones, leer su correo electrónico y recibir información personalizada de acuerdo con sus gustos o necesidades. Los operadores decidieron tirar la casa por la ventana y Comcel hasta trajo al mismísimo David Copperfield para el lanzamiento de su nueva tecnología de acceso inalámbrico a Internet. Unos meses más tarde, la realidad es que la tecnología WAP no ha tenido el éxito esperado y los usuarios no se dejaron descrestar con toda esta parafernalia de equipos, conexiones y estrategias publicitarias de la nueva era celular. ¿Qué ha pasado entonces?

Las empresas han aprendido que hay que ir paso por paso, y antes de consolidar el mercado de los WAP deben terminar de satisfacer la demanda de telefonía celular convencional. “En el país hay un poco más de 2.000.000 de usuarios celulares y cerca de 6.000.000 de líneas fijas, por lo que el reto es llegar a los niveles de concentración de otros países como México y Venezuela en donde hay tantos celulares como teléfonos fijos”, afirma Néstor Roa, director de la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones.

De los más de 1.000.000 de usuarios que tiene Comcel en este momento, solamente 5.000 están en la era del Internet móvil. Por el lado de Bellsouth, se cuentan 1.150.000 usuarios de los cuales tan sólo cerca de 4.000 usan tecnologías para transmisión de datos. Si bien este tipo de tecnologías serán las llamadas a imponerse en el futuro cuando los operadores estén en capacidad de ofrecer más y mejores servicios, también hay que decir que en este momento, el factor sociocultural del consumidor colombiano no permite que estas tecnologías de punta se masifiquen. En pocas palabras, a la gente no le interesa pagar por Internet cuando puede acceder a él desde un café o desde una oficina. “Y quienes lo hacen, prefieren tener en su pantalla celular el marcador parcial de un partido de la Selección Colombia o el chiste del día antes que los precios del café en la Bolsa de Nueva York”, dice Mauricio Leyva, vicepresidente de mercadeo de Comcel. Por otra parte, es muy difícil que aquellos altos ejecutivos, acostumbrados a tener en sus manos el más pequeño y liviano de los teléfonos que se encuentran en el mercado, se sientan atraídos por un equipo más grande como es el caso de los Ericsson que son los únicos que en Colombia están habilitados para acceso celular a Internet.

No obstante, los operadores han encontrado que hay mucho por dónde crecer en el mercado de los usuarios tradicionales. Después de bombardear al público con toda suerte de innovaciones tecnológicas, las empresas han aprendido que entre los colombianos mandan los planes prepago, los teléfonos cada vez más pequeños y las tarifas bajas. El éxito de estas estrategias se refleja en el impresionante crecimiento que ha habido últimamente en el número de usuarios de celulares. Después de un estancamiento de casi dos años, en el primer trimestre de 2001 se registró un crecimiento de 25 por ciento en el número de clientes de las empresas de celulares frente al año pasado. Son 500.000 usuarios nuevos que se suman a los cerca de 2.000.000 que ya había.

Así las cosas, los grandes operadores por ahora tendrán que concentrarse en el mercado de las tarjetas y en la eficiencia operacional antes que en traer al país lo último en tecnología. Bajo esta óptica, las estrategias de las compañías se han ido ajustando para hacer frente a la idiosincrasia del mercado colombiano. Su futuro dependerá de la visión de los dos presidentes extranjeros que hace poco tomaron las riendas de Comcel y Bellsouth, y que seguramente tienen las perspectivas globales y regionales del negocio en la cabeza. Mientras que la primera apunta a crecer en número de usuarios y en número de distribuidores, Bellsouth se ha concentrado en una franja de clientes fijos a los que quiere ofrecer la mejor calidad al mejor precio.